Creación de valor. Creación de riqueza. Estas son palabras muy poderosas. Tal vez Uds. piensan en finanzas, piensan en innovación, o en creatividad. Pero ¿quiénes son los creadores de valor? Si usamos esa palabra, insinuamos que algunas personas no crean valor. ¿Quiénes son? ¿Los adictos a la tele? ¿Los extractores de valor? ¿Los destructores de valor? Para responder esta pregunta, precisamos de una adecuada teoría del valor. Y yo estoy aquí como economista para explicarles que estamos bastante perdidos en esta cuestión. No se sorprendan tanto. Lo que quiero decir con esto es que hemos dejado de impugnarlo. Hemos dejado de plantear preguntas realmente difíciles sobre la diferencia entre creación de valor y la extracción de valor, y entre actividades productivas y no productivas. Lo voy a poner en contexto aquí. En el 2009, casi un año y medio tras una de las mayores crisis financieras de nuestro tiempo, la segunda después de la Gran Depresión de 1929, el CEO de Goldman Sachs dijo que los trabajadores de Goldman Sachs eran los más productivos en el mundo. La productividad para un economista, en realidad, está muy relacionada con el valor. Uno produce algo, uno lo produce de forma dinámica y eficiente. También produce cosas que el mundo necesita, quiere y compra. Pero cómo pudo haberlo dicho tan solo un año tras la crisis, que en realidad sufría este banco, así como muchos otros bancos —tengo ganas de traer a Goldman Sachs aquí— estaban el centro de la crisis, porque produjeron productos financieros muy problemáticos relacionados principalmente con hipotecas que llevaron a miles de personas a perder sus hogares. En 2010, en solo un mes, septiembre, 120 000 personas perdieron sus hogares debido a embargos durante esa crisis. Entre 2007 y 2010, 8.8 millones de personas perdieron sus puestos de trabajo. El banco también tuvo que ser rescatado por los contribuyentes de EE. UU. por la suma de USD 10 mil millones. No escuchamos a los contribuyentes presumir de ser creadores de valor, pero es evidente que, tras haber sacado de apuros a una de las mayores empresas de creación de valor, tal vez lo deberían hacer. Lo que quiero hacer ahora es que nos preguntemos cómo hemos perdido nuestro camino, cómo podría ser, en realidad, que una afirmación así, pueda pasar desapercibida, porque no era una broma durante la cena; esto se dijo muy en serio. Así que lo que quiero hacer es recordar 300 años de pensamiento económico, cuando, en realidad, se discutía el término. Esto no quiere decir que estuviese bien o mal, pero no se podía simplemente decir que uno era creador de valor o de riqueza. Hubo un gran debate dentro de la profesión económica. Y quiero argumentar que hemos perdido nuestro camino, lo que de hecho ha permitido que el término "creación de riqueza" y "valor" haya llegado a ser bastante débil y vago y también fácil de registrar. ¿Sí? Así que vamos a empezar —odio decírselo— hace 300 años. Lo interesante hace 300 años es que la sociedad seguía siendo de tipo agrícola. Por lo tanto, no es sorprendente que los economistas de la época, quienes eran llamados fisiócratas, pusieran realmente el centro de atención en la mano de obra agrícola. Cuando se preguntaban: "¿De dónde viene el valor?", se fijaban en la agricultura. Y crearon lo que creo que fue la primera hoja de cálculo del mundo, llamada "Tableau Economique" y esto lo hizo François Quesnay, uno de los líderes de este movimiento. Y fue muy interesante, porque no se limitaron a decir, "La agricultura es la fuente del valor". Estaban muy preocupados por lo que ocurría con a ese valor cuando se había producido. Lo que hace el Tableau Economique —he tratado de simplificarlo un poco para Uds.— es dividir la sociedad en tres clases. Los agricultores creando valor, los denominaron "clase productiva". Otros que solo movían algo de este valor lo que era útil y necesario, eran los comerciantes; los denominaron "propietarios". Y otra clase que simplemente imponía a los agricultores una cuota para un activo existente, la tierra, y los denominaron "clase estéril". Esa es una palabra muy connotada de alto impacto si se piensa en lo que significa: que si demasiados recursos van a los propietarios, en realidad, se pone en peligro la reproducción potencial del sistema. Y todas esas flechas ahí eran su forma de hacer simulaciones, —de nuevo, hojas de cálculo y simuladores, realmente usaban datos masivos— simulaban lo que en realidad sucedería bajo diferentes escenarios si la riqueza en realidad no se reinvirtiera en la producción para que esa tierra fuera más productiva y si en realidad se desviaba de diferentes formas, o incluso si los propietarios recibían demasiado. Lo que