En 1958, Rachel Carson recibió una carta, describiendo a pájaros cantores cayendo repentinamente de las ramas. La escritora culpó de sus muertes a un pesticida llamada DDT que los exterminadores habían rociado en un pantano cercano. La carta fue el empujón que Carson necesitaba para investigar el DDT. Ya había escuchado a científicos y conservacionistas que estaban preocupados porque el uso desenfrenado del pesticida suponía una amenaza para los peces, aves y posiblemente los humanos. Empezó a hacer preguntas a través de contactos gubernamentales de sus años trabajando en el Departamento de Pesca de EE. UU. Preguntó: "¿Qué ha silenciado las voces de la primavera?". En 1962, Carson publicó sus descubrimientos en "Primavera silenciosa". Su libro documenta el mal uso de productos químicos y su costo para la naturaleza y la salud humana. "Primavera silenciosa" atrajo de inmediato aplausos y desacuerdos apasionados, junto con despiadados ataques personales contra la autora. ¿Cómo encendió esta controversia está bióloga y autora afable? Carson comenzó su carrera como trabajadora estudiante de postgrado, conciliando sus estudios de biología en la universidad John Hopkins con trabajos a medio tiempo. Aun así tuvo que dejar la universidad antes de completar su doctorado para mantener a su padre enfermo y a su hermana. Carson encontró un trabajo a medio tiempo con el Departamento de Pesca escribiendo un programa de radio sobre biología marina. Su habilidad para escribir contenidos que podían mantener la atención del público impresionó a sus superiores, y en 1936, se convirtió en la segunda mujer contratada por el mismo a tiempo completo. En 1941, publicó el primero de sus tres libros sobre el océano, combinando ciencia con meditaciones líricas en mundos submarinos. Estas exploraciones resonaron con una gran audiencia. En "Primavera silenciosa", Carson dirigió su atención a la forma en que las acciones humanas amenazan el equilibrio de la naturaleza. El DDT en origen fue usado durante la Segunda Guerra Mundial para proteger los cultivos de los insectos y proteger a los soldados de enfermedades provocadas por insectos. Tras la guerra se roció rutinariamente en amplias franjas para combatir las plagas a menudo con resultados imprevistos. Un intento de erradicar las hormigas de fuego en el sur de EE. UU. mató indiscriminadamente la vida salvaje, pero hizo poco para eliminar a las hormigas. A pesar de este y otros contratiempos, el Departamento de Agricultura de EE. UU. y las empresas químicas ensalzaron los beneficios del DDT. Hubo poca regulación o conciencia del público sobre su peligro potencial. Pero Carson mostró cómo el uso excesivo de químicos condujo a la evolución de las especies resistentes, lo que, a su vez, alentó el desarrollo de productos químicos más mortales. Como el DDT no se disuelve en el agua, afirmó que con el tiempo se acumularía en el medio ambiente, los cuerpos de los insectos, los tejidos de animales que consumen esos insectos y a la larga en los humanos. Sugirió que la exposición al DDT podría alterar la estructura de los genes, con consecuencias desconocidas para las futuras generaciones. La respuesta a "Primavera silenciosa" fue explosiva. Para mucha gente el libro era un llamado para regular sustancias capaces de causar un daño catastrófico. Otros objetaron que Carson no había mencionado el papel del DDT para controlar la amenaza que los insectos suponen para la salud humana. El exsecretario de Agricultura Ezra Taft Benson demandó saber: "¿Por qué una solterona sin hijos estaba tan preocupada por la genética?", y desestimó a Carson como: "Posiblemente una comunista". Un abogado de un fabricante de pesticidas mencionó a Carson y sus partidarios como influencias siniestras con el objetivo de pintar negocios como inmorales En realidad, Carson se había centrado en los peligros de los químicos porque no eran ampliamente entendidos mientras los méritos eran bien publicitados. Rechazó la creencia prevalente de que los humanos deben y podían controlar la naturaleza. En su lugar, retó a la gente a cultivar "madurez y dominio, no solo de la naturaleza, sino de nosotros mismos". Carson murió de cáncer en 1964, solo dos años después de la publicación de "Primavera silenciosa". Su trabajo impulsó a una generación de activistas medioambientales. En 1969, bajo la presión de los ambientalistas, el Congreso aprobó la Ley Nacional de Política Medioambiental que requería que las agencias federales evaluaran los impactos mediambientales de sus acciones. Para hacer cumplir el acto, el presidente Richard Nixon creó la Agencia de Protección Medioambiental (EPA). Y en 1972, la EPA emitió una prohibición parcial en el uso del DDT. Mucho después de su muerte, Rachel Carson continúa abogando por la naturaleza a través del impacto persistente de su literatura.