De todos mis recuerdos de infancia, hay uno que está por encima del resto. Y ese es el momento en que mis valientes padres alquilaron una casa rodante, nos empacaron a mis hermanos y a mí y condujeron al oeste de nuestra casa en Minneapolis, hasta el parque nacional de Yellowstone. Vimos todo lo interesante, como los géiseres y paramos en las Badlands, pero más que cualquier otro lugar, recuerdo esto como una aventura. Esta fue mi introducción al Salvaje Oeste. Pero no fue hasta que me hice mayor. y aprendí más sobre el Sistema de Parques Nacionales que me di cuenta de lo afortunado que era. Uno, tener esa experiencia, pero también que, hace cientos de años, la gente tenía la previsión de dejar proteger los mejores lugares, los mejores ecosistemas del país, para todos. Y para las generaciones futuras. Y para apreciar realmente cuán profética fue esa idea, uno tiene que retroceder y mirar la historia del Servicio de Parques Nacionales. Mucha gente sabe que el primer parque nacional fue Yellowstone, en 1872. Mucha gente piensa en John Muir, el poeta, naturalista, quien fue un visionario y consiguió inspirar a las personas con la idea de conservación... que necesitamos tomar los mejores lugares y protegerlos. Tenía audiencia en lugares muy altos... hay una gran historia de Teddy Roosevelt y John Muir yendo de senderismo en Yosemite, durante su presidencia, cuatro días, completamente fuera de la civilización, solo ellos dos. ¿Se imaginan un presidente completamente desprotegido durante cuatro días? (Risas) Sin tuits. (Risas) (Aplausos) Me gusta esa idea. (Aplausos) Pero tuvo un gran impacto en Theodore Roosevelt. Y creó docenas de parques nacionales, Cientos de miles de hectáreas de refugios nacionales de vida silvestre. Era una administración importante, pero no era un trato hecho. Incluso menos de 10 años después de haber creado todos esos nuevos lugares, el futuro de esos lugares estaba muy en duda. Y no fue hasta que este tipo, Stephen Mather, un empresario de Chicago, escribió una enojada carta al Departamento del Interior, diciendo: "Uds. no están haciendo un buen trabajo protegiendo y preservando estos lugares". Entonces, se hizo algo al respecto. El Departamento del Interior le respondió. "Sr. Mather, si le importa tanto esto, ¿por qué no vienes a Washington y lo hace Ud. mismo? (Risas) Y lo hizo. Tomó un puesto en el Departamento del Interior, Pero lo más importante, comenzó una campaña. En realidad, tuvo una reunión a dos cuadras de aquí, en 1914, en el Salón California, y reunió a los superintendentes de parque y algunas otras personas a quienes les importaba esta idea de conservación. Y armaron un plan, tramaron una campaña. que finalmente condujo al Servicio de Parques Nacionales en 1916. Y eso es realmente importante. Porque partió de una idea de que deberíamos proteger estos lugares con un plan real, una forma para que las personas se alisten y lleven adelante esa idea para las generaciones futuras, para que niños como yo pudieran ir y tener estas experiencias increíbles. Esa es la historia de los Parques Nacionales en tierra. El océano, de lo que quiero hablarles hoy, es una historia completamente diferente. Y estamos casi exactamente 100 años atrás. El primer santuario marino fue en 1972, Después del derrame de petróleo en Santa Bárbara, la gente se interesó en tomar ese concepto. y aplicarlo a ambientes submarinos. Hemos tenido nuestro propio John Muir, que es la Dra. Sylvia Earle, que ha sido una incansable defensora de crear estas áreas marinas protegidas en todo el mundo. Sé que hay muchas malas noticias sobre el océano, Hay contaminación plástica, decoloración de coral, pesca excesiva... es difícil asimilarlo todo a veces. Pero la idea es apartar lugares para que la naturaleza funcione. La ciencia nos dice que si dejas aparte estos lugares, la naturaleza volverá y podremos mantener los océanos saludables. Así que sabemos que esta idea funciona. Y la Dra. Sylvia Earl ha sido influyente, como John Muir, con administraciones... George W. Bush y Obama fueron presidentes fantásticos del océano, crearon áreas marinas protegidas en todo el país. Esta no es una idea conservadora o una idea liberal, ni siquiera es una idea estadounidense, es solo una buena idea. (Risas) (Aplausos) Pero... (Aplausos) Aquí estamos, unos años después. Y ahora la administración propone revertir gran parte del progreso que hemos hecho en los últimos 20 años. Entonces, no se lamenten.. organicen. Necesitamos hacer lo que Stephen Mather hizo hace 100 años. Necesitamos comenzar una campaña para que las personas se impliquen en esta idea. Y creo que necesitamos una liga de científicos ciudadanos para el océano. Y he visto destellos de este futuro, y sé que es posible. Mi amigo Erik y yo comenzamos a construir robots submarinos, estas pequeñas cámaras sumergibles con luces con las que puedes ver bajo el agua. Comenzamos a construirlas en su garaje hace cinco años, y las hemos visto crecer en esta comunidad de miles de personas en todo el mundo, que creen que todo el mundo debería tener acceso a estos lugares. Todos merecemos las herramientas para ir y explorar. Historias como la de Laura James, que con su robot descubrió que las estrellas de mar, en su área, estaban muriendo. Y comenzó toda esta campaña de ciencia ciudadana, recogió datos y generó conciencia sobre el síndrome de desgaste de las estrellas de mar, para tratar de averiguar lo que estaba pasando allí. Hay historias de pescadores en México, que usaron el robot para crear áreas marinas protegidas donde los meros de Nassau desovaban, para proteger el futuro de esta especie. Es realmente increíble. Encontramos que si le das a la gente las herramientas, harán lo correcto. Pero tenemos que ir un paso más allá. En realidad, creo que podemos desempolvar el libro de jugadas de Stephen Mather. ¿Qué hizo él? Lo primero que hizo fue concentrarse en la infraestructura. 