sucedió después en el siglo XIX, y esto ya no era la Revolución agrícola sino la Revolución industrial, es que los economistas clásicos, es decir, Adam Smith, David Ricardo, Karl Marx, el revolucionario, también se preguntaron "¿Qué es el valor?". Pero no es sorprendente que como, en realidad, estaban viviendo en medio de una era industrial con el surgimiento de máquinas y fábricas, dijeran, que era el trabajo industrial. Así que tuvieron una teoría del valor-trabajo. Pero nuevamente, su enfoque era la producción, esta preocupación real de lo que sucedía al valor que se creaba si se estaba desviando Y en "La riqueza de las naciones" Adam Smith puso este gran ejemplo de la fábrica de alfileres al decir, si solo tienes una persona haciendo todo el alfiler a lo sumo puedes hacer un alfiler al día. Pero si realmente se invierte en la producción en fábrica y en la división del trabajo, —un nuevo pensamiento, hoy usaríamos la palabra "innovación organizacional— entonces se podría aumentar la productividad el crecimiento y la riqueza de las naciones. Y demostró que 10 trabajadores especializados en los que se había invertido en su capital humano, podrían producir 4800 alfileres al día, a diferencia de uno solo por trabajador no especializado. Y él y sus compañeros economistas clásicos también desglosaron las actividades en productivas e improductivas. (Risas) Y las improductivas no eran... Creo que se ríen porque la mayoría de Uds. están en esa lista, ¿no es así? (Risas) Abogados. Creo que tenía razón sobre los abogados. Definitivamente no sobre los profesores puso todo tipo de personas. Así que abogados, profesores, tenderos, músicos. Obviamente odiaba la ópera. Debió haber visto la peor actuación de su vida la noche antes de escribir su libro. Hay al menos tres profesiones allá arriba relacionadas con la ópera. Pero esto no fue un ejercicio de decir: "No hagas estas cosas". Era solo, "¿Qué pasaría si terminamos permitiendo que algunas partes de la economía crezcan demasiado sin pensar en cómo aumentar la productividad a partir de la fuente del valor que ellos consideraban clave, que era la mano de obra industrial. Y de nuevo, no hay que preguntarse si esto estaba bien o mal, fue muy disputado. Hacer estas listas, de hecho, les obligó también a hacerse preguntas interesantes. Y su enfoque, como el foco de los fisiócratas, era, de hecho, estas condiciones objetivas de producción. También se enfocaron, por ejemplo, en la lucha de clases. Su comprensión de los salarios tenía que ver con el objetivo de las relaciones de poder, el poder de negociación del capital y del trabajo. Pero, de nuevo, las fábricas, las máquinas, la división del trabajo, tierras agrícolas es lo que se aglutinaba en ellas. Así que la gran revolución que sucedió a continuación —y esto, por cierto, no se enseña a menudo en las clases de economía— la gran revolución que surgió con el sistema actual de pensamiento económico que tenemos, que se llama "economía neoclásica" fue que la lógica cambió por completo. Cambió de dos maneras. Cambió de centrarse en condiciones objetivas a condiciones subjetivas. Déjenme explicarles lo que quiero decir con eso. Objetivo, en la forma que acabo de decir. Subjetivo, en el sentido de que toda la atención se concentró en cómo los individuos de diferentes clases toman sus decisiones. Así, los trabajadores maximizan sus opciones de ocio y trabajo. Los consumidores maximizan su llamada utilidad, que es un indicador de felicidad, y las empresas maximizan sus ganancias. Y la idea detrás de esto era que entonces podemos agregar esto, y vemos en qué se convierte eso, que son estas bonitas, elegantes curvas de oferta y demanda que producen un precio un precio equilibrado. Es un precio equilibrado, porque también le hemos añadido muchas ecuaciones de la física newtoniana donde los centros de gravedad son una parte muy importante del principio de organización. Pero el segundo punto es que ese precio de equilibrio, o precios, revela valor. Así que aquí la revolución es un cambio de objetivo a subjetivo, pero también la lógica ya no es sobre qué es el valor, cómo se determina, o cuál es el potencial reproductivo de la economía, que a su vez nos lleva a una teoría del precio, sino más bien lo contrario: una teoría de precios y un intercambio es lo que revela valor. Esto es un cambio enorme. Y no es solo un ejercicio académico, tan fascinante como podría ser. Afecta a la forma de medir el crecimiento. Afecta la forma cómo conducimos economías para producir más de algunas actividades, y menos de otras. Afecta también cómo remuneramos algunas actividades más que otras. Y también cómo pensamos sobre ellas. Así ¿estamos dispuestos a