Chris Anderson: Bienvenido, Bill Gates. Bill Gates: Gracias. CA: Es un placer tenerte aquí, Bill. Tuvimos una conversación de TED hará unos tres meses sobre esta pandemia, y en aquel entonces, creo que fue a finales de marzo, había, si no me equivoco, menos de 1000 muertos en EE. UU. y algo menos de 20 000 en todo el mundo. Quiero decir, ahora llegamos hasta los 128 000 muertos en Estados Unidos y más de medio millón a nivel mundial. En tan solo tres meses, en tres meses... ¿Cuál sería tu pronóstico para lo que queda de año? Tenemos muchos modelos. ¿Qué crees que podría pasar en el mejor y el peor de los casos? BG: Por desgracia, el abanico de posibilidades es inmenso, conforme nos acerquemos al otoño, podremos ver tasas de mortalidad que rivalizarían con las peores que tuvimos en el periodo de abril. Si muchos jóvenes se infectan, acabarán infectando de nuevo a las personas mayores, y llegará a las residencias de ancianos, a los albergues de personas sin hogar, los sitios donde ha habido muchos muertos. En cuanto a innovación, probablemente hablemos de ello después, diagnósticos, terapias, vacunas... se está progresando en esa materia, pero no hasta el punto de poder cambiar que este otoño en Estados Unidos luce bastante mal, y que luce todavía peor de lo que me imaginaba hace un mes, el alto grado de movilidad al que hemos vuelto, gente sin mascarillas, el virus se ha adentrado de verdad en muchas ciudades en las que anteriormente no tenía una presencia notable, así que nos encontramos ante un gran desafío. No veo posible que podamos reducir mucho la tasa de mortalidad, que se sitúa en 500 fallecidos al día. Sin embargo, existe un riesgo importante de que aumenten de nuevo incluso hasta alcanzar los 2000 al día a los que nos enfrentábamos anteriormente, porque no tenemos la distancia social, el cambio en el estilo de vida, que teníamos en abril y mayo. Y sabemos que el virus es en cierto modo estacional, por lo que la fuerza de infección, tanto por temperatura, humedad, el pasar más tiempo en casa... empeorará conforme nos acerquemos al otoño. CS: Es posible que en EE. UU., si extrapoláramos estas cifras al futuro, podríamos acabar con, quizás, más de un cuarto de millón de fallecidos, incluso este año, si no somos precavidos, y, mundialmente, el número de muertos se podría contar, a finales de año, en millones, en plural. ¿Tenemos pruebas de que las temperaturas más cálidas del verano nos hayan estado ayudando? No está completamente demostrado pero, sin lugar a dudas, el modelo IHME quería usar la estacionalidad, incluyendo temperatura y humedad, para tratar de explicar por qué mayo no ha sido peor de lo que ha sido. Así que cuando volvimos a salir y las cifras de movilidad aumentaron, los modelos esperaban más infectados y fallecidos como resultado, y el modelo quería decir: "Pero necesito usar la estacionalidad para ver por qué mayo no ha sido peor, por qué junio no ha sido peor de lo que fue". Y lo podemos observar en el hemisferio sur, por ejemplo, en Brasil, donde tienen la estación opuesta. Ahora toda Sudamérica se enfrenta a una gran epidemia. En Sudáfrica la pandemia avanza a marchas forzadas. Por suerte, Australia y Nueva Zelanda, los últimos países en el hemisferio sur, cuentan con muy pocos casos así que, a pesar de que deban seguir luchando, estamos hablando de: "Oh, tenemos 10 casos, es muy grave, vamos a librarnos de ellos". Tienen la suerte de formar parte de ese grupo de países con poquísimos casos, cuyas pruebas, cuarentena y seguimientos están surtiendo efecto, y se acercan a los cero casos. CA: Tal vez les ayuda la mayor facilidad a la hora del aislamiento, al tener menos densidad poblacional. No obstante, han tomado acciones inteligentes. BG: Sí, todo es tan exponencial, que un poco de trabajo bien hecho, hacen la diferencia. No es una cuestión lineal, es decir, rastrear a los contactos, si cuentas con los casos en EE. UU., es muy importante, pero solo eso no te devolverá a los cero casos, te ayudará a mantener pocos casos, pero la situación nos sobrepasa. CA: De acuerdo, en mayo y junio en Estados Unidos, las cifras eran ligeramente mejores de lo que pronosticaban los modelos y la hipótesis es que se puede deber a las temperaturas más cálidas. Ahora estamos observando, quizás