1914 no fue solo un tiempo para los parques, fue también un tiempo para el automóvil. el Modelo T estaba saliendo de la línea, y Stephen Mather entendió que esto iba a ser una parte importante de la cultura estadounidense. Y así se asoció con asociaciones de carreteras de todo el país. para construir grandes y hermosas carreteras a estos parques. Y funcionó, básicamente se inventó el auto de camping. Y sabía que si la gente no iba a estos lugares, no se enamorarían de ellos y no les importarían. Así que esa fue una idea realmente perspicaz que tuvo. Lo segundo que hicieron, fue enfocarse en la filantropía visionaria. Stephen Mather fue un exitoso hombre de negocios de Chicago. Siempre había una asociación de parques que necesitaba financiación, siempre había una asociación de carreteras que necesitaba financiación, Entraban, ponían cheques, hacían que sucediera. Hay una gran historia de su amigo William Kent, que reconoció que había un pequeño pedazo de secoyas en la base del Monte Tam, compró rápidamente la tierra y la donó a este esfuerzo de Parques Nacionales. Eso es Muir Woods hoy... Es uno de los parques nacionales más populares de todo el país. Mis padres lo están visitando desde Minnesota, y realmente no les importa esta charla, de todo lo que hablan es ir a Muir Woods. (Risas) Pero lo último es crítico... Stephen Mather se centró en el compromiso. En una de las primeras reuniones en torno a este nuevo sistema, dijo: "Si eres escritor, quiero que escribas sobre esto. Si eres dueño de un negocio, quiero que se lo digas a tus clubes y organizaciones. Si trabajas para el gobierno, quiero que pases la regulación". Todos tenían un trabajo. "Cada uno, todos, tienen un papel en la protección de estos lugares para las generaciones futuras". Cada uno de Uds., todos Uds. Me encanta eso. Ese es el plan: un plan simple de tres puntos. Creo que podemos hacer lo mismo. Este fue el titular cuando Obama creó el Monumento Nacional de Papahanaumokuakea: "Hay mucho que ver, pero buena suerte tratando de llegar allí". Pero como Mather, deberíamos centrarnos en la tecnología de nuestro tiempo, Toda esta nueva, increíble, infraestructura digital puede construirse para involucrar a las personas con los océanos. Así, el Santuario marino nacional ha creado todos estos maravillosos videos VR 360, donde realmente puedes ir y ver cómo son estos lugares. Nuestro equipo sigue construyendo nuevas herramientas, este la última, es el dron submarino tridente, es un submarino de buceo, es elegante, puedes ponerlo en una mochila, puede bajar hasta 100 m, más profundo que la mayoría de los buceadores. Puede ver estos entornos a los que la mayoría nunca han tenido acceso. Nuevas herramientas están llegando y necesitamos herramientas aún mejores. También podemos utilizar más filántropos visionarios. Cuando Erik y yo empezamos esto, no teníamos dinero, estábamos construyendo esto en su garaje. Pero fuimos a Kickstarter. Y encontramos más de 1800 personas, recaudamos casi USD 1 millón en Kickstarter, encontramos otras personas que piensan, "Sí, esa es una buena idea. Quiero ser parte de eso". Necesitamos más formas para que las personas se comprometan. y se conviertan en filántropos visionarios en sí mismos. También tenemos filántropos tradicionales, que han ofrecido financiarnos en la iniciativa SEE, la Ciencia Educación y Exploración, que nos ayudará a conseguir unidades donadas a las personas en el frente, personas que están haciendo ciencia, personas que están contando las historias, comunidades inspiradoras. Pueden ir a OpenExplorer.com y ver qué está haciendo la gente, es muy inspirador. Y también, con suerte, lo estimulará a involucrarse. Porque hay mucho espacio para involucrarse. Queremos escuchar qué ideas tienen para contar estas historias. Porque eso es todo, se trata de compromiso. Hay todo tipo de formas nuevas e interesantes para que las personas participen en la protección de estos lugares. Y la comprensión. Al igual que Reef Check, los buceadores bajan y nadan transectos. y contando datos de peces y biodiversidad. Están dando la información que necesitamos para proteger estos lugares. Si van a la playa, participa en MPA Watch. Documenten qué actividades ven en estas diferentes áreas. Hay espacio para que todos participen aquí. Y eso es justo lo que necesitamos. Necesitamos construir un futuro para los nietos de nuestros nietos. El mes pasado salí a navegar. y salimos a las islas Farallon, a 40 km del Gate. Y la mayoría la ve como una especie de santuario de aves, pero tomamos nuestro robot, y lo enviamos. Y la gente en el bote estaba asombrada por la vida debajo de la superficie. Quiero decir, estos son ecosistemas muy, muy importantes. Realmente, y este es un mundo salvaje que aún no hemos explorado. Y ahora tenemos una oportunidad, tal como lo hicieron hace 100 años, proteger estos lugares, tener un plan, mantener a las personas comprometidas. El año pasado, cuando salió la orden ejecutiva, poniendo todo el progreso hecho, todas estas nuevas áreas marinas protegidas, bajo revisión, hubo más de 100 000 personas que comentaron en línea. Casi todas estas cartas decían: "No lo hagan; proteger estos lugares es lo correcto". Mi mensaje a esas 100 000 personas, esas 100 000 cartas es: No esperen a Washington. Podemos hacer esto nosotros. Gracias. (Aplausos)