levantarnos siendo o no siendo un creador de valor? Y ¿cómo es el propio sistema de precios si no lo determinan Uds.? Mencioné que afecta a la forma como pensamos sobre la producción. Si solo incluimos, por ejemplo, en el PIB, aquellas actividades con precios, suceden todo tipo de cosas realmente extrañas. economistas feministas y economistas ambientales han escrito mucho sobre esto. Déjenme darles algunos ejemplos. Si se casa con su niñera, el PIB va a bajar, así que no lo haga. No tengan la tentación de hacerlo, ¿de acuerdo? Debido a una actividad que quizá antes era pagada se sigue haciendo, pero ya no es pagada. (Risas) Si contaminan, el PIB sube. Aún así, no lo hagan, pero si lo hacen, ayudarán a la economía. ¿Por qué? Porque tenemos que pagar realmente a alguien por limpiar. Lo que es también muy interesante es lo que ocurrió con las finanzas en el sector financiero en el PIB. Esto también es algo que siempre me sorprende que muchos economistas no saben. Hasta 1970, la mayor parte del sector financiero ni siquiera se incluyó en el PIB. Era una especie de forma indirecta, tal vez no a sabiendas, de ver todavía a través de los ojos de los fisiócratas moviendo cosas de un lado a otro sin en realidad producir nada nuevo. Por eso solo se incluyeron las actividades con un precio explícito. Por ejemplo, si uno pidió una hipoteca, se le cobró una tarifa. Eso se incluía en el PIB y en el computo del ingreso y producto nacional. Pero, por ejemplo, el pago de intereses netos no se incluían, la diferencia entre lo que los bancos ganaban en intereses si le dieron un préstamo y lo que pagaban por un depósito. Eso no se incluía. Y las personas que hacían la contabilidad empezaron a ver algunos datos, que mostraban que el tamaño de las finanzas y estos pagos netos de intereses iban realmente creciendo sustancialmente. Y llamaron a esto el "problema de la banca." Estas son algunas de las personas que trabajan en Naciones Unidas en un grupo llamado Sistemas de Cuentas Nacionales (SNA). Lo llamaron el "problema de la banca" en plan: "Dios mío, esto es enorme, y ni siquiera lo incluimos". Así que en lugar de detenerse y, de hacer esa Tableau Economique o plantear alguna de esas preguntas fundamentales que también planteaban algunos sobre lo que realmente sucedía la división del trabajo de las diferentes actividades de la economía, simplemente dieron a estos pagos netos de intereses un nombre. Los bancos comerciales llamaron a esto "intermediación financiera". Así entraron en la Contabilidad Nacional. Y a los bancos de inversión los llamamos "actividades de toma de riesgos" y así entraron. Si no me he explicado correctamente, esa línea roja muestra lo rápido que la intermediación financiera crecía en su conjunto en comparación con el resto de la economía, la línea azul, la industria. Lo que fue extraordinario, porque lo que realmente ocurrió, y lo que sabemos hoy y hay varias personas que han escrito sobre esto, estos datos son del Banco de Inglaterra. es que mucho de lo que hacían en realidad las finanzas desde la década de los 70 y 80 era básicamente financiación en sí: financiar la financiación de las finanzas. Es decir, las finanzas, los seguros y los bienes inmuebles. De hecho, en el Reino Unido, algo así como entre el 10 y el 20 % de las finanzas encuentra su camino hacia la economía real en industria, es decir, en el sector energético, en productos farmacéuticos, en el sector de las TIC, pero la mayor parte se remonta a ese acrónimo, FIRE (FUEGO): finanzas, seguros y bienes inmuebles. Se llama muy convenientemente FUEGO. Esto es interesante porque, de hecho, no quiere decir que las finanzas sean buenas o malas, pero en el grado en que con solo por tener que darle un nombre porque en realidad tenía un ingreso que se estaba generando en vez de parar a preguntarse, "¿Qué está haciendo realmente?", fue una oportunidad perdida. Igualmente, en la economía real, en la industria ¿qué estaba pasando? Y este enfoque real en los precios y también en compartir precios ha creado un enorme problema de reinversión. de nuevo, esta atención real que tuvieron tanto los fisiócratas como los clásicos en la medida en que el valor se generaba en la economía de hecho, se estaba reinvirtiendo de nuevo. Y así, lo que tenemos hoy es un sector industrial ultrafinanciado donde, cada vez más, una parte de los beneficios y los ingresos netos no se va de nuevo en la producción, en la formación de capital humano, en investigación y desarrollo, sino que se desvía en términos de recompra de sus propias acciones, lo que aumenta las opciones de acciones, que es, de hecho, el camino que a muchos ejecutivos se les paga. Y algunas recompra de acciones