estés de acuerdo, lo que podrían ser casos de repuntes preocupantes en EE. UU. BG: Estás en lo correcto. Por poner un ejemplo, en el área de Nueva York, los casos están disminuyendo en cierto modo; pero en otras partes del país, sobre todo en el sur ahora mismo, vemos lo contrario, repuntes. Y vemos que más jóvenes están dando positivo, en proporciones más altas de las que veíamos en las zonas más afectadas. Y como, claramente, los jóvenes vuelven a salir a las calles más que las personas mayores, la estructura por edades es más joven en estos momentos. Sin embargo, debido a los hogares multigeneracionales, trabajadores de residencias de ancianos, desafortunadamente, la situación se va a revertir, y volveremos a las transmisiones que tuvimos previamente, afectará de nuevo a ancianos, aumentará otra vez el número de fallecidos, que estaba disminuyendo... muchísimo, de 2000 a los 500 que tenemos ahora mismo. CA: ¿Se debe eso en parte a que hay un retraso de tres semanas entre el número de casos y el número de fallecidos? ¿Y quizás en parte también a que ha habido acciones efectivas y estamos viendo la posibilidad de que disminuya el número de fallecidos ahora que tenemos más información? BG: Sí, sin lugar a dudas, la tasa de letalidad siempre es menor cuando no hay saturación. Cuando en Italia se veían saturados, en España, o incluso en Nueva York al principio, y desde luego en China, no podían prestar servicios médicos básicos como oxígeno y demás. Un estudio realizado en Reino Unido financiado por nuestra fundación descubrió que lo único, además de remdesivir, con efectos terapéuticos demostrados, era el dexametasona, y en pacientes con un cuadro grave, reduce la mortalidad en un 20 % y aún se están investigando otras alternativas. Como sabrás, la hidroxicloroquina nunca llegó a dar resultados positivos, así que ha quedado básicamente descartada. Aún se están llevando a cabo ensayos clínicos, pero la lista de lo que se está investigando, como los anticuerpos monoclonales, significa que cuando llegue el otoño contaremos con más herramientas. Por lo que, cuando hablamos de tasas de mortalidad, la buena noticia es que ya hay avances, y tendremos todavía más cuando llegue el otoño. Esperamos empezar a contar con anticuerpos monoclonales, que es el tratamiento por el que estoy más expectante. CA: En realidad hablaremos más sobre ese tema en unos minutos, pero para entender bien las tasas de mortalidad, con un sistema sanitario eficiente, por ejemplo en EE. UU. en zonas sin sobrepoblación, ¿qué cifras podríamos ver, en cuanto a la tasa de letalidad, en un futuro próximo? ¿Me darías un porcentaje total? ¿Nos situaremos por debajo del uno por ciento, quizás? BG: Si identificaramos todos los casos, sí, nos encontraríamos por debajo del uno por ciento. Se está barajando un 0,4 o 0,5 %. Si tenemos en cuenta a los asintomáticos, probablemente se sitúe por debajo del 0,5 %, y eso son buenas noticias. Esta enfermedad podría haber sido del cinco por ciento. La dinámica de transmisión es más compleja de lo que pronosticaron hasta los expertos. La cantidad de contagios por presintomáticos y asintomáticos y el hecho de que no solo se trata de la tos, que sería fácil identificar: "¡Eh, tengo tos!". La tos es un síntoma en muchas enfermedades respiratorias. El problema de esta enfermedad en sus primeras etapas no solo es la tos, sino el cantar, reír, hablar; especialmente los supercontagiadores, personas con una alta carga viral; todo eso propaga la enfermedad, y se trata de algo novedoso, así que los expertos tienen que afirmar: "Vaya, esto nos ha pillado por sorpresa". La cantidad de contagios por asintomáticos y el hecho de que no sea tanto por la tos, como sí ocurre con la gripe o la tuberculosis. Nos ha salido listo el virus. De todos los contagios, ¿qué porcentaje se debe a los asintomáticos? He visto que casi la mitad de todos los contagios se deberían prácticamente a los presintomáticos. BG: Sí, tienes en cuenta a los presintomáticos, la mayoría de estudios muestran que serían el 40 %, y también están los que nunca desarrollan síntomas. Los niveles de virus que aparecen en la parte respiratoria superior no es igual para todos. Unos tienen mucho en la parte superior y muy poco en sus pulmones, y el que aparece en los