Yo soy activista de ideas.
Eso quiere decir que lucho
por las ideas en las que creo
para que tengan su momento de gloria,
sin importar en qué lado
de la línea del ecuador se gestaron.
Como debe ser,
yo mismo soy de ese lugar del mundo
muchas veces referido
con el eufemismo de "el Sur Global",
o "el mundo en desarrollo."
Pero seamos francos con esto:
cuando usamos esas palabras,
lo que queremos decir es el mundo pobre,
aquellas esquinas del mundo
con contenedores listos
para llenarse de ideas de segunda mano
de otros lugares y de otras personas.
Pero, yo estoy aquí para salirme
un poco del guion
y tratar de convencerlos
de que estos lugares, en realidad,
están vivos y llenos de ideas.
Mi verdadero problema es:
¿Por dónde empezar?
Quizás en Egipto, Alejandría,
donde conocimos a Rizwan.
Cuando él se va de su zoco,
se dirige a una farmacia
por su medicina para el corazón
para prevenir que la sangre
en sus arterias se coagule.
Se enfrenta al hecho de que,
a pesar de una creciente epidemia
que es la causa del 82 %
de todas las muertes en Egipto,
son las medicinas
para tratar esas condiciones
que los falsificadores,
como genios malvados que son,
han decidido desarrollar.
Los falsificadores crean
imitaciones de medicinas.
Afortunadamente para Rizwan,
mi equipo y yo,
trabajando junto a la mayor
farmacéutica en África,
hemos puesto códigos únicos,
una especie de contraseña temporal,
en cada envase de la medicina
para el corazón más vendida en Egipto.
Así que, cuando Rizwan compra su medicina,
puede enviar esa contraseña temporal
a un código sin cargo
que hemos configurado en todas
las compañías telefónicas de Egipto
gratuitamente.
Él recibe un mensaje,
llamado el mensaje de vida,
que le asegura
que esta medicina no corresponde
a una del 12 % de las medicinas en Egipto
que son falsificadas.
Desde las maravillosas orillas del Nilo,
nos deslizamos al hermoso
Valle del Rift en Kenia.
En la ciudad de Narok,
conocemos a Ole Lenku,
un compañero en ser sal de la tierra.
Cuando va a una tienda agrícola,
todo lo que necesita
son semillas de repollo
certificadas y en buen estado
que, si él las plantara,
producirían una cosecha
lo suficientemente buena
como para pagar la escuela de sus hijos.
Eso es todo lo que desea.
Desafortunadamente,
según la mayoría de
las organizaciones internacionales,
el 40 % de todas las semillas vendidas
en África Oriental y del Sur
son de calidad cuestionable,
algunas veces totalmente fraudulentas.
Afortunadamente para Ole,
una vez más, nuestro equipo
ha hecho su trabajo
y, en conjunto con el principal
regulador de agricultura en Kenia
hemos digitalizado
todo el proceso de certificación
para las semillas en ese país,
cada semilla como mijo, sorgo, maíz,
de modo que cuando Ole Lenku envía
un código de un paquete de mijo,
puede recibir un certificado digital
que le asegura que la semilla
está correctamente certificada.
Desde Kenia, nos dirigimos
a Noida en India,
donde la insuperable Ambika
se afirma al sueño de convertirse
en una atleta de elite,
confiada al saber que
debido a nuestra tecnología
de índice de ingredientes
no comerá por accidente,
algo que pudiera arruinarle
las pruebas de dopaje
y descalificarla de los deportes que ama.
Finalmente, llegamos a Gana,
mi país natal,
donde otro problema debe resolverse,
el problema de poca vacunación o
vacunación de baja calidad.
Verán, cuando se inyectan vacunas
en el flujo sanguíneo de un infante,
se les da un seguro de vida
contra peligrosas enfermedades
que podrían discapacitarlos o matarlos.
Algunas veces, esto es de por vida.
El problema es que las vacunas
son organismos delicados,
y necesitan ser almacenados
a una temperatura entre 2 - 8 ºC.
Y si Uds. no hacen eso,
las vacunas pierden su potencial,
y ya no pueden entregar la inmunidad
que los niños merecen.
Trabajando con científicos
en computación gráfica,
hemos convertido sencillas marcas
sobre los frascos de las vacunas
en lo que podrían considerar
como simples termómetros.
Estos patrones cambian en el tiempo
en respuesta a la temperatura
hasta que dejan un patrón distintivo
en la superficie de la vacuna,
de tal modo que una enfermera
con un escáner en el teléfono,
puede detectar si la vacuna fue
almacenada a la temperatura correcta
y por lo tanto es buena para su uso
antes de administrarla al niño,
literalmente asegurando
la próxima generación.