pulmones es el causante de los peores síntomas, también el de otros órganos, pero especialmente el de los pulmones. Ahí es cuanto acudes al médico. El peor de los casos en cuanto a contagio es cuando aparece mucho virus en el tracto respiratorio superior pero es casi inexistente en los pulmones, así que no acuden al médico. CA: De acuerdo. Entonces, si sumamos los que nunca desarrollan síntomas y los presintomáticos, más del 50 % de los contagios serían causados por quienes no presentan síntomas. BG: Sí, pero los contagios son más difíciles de contabilizar. Es decir, vemos ciertos focos, pero la pregunta del millón con respecto a la vacuna es si, además de evitar que enfermes, que eso investigarán los ensayos, también evitarán que seas transmisor. CA: La vacuna es una cuestión muy importante, hablaremos de ella en breves. Pero antes de hacerlo, ¿hemos aprendido algo nuevo sobre el virus en los últimos meses que haya marcado un antes y un después a la hora de abordarlo? BG: Aún no somos capaces de distinguir quiénes son los supercontagiadores, en cuanto a su tipo de perfil, y puede que nunca lo sepamos. Puede que sea una cuestión arbitraria. Ojalá pudiéramos identificarlos, ya que son la causa de la mayoría de contagios, unos pocos con mucha carga viral. Por desgracia, aún no lo hemos descifrado. Por el modo de transmisión, si estás en un espacio cerrado y nadie habla, hay mucha menos transmisión. En parte por ese motivo, aunque haya contagios en aviones, hay menos de los esperables por las medidas de distanciamiento porque, a diferencia de un coro o un restaurante, no estás respirando en un entorno en el que se hable a voces, como sí pasa en otras zonas cerradas. CA: Claro. ¿Qué piensas moralmente de quienes se montan en un avión y se niegan a llevar mascarilla? BG: Que si es su avión, por mí perfecto. Si hay más personas en ese avión, sería poner en peligro a los demás pasajeros. CA: Al principio de la pandemia, la OMS desaconsejó el uso de mascarillas porque temían que no hubiera suficientes para la primera línea de los hospitales. Visto en retrospectiva, ¿fue un error terrible? BG: Rotundamente. Todos los expertos se lamentan de que la importancia de las mascarillas, y esto se relaciona de nuevo con los asintomáticos, porque si los síntomas fueran evidentes, como en el ébola, entonces identificarías a los portadores y los pondrías en aislamiento, así que no necesitarías algo como las mascarillas. La importancia de las mascarillas, el hecho de que las mascarillas quirúrgicas tuvieran una cadena de producción diferente a las normales; el hecho de que pudieras aumentar la producción de las normales; el hecho de que hubiera prevenido los contagios por los presintomáticos y los asintomáticos, fue un error. Pero no es una conspiración. Es algo de lo que ahora sabemos más. Aunque aún, los datos de las mascarillas son peores de los que nos gustaría, pero los beneficios siguen siendo significativos. CA: De acuerdo, voy a pasar a leer unas preguntas de la comunidad. Veamos. Jim Pitofsky: "¿Crees que en EE. UU. el desconfinamiento ha sido prematuro? Si es así, ¿hasta dónde habría que llegar para afrontar el virus responsablemente?". BG: Bien, hay que encontrar un equilibrio entre, digamos, los beneficios de ir a la escuela y el riesgo de contagio que conlleva ir a la escuela. No es una cuestión baladí, no creo que nadie se aventurara a decir: "Yo sé lo que hay que hacer para encontrar el equilibrio". Entender dónde hay transmisión y el hecho de que los jóvenes también se contagian y forman parte de una cadena multigeneracional de contagios, hay que ponerlo sobre la mesa. Si solo tenemos en cuenta el aspecto de la salud, hemos vuelto a salir a la calle demasiado pronto. Ahora bien, salir a la calle, teniendo en cuenta la salud mental, y por otros aspectos de salud, como vacunas u otras necesidades, tiene sus beneficios. Creo que nuestro desconfinamiento nos ha aportado más riesgo que beneficio. Abrir los bares tan rápido como hemos hecho, ¿era necesario para la salud mental? Tal vez no. Así que no creo que hayamos vuelto a la normalidad con mucha cabeza, y estoy seguro de que cuanto más lo investiguemos, más nos daremos cuenta de que hemos reabierto ciertas cosas muy pronto. Por otro lado están las escuelas, en las que incluso a día de hoy el plan de reapertura en otoño de las escuelas en las ciudades no tendría tan claro cuáles serían los riesgos y beneficios. Dejar que los niños vuelvan al colegio tiene muchos beneficios, pero ¿cómo evaluamos los riesgos? Si en tu ciudad no hay muchos casos, diría que ahí puede haber beneficios. Sin embargo, luego te puede tomar por sorpresa. Pueden empezar a aparecer casos y luego tienes que remediarlo, y eso no es nada fácil. Así que pienso que en EE. UU. hay sitios en los que los riesgos superarán a los beneficios. Este virus ha acentuado casi todos los aspectos de desigualdad: tipos de trabajo, acceso a internet, la capacidad de los colegios a dar clases en línea. A muchos trabajadores de oficina les avergüenza admitir que están siendo más productivos y les está gustando la flexibilidad que ofrece el teletrabajo. Y hay un sentimiento de culpabilidad porque saben que mucha gente está sufriendo de diferentes formas, como que sus hijos no estén yendo al colegio. CA: Desde luego. Tenemos otra pregunta. "Para nosotros en Ruanda, la rápida respuesta ha marcado la diferencia. A estas alturas, ¿qué medidas aconsejarías tomar en EE. UU.?". Bill, sigo esperando el día en que te nombren el jefe del coronavirus, con autoridad para dirigirte directamente al público. ¿Qué medidas tomarías? BG: Bueno, las herramientas de innovación es en donde tanto la fundación como yo tenemos más experiencia. Es evidente que algunas de las políticas de desconfinamiento son muy generosas, pero creo que todo el mundo podría hacerse responsable. Necesitamos líderes dispuestos a admitir que aún nos enfrentamos a un gran problema y que no lo conviertan en un problema político de: "Oh, ¿no es maravilloso lo que hemos conseguido?". No, no es maravilloso, y muchos, incluyendo a los expertos, no sabían a lo que se enfrentaban, y todos querrían que las medidas que tomaron la semana anterior, las hubieran tomado una semana antes. Las herramientas de innovación, en eso consiste el trabajo de mi fundación: antibióticos, vacunas... Contamos con una vasta experiencia, fuera del sector privado, así que podemos trabajar desde una cierta neutralidad con gobiernos y empresas. Especialmente cuando produces ese tipo de productos, ¿a cuál se debe llevar los recursos? No hay una señal de mercado. Los expertos deben decidir: "Estos anticuerpos merece la pena". "Esta vacuna merece la pena". Porque tenemos una capacidad de producción limitada para ambos. Y recaerá en más de una empresa, algo que normalmente no suele ser así, que lo invente una empresa y se utilicen las fábricas de diferentes empresas para obtener la máxima producción del mejor producto. Yo coordinaría ese tipo de cosas, pero necesitamos un líder que nos mantenga al día, de una manera realista y con un comportamiento ejemplar, además de liderar el camino de la innovación. CA: Al hablar de estos temas tienes que ser muy diplomático, así que te agradezco las molestias. Tienes relación con Anthony Fauci, que es una persona respetada en la materia para la mayoría de gente. Pero ¿hasta qué punto está atado? No se le permite ejercer su función con la libertad con la que lo podría hacer dadas las circunstancias. BG: Al Dr. Fauci al principio se le permitía hablar públicamente y, a pesar de que decía cosas realistas, su prestigio se mantuvo intacto. Fue capaz de hablar y mantenerlo. La CDC solía tener la voz cantante. No es algo absolutamente necesario, pero en crisis sanitarias anteriores se dejaba que los expertos de la CDC fueran los portavoces. Están preparados para ello, así que era un poco inusual que recayera tanta responsabilidad en Fauci en lugar de la CDC. Debería ser el Dr. Fauci, que es un investigador brillante y cuenta con una vasta experiencia, sobre todo en vacunas. De alguna manera, ha cumplido, siguiendo el consejo de los expertos, el consejo de los epidemiólogos y, explicándolo de la manera correcta, admitió: "Está bien, podríamos estar ante un rebrote, por lo que deberíamos comportarnos de esta manera". Pero es maravilloso que se le haya permitido tener voz. CA: A veces. Vamos a pasar a otra pregunta. Nina Gregory: "¿Cómo está abordando tu fundación las cuestiones éticas sobre a qué países llega la vacuna primero, si es que se encuentra