Estas son algunas de las soluciones
que salvan vidas y redimen a la sociedad,
en esta parte del mundo.
Pero yo les recordaría
que hay ideas poderosas detrás de ellas,
y voy a resumir algunas.
Uno, que la confianza social no es
lo mismo que la confianza interpersonal.
Dos, que la separación entre
el consumo y la regulación
en un mundo cada vez más independiente
ya no es viable.
Y tres, que la autonomía descentralizada,
pese a lo que digan los adeptos a
la cadena de bloques de Occidente,
a quienes respeto mucho,
no es tan importante como reforzar
los ciclos de retroalimentación social.
Estas son algunas de las ideas.
Cada vez que voy a algún lugar
y doy esta charla
y hago estos comentarios
y doy estos ejemplos
la gente dice,
"si esas ideas son tan brillantes,
¿por qué no están por todas partes?
Nunca escuché de ellas".
Quiero asegurarles,
que la razón por la que
no han oído estas ideas
es exactamente el punto
que expuse al comienzo.
Y es que hay lugares en el mundo
donde las buenas ideas
simplemente no se expanden
debido a la latitud donde han nacido.
Lo llamo "imperialismo de latitud mental".
(Risas)
Esa es realmente la razón.
Pero Uds. podrían responder,
"Quizá es un problema importante,
pero es específico de algunas
partes del mundo.
¿Por qué quieres globalizar
esos problemas?
Es mejor que sean locales".
Y si en respuesta yo les dijera
que, de hecho, cada uno
de los problemas que he descrito
es un asunto fundamental
de pérdida de confianza
en los mercados e instituciones,
y que no hay nada más global o
universal, más cercano a Uds. y a mí
que el asunto de la confianza.
Por ejemplo, el 25 % de los mariscos
en EE. UU. se etiqueta fraudulentamente.
Y cuando compran un sándwich
de atún o salmón en Manhattan.
están comiendo algo que podría
haber sido prohibido en Japón por tóxico.
Literalmente.
¿Han oído del tiempo cuando la
carne de caballo se vendía como de vacuno
en las hamburguesas en Europa?
Lo han escuchado.
Lo que no saben es que buena parte
de esa carne falsa
también estaba contaminada con cadmio,
que puede dañar los riñones.
Esto fue en Europa.
Muchos de Uds. saben de los accidentes de
avión y están preocupados,
porque alguno de ellos
se quedó en su conciencia.
Pero apuesto a que no saben
que una investigación descubrió
un millón de incidentes
en la cadena de producción
aeronáutica en EE. UU.
Así que esto es un problema global.
Es un problema global.
La única razón de que no lo afrontemos
con la urgencia que merece
es que las mejores soluciones,
las soluciones más avanzadas,
más progresivas,
están, desafortunadamente, en lugares
del mundo donde no pueden expandirse.
Y por eso no es sorprendente
que los intentos por crear el mismo
modelo de verificación en farmacias
están una década atrás
en EE. UU. y Europa,
mientras ya está disponible en Nigeria.
Una década, y cuesta cien veces más
Por eso, cuando van
a un Walgreens en Nueva York,
no pueden corroborar el origen
de su medicina,
pero sí pueden en Maiduguri,
al norte de Nigeria
Esa es la realidad.
(Aplausos)
Esa es la realidad.
(Aplausos)
Entonces, volvamos
al problema de las ideas.
Recuerden, las soluciones
no son más que un paquete de ideas,
por tanto, las ideas
son lo más importante.
En un mundo donde marginamos
las ideas del Sur Global,
no podemos crear modelos de
problema-solución globalmente inclusivos.
Ahora, Uds. podrían decir,
"Bueno, eso es malo,
pero en un mundo donde tenemos
tantos otros problemas,
necesitamos otra causa?".
Yo digo sí, necesitamos otra causa.
De hecho, es una que los sorprenderá:
la justicia intelectual.
Uds. dirán, "¿Qué? ¿Justicia intelectual?
¿En un mundo de abuso
a los derechos humanos?".
Y yo lo explico así:
todas las soluciones a los otros problemas
que nos afectan y confrontan
necesitan soluciones.
Y Uds. necesitan las mejores ideas
para abordarlos.
Y por eso hoy les pregunto,
¿podemos dedicarle un momento
a la justicia intelectual?
(Aplausos)