una?". Quizás, Bill, podrías aprovechar el momento para contarnos cuáles son las dificultades a la hora de encontrar una vacuna y qué es lo más importante, lo que deberíamos tener presente, mientras esperamos novedades. BG: Hay tres vacunas ahora mismo, si funcionaran, serían las primeras: la Moderna, que por desgracia no será fácil de producir a gran escala, así que si funcionara, estaría restringida al ámbito estadounidense; también está la AstraZeneca, que viene de Oxford, y la Johnson and Johnson. Esas son las tres primeras. Y tenemos resultados en animales que parecen ser positivos, pero no son definitivos. En particular, ¿funcionarán en personas mayores? Tendremos resultados en humanos en los próximos meses. Las tres estarán controladas por pruebas de seguridad y eficacia. Por lo que se podrán producir, pero no tantas como nos gustaría. Podremos producirlas antes de que acabe el año. Depende de si la fase 3 es un éxito, y si se completa antes de que acabe el año, yo no sería muy optimista al respecto. En la fase 3 tienes que estudiar de verdad el perfil de seguridad y la eficacia, pero se comenzarán a producir. Y hay cuatro o cinco vacunas con diferentes estrategias que a lo mejor van tres o cuatro meses por detrás: Novavax, Sanofi, Merck. Y financiamos la capacidad de producción de muchas de estas vacunas, nos encontramos ante unas negociaciones muy complejas, para conseguir fábricas que estén destinadas a los países más pobres los que tienen ingresos bajos y medios. Las vacunas más fáciles de producir, como las de AstraZeneca y Johnson and Johnson, nos centraremos en ellas, las que son más baratas y puedes construir una sola fábrica para producir 600 millones de dosis. Así que nos encontramos con unas cuantas vacunas con potencial. No creo que estén antes de que acabe el año. Eso sería el mejor de los casos y unas pocas opciones están cerca, pero normalmente la tasa de fallo es muy elevada. CA: Bill, en el caso de que ni tú ni tu fundación estuvieran presentes, las dinámicas de mercado probablemente controlarían la situación, y en cuanto una vacuna fuera prometedora, los países más ricos acapararían todo el suministro inicial que hubiera disponible, la producción lleva su tiempo, y no quedaría nada para los países más pobres... Pero lo que estás haciendo ofreciendo garantías y capacidad de fabricación a algunos de estos candidatos, abre la posibilidad de que al menos algunas de estas primeras vacunas lleguen a países más pobres. ¿Es correcto? BG: Bueno, no somos los únicos, pero sí, tenemos un papel central, junto con un grupo que creamos, llamado CEPI, Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias, y los líderes europeos están de acuerdo. Nosotros contamos con experiencia para estudiar las opciones y decir: "Bien, ¿dónde hay una fábrica con la capacidad de producir esto? ¿En cuál deberíamos invertir primero? ¿Cuándo cambiamos de rumbo y apostamos por una diferente?". Porque el tipo de persona del sector privado que realmente entiende de esto, muchos trabajan para nosotros, y para estos temas confían en nosotros. Coordinamos muchas fases, pero sobre todo la de producción. Normalmente se espera que EE. UU. se lo plantee como un problema global y se involucre. De momento, nada de eso ha ocurrido. Tengo conversaciones con miembros del congreso y del gobierno sobre las próximas medidas de alivio y puede que tan solo un uno por ciento del presupuesto se destine a proporcionar ayuda al resto del mundo. Por lo que es posible, pero es una pena. El mundo no está acostumbrado a esta ausencia, y muchos están interviniendo, incluida nuestra fundación, para encontrar una estrategia que tenga en cuenta a los países más pobres, que van a tener mayores porcentajes de fallecidos y efectos negativos, como la saturación de sus sistemas sanitarios. La mayoría de las muertes ocurrirán en países en desarrollo, a pesar de que hayamos visto muchas en Europa y EE. UU. CA: Me gustaría ponerte una cámara oculta y escuchar lo que hablas con Melinda sobre este tema, porque nuestros líderes están cometiendo "crímenes" morales, por llamarlo de alguna forma, cuando deberían haber sido más precavidos. Es decir, una cosa es no llevar la mascarilla modélicamente y otra muy distinta es no preocuparte por el resto del mundo cuando te enfrentas a un enemigo común, habría que responder de manera unitaria. Y, sin embargo, catalizan una lucha vergonzosa entre países para conseguir una vacuna, por ejemplo. Realmente pasará a la historia y se juzgará con dureza. Es indignante. ¿No lo crees? ¿O me estoy perdiendo algo? BG: Bueno, no es una cuestión tan en blanco y negro. EE. UU. ha invertido, de lejos, más dinero en financiar la investigación de las vacunas que cualquier otro país y la investigación no tiene límites. No hay una patente que diga "Oye, si utilizas nuestro dinero, vas a tener que pagarle una tasa a EE. UU". Por lo que, en cierto modo, financian la investigación y eso sirve para todos. Por otra parte, sí que financian las fábricas solo para EE. UU. Lo que complica todo es que en los demás problemas sanitarios a nivel global, Estados Unidos lidera la erradicación de la viruela, Estados Unidos lidera la erradicación de la polio, con socios clave como la CDC, la OMS, Rotary, UNICEF, o nuestra fundación. También en la lucha contra el VIH, bajo la presidencia de Bush, aunque fuera muy bipartidista, el PEPFAR fue un éxito rotundo. Salvó millones de vidas. El mundo siempre ha esperado que EE. UU. lleve la voz cantante, tanto a nivel financiero como estratégico, y se preocupe por conseguir una producción global, aunque solo sea para evitar que el virus vuelva a EE. UU. o que la economía mundial siga adelante, que también es beneficioso para EE. UU. tener demanda externa. Así que el mundo está... hay mucha incertidumbre sobre qué funcionará y la gente se pregunta: "¿Quién está al mando aquí?". Lo peor de todo ha sido la retirada de la OMS, eso dificulta las cosas y esperemos que se solucione, en algún momento, porque necesitamos la coordinación de la OMS. CA: Veamos otra pregunta. Ali Kashani: "En cuanto a la gestión de la pandemia, ¿hay algún modelo a seguir en el resto del mundo?". BG: Es maravilloso que, además de actuar rápido, vemos que si tomas a quienes dan positivo y les realizas una pulsioximetría, que mide el nivel de saturación de oxígeno en sangre y además el aparato es muy barato, puedes determinar con anticipación si hay que enviar a alguien al hospital. Sorprendentemente, muchos pacientes no se esperan que vayan a empeorar. Es una cuestión fisiológica interesante, pero no me desviaré del tema. Por ejemplo, Alemania tiene una tasa de letalidad muy baja y han hecho ese tipo de monitorización, Además, por lo que respecta a las instalaciones, hemos aprendido que la ventilación, a pesar de hacerse con la mejor intención, se usó de más y de manera errónea en los primeros días. Así que los médicos saben mucho más sobre el tratamiento ahora. Es un conocimiento compartido, en gran parte, a nivel global. La pulsioximetría como método de detección precoz probablemente se extienda, pero Alemania fue pionera en esto. Y, por supuesto, la dexametasona, que afortunadamente es barata, por vía oral y podemos aumentar la producción. Eso también se expandirá globalmente. CA: Bill, quería preguntarte cómo ha sido para ti, personalmente, todo este proceso. Porque, a pesar de que el tema te apasione y tengas buenas intenciones, que es algo evidente para cualquiera que haya hablado contigo unos minutos, hay unas teorías conspirativas muy descabelladas sobre tu persona. Acabo de hablar con una empresa llamada Zignal, que monitoriza las redes sociales. Y dicen que, hasta la fecha, creo que solo contando Facebook, hay cuatro millones de publicaciones que te asocian a algún tipo de teoría conspirativa sobre el virus. He leído que según una encuesta, más del 40 % de los republicanos cree que tu posible vacuna les plantaría un microchip para monitorizar su localización. Me cuesta llegar a creer semejante porcentaje. Y que algunas personas se lo lleguen a creer de verdad, algunas de estas teorías han llegado a aparecer en "Fox News" y similares, y muchos se lo están tomando tan en serio que llegan a hacer unas amenazas horribles. Parece que consigues ignorar este tipo de cosas perfectamente, pero ¿alguien se ha puesto en tus zapatos? ¿Cómo lo gestionas? ¿Qué está ocurriendo para que se propague este tipo de desinformación? ¿Qué podemos hacer para arreglarlo? BG: No estoy seguro. Es algo nuevo para mí, lo de las teorías conspirativas. Porque Microsoft tuvo sus controversias, pero al menos tenía que ver con cosas reales. Es decir, ¿Windows se quedaba colgado más de lo que debía...? Sin duda tuvimos problemas por monopolio. Pero al menos sabía de dónde salían esas cosas. Cuando comenzaron a surgir esas teorías, mi primera reacción fue tomármelo a risa. Para algunos fue muy inadecuado, porque es un tema serio. Hará que muchas personas estén menos dispuestas a vacunarse. Y, por supuesto, una vez tengamos la vacuna, será como las mascarillas: si mucha gente se la pone, especialmente si es una vacuna que prevenga los contagios, será tremendamente beneficioso para toda la comunidad que haya una vacunación masiva. Así que no sé muy bien qué hacer o decir, porque soy nuevo en esto de las conspiraciones. ¿Y, en fin, qué puedes responder sin darle credibilidad al asunto? Después de que Laura Ingraham, comentarista de "Fox News", dijera que quiero implantar microchips... la encuesta no me sorprende tanto, porque es lo que escuchan en la TV. Es de locos. La gente está recurriendo a respuestas fáciles antes que informarse bien sobre virología. CA: Bueno, TED es apolítico, pero creemos en la verdad. Yo diría lo siguiente: Laura Ingraham, le debes a Bill Gates una disculpa y que te retractes. Es así. Y si a algún espectador se le pasa por la cabeza que este hombre esté metido en algún tipo de conspiración, debería hacérselo mirar. No tiene ni pies ni cabeza. Quienes conocemos a Bill desde hace muchos años, sabemos cómo le apasiona lo que hace y lo comprometido que está como para afirmar que están locos. Pasemos página, y centrémonos en el problema real que es solucionar esta pandemia. De verdad, ya basta. Si alguien en el chat tiene alguna sugerencia, una sugerencia constructiva, para acabar con las conspiraciones, porque se retroalimentan. Ahora dirán que solo lo digo porque formo parte de la conspiración, o alguna barbaridad así. ¿Cómo podemos recobrar... la confianza en la información? Tenemos que hacer algo al respecto. ¿Tenemos alguna pregunta de la comunidad? Aria Bendix, de Nueva York: "¿Alguna sugerencia personal para quienes quieren reducir el riesgo de infección dados los repuntes que estamos viendo?". BG: Bueno, va bien tener un trabajo que te permita trabajar desde casa y atender reuniones virtuales, o incluso algunas actividades sociales, por ejemplo, yo hago videollamadas con muchos amigos. Amigos que están en Europa y a saber cuándo podré verlos, pero nos organizamos para hablar regularmente. Si mantienes un cierto aislamiento no corres mucho riesgo. Sin embargo, si nos juntamos con muchas personas, ya sea por cuestiones de trabajo o para socializar, aumenta el riesgo. Especialmente en las comunidades en las que han aumentado los casos, aunque no sea bajo mandato, esperamos que la gente sea responsable y disminuya el contacto fuera de su núcleo familiar. CA: Bill, me preguntaba si podrías hablarnos un poco sobre tu trabajo filantrópico. Obviamente, tu fundación ha jugado un papel crucial, pero me refiero a la filantropía en términos más generales. Empezaste la campaña The Giving Pledge (La promesa de dar), conseguiste que muchos millonarios se unieran a la causa y prometieron donar la mitad de su fortuna antes o después de fallecer. Pero es algo muy complicado, no es nada fácil donar tanto dinero. Tú mismo, creo, desde que comenzaste The Giving Pledge hará unos diez años, no estoy seguro, pero tu propio patrimonio se ha doblado desde aquel entonces a pesar de ser líder mundial en filantropía. ¿Es realmente difícil donar dinero de manera eficaz para hacer del mundo un lugar mejor? ¿O deberían los donantes, especialmente los más ricos, comenzar a comprometerse con unas fechas y decir: "Cada año donaré un porcentaje de mi patrimonio y, conforme pase el tiempo, tal vez aumente. Porque si lo digo de verdad, debería cumplir mi palabra y tratar de encontrar una manera de conseguirlo". ¿Sería pedir demasiado? BG: Aumentar las donaciones sería extraordinario. Nuestro objetivo, tanto con la Gates Foundation como con The Giving Pledge, es ayudar a la gente a encontrar causas con las cuales conecten. La gente dona cuando le apasiona la causa. Y por supuesto que las cifras importan, pero hay muchas causas que necesitan ayuda. Eliges a qué causa apoyar cuando ves a alguien enfermo, cuando ves a alguien que no recibe ayudas sociales, cuando ves algo que ayuda a reducir el racismo. Algo te toca la fibra sensible, por lo que decides donar. Y, por descontado, unas pocas donaciones no acabaran con el problema. Tenemos que aumentar la ambición de los filántropos. La filantropía colaborativa, que están haciendo posible a través de Audacious, hay otros cuatro o cinco grupos que están reuniendo filántropos. Es algo fantástico, porque aprenden los unos de los otros, se dan seguridad mutuamente... Piensan: "Oye, yo invierto en x, y otras cuatro personas también, por lo que puedo causar un mayor impacto". Con un poco de suerte les pique el gusanillo de la filantropía, aunque esa donación no consiga los resultados esperados, y quieran seguir probando. Así que, sí, me encantaría que aumentaran las donaciones y que quienes empiecen lo encuentren divertido, que les haga sentirse realizados. Puedes involucrarte en familia. En mi caso, a Melinda y a mí nos encanta hacerlo juntos, aprender juntos. En algunas familias participan hasta los más pequeños en estas actividades. Y a veces son los que más se implican. Cuando tienes mucho dinero un millón de dólares te sigue pareciendo mucho dinero, pero si tienes miles de millones, deberías donar cientos de millones. Es curioso que dependiendo de tus gastos personales, te mantienes en esos niveles. Tiene sentido socialmente. Pero en tus donaciones deberías apostar más alto, de lo contrario, solo será un deseo, y no conseguirás un cambio real ni disfrutarlo tanto como podrías. Así que... no queremos que nadie se sienta obligado, pero tanto tú como yo queremos inspirar a otros filántropos a que vean el entusiasmo, que vean las oportunidades más rápido que en el pasado, porque no importa si se trata de problemas de raza, enfermedades o injusticia social, lo bueno es que la filantropía podría conseguir rápidamente, si funcionara, que los gobiernos se sumaran a la causa. Y tanto que necesitamos soluciones, necesitamos esa esperanza y progreso, las expectativas están altas, para encontrar soluciones a problemas muy difíciles. CA: Bueno, a la mayoría de filántropos, incluso a los mejores, les cuesta dar más de cierto porcentaje de su patrimonio cada año, pese a que los más ricos suelen tener acceso a grandes oportunidades de inversión. La fortuna de muchos está aumentando entre un 7 % y un 10 % al año. ¿No crees que para donar realmente la mitad de tu fortuna en algún momento tienes que pensar en donar un cinco, seis, siete, ocho, 10 % de tu patrimonio cada año? ¿No sería lo más lógico? BG: Sí, hay gente como Chuck Feeney, que se comportó ejemplarmente y donó todo su dinero. Melinda y yo también hemos hablado de aumentar nuestras donaciones. Como has comentado previamente, hemos tenido suerte con la financiación, que provenía de diversas fuentes. En general, a las fortunas tecnológicas les ha ido bastante bien, incluso este año. Es uno de los contrastes más grandes con lo que está pasando en el mundo. Y sí que me parece que se espera de nosotros que aceleremos el proceso; hay una razón para acelerar y a los gobiernos les vendría bien la ayuda. Sí, el gobierno pone mucho dinero, pero necesita ayuda para invertirlo bien, para saber dónde no invertir. Y si alguien está dispuesto a donar a los países en vías de desarrollo, porque sus gobiernos no pueden imprimir cheques por valor del 15 % del PIB así que están sufriendo enormemente, en términos económicos por sí solos, sin tener en cuenta a la pandemia. Es una tragedia. Han vivido un retroceso de cinco años, en cuanto al progreso que se esperaba, y en algunos casos, solo la duda de su estabilidad ya es bastante dañina. CA: Bien, Bill, sigo impresionado por lo que Melinda y tú han conseguido. Están haciendo lo correcto, tratando de arreglar tantos problemas, y la cantidad de tiempo que dedican a mejorar el mundo a gran escala, y por descontado la cantidad de dinero, además de la pasión con la que lo hacen. Me parece impresionante, y estoy muy agradecido de que nos hayas acompañado. Muchísimas gracias, y, la verdad, en lo que queda de año vamos a necesitar más que nunca tus habilidades y recursos. Por lo que buena suerte. BG: Gracias. Me divierte mi trabajo y soy optimista, así que gracias, Chris.