son absolutamente correctas, pero este sistema está completamente fuera de control. Estos números aquí muestran que, en los últimos 10 años, 466 de las empresas S&P 500 han gastado más de USD 4 billones en solo la recompra de sus acciones. Y lo que se ve a continuación, si esto se añade a nivel macroeconómico, si nos fijamos en la inversión empresarial añadida, que es un porcentaje del PIB, también se ve esta caída de nivel de inversión de las empresas. Y esto es un problema. Esto es un gran problema para las habilidades y la creación de empleo. Es posible que hayan oído que se presta mucha atención en estos días a si los robots asumirán nuestros trabajos. La mecanización desde hace siglos, en realidad, lo ha hecho, pero siempre y cuando las ganancias se reinvierten de nuevo en la producción, entonces no importa: aparecen nuevos trabajos Pero esta falta de reinversión es, de hecho, muy peligrosa. Igual que en la industria farmacéutica, la manera como los precios se fijan, es muy interesante porque no se fijan en estas condiciones objetivas de la forma colectiva en la que se crea valor en la economía. Así, en el sector donde hay gran cantidad de diferentes actores públicos, privados, claro, pero también organizaciones del tercer sector creando valor, la forma en que realmente se mide el valor de este sector es a través del propio sistema de precios. Los precios revelan valor. Así que cuando, hace poco, el precio de un antibiótico se incrementó en un 400 % durante la noche, y se le preguntó al director general, "¿Cómo puede hacer eso?", ya que las personas realmente necesitan ese antibiótico. Eso no es justo. Él dijo: "Tenemos el imperativo moral de lograr que los precios suban hasta lo que pueda soportar el mercado", descartando completamente el hecho de que, en EE. UU., los Institutos Nacionales de Salud gastaron más de 30 mil millones al año en investigación médica que condujo realmente a estos fármacos. Así, una vez más, la falta de atención a las condiciones objetivas y solo permitir que el sistema de precios en sí revele el valor. Esto no es solo un ejercicio académico, tan interesante como pueda ser. Todo esto realmente importa para poder medir la producción, y dirigir la economía, hacia aquello que parece productivo a cuyos sectores terminamos ayudando, apoyando y también haciendo sentir a la gente orgullosa por ser parte de ello. De hecho, volviendo a esa cita, no es sorprendente que Blankfein pudiera decir eso. Tenía razón. En la forma en que medimos producción, productividad y valor en la economía, por supuesto que los empleados de Goldman Sachs son los más productivos. De hecho, son los que ganan más. El precio de su trabajo revela su valor. Pero esto es tautológico, por supuesto. Y por eso hay una necesidad real de repensarlo. Necesitamos repensar cómo medimos la producción y de hecho hay algunos asombrosos experimentos en todo el mundo. En Nueva Zelanda, por ejemplo, tienen un indicador bruto de felicidad nacional. En Bután, también, piensan en Indicadores de felicidad y bienestar. Pero el problema es que no podemos solo añadir cosas. Tenemos que hacer una pausa y creo que este debería ser un momento para la pausa pues ya vemos que en realidad muy poco ha cambiado desde la crisis financiera. para asegurarnos de que no confundimos también extracción de valor con creación de valor, mirando lo que está incluido, no solo agregando más, para asegurarnos de no confundir, por ejemplo, rentas con ganancias. Rentas para los clásicos eran ingresos no ganados. Hoy, rentas, en economía, es solo una imperfección hacia un precio competitivo eso podría eliminarse si se eliminan algunas asimetrías. Segundo, podemos dirigir actividades que los clásicos llamaron el "límite de producción". Esto no debería ser un nosotros contra ellos, finanzas grandes y malas contra los bienes de otros sectores. Podríamos reformar las finanzas. Hubo una verdadera oportunidad perdida tras la crisis. Podríamos haber tenido el impuesto a las transacciones financieras, que habría recompensado el largo sobre el corto plazo, pero no decidimos hacerlo a nivel mundial. Podemos cambiar nuestra mente. También podemos configurar nuevos tipos de instituciones. Hay diferentes tipos de instituciones financieras públicas en todo el mundo que proporcionan en realidad finanzas comprometidas, pacientes, a largo plazo, que ayudan a pequeñas empresas a crecer y generar la infraestructura y la innovación Pero esto no debería ser solo sobre rendimiento. Esto no debería ser solo sobre la tasa de rentabilidad. También como sociedad debemos preguntarnos qué valor estamos creando. Solo quiero terminar con el hecho de que esta semana estamos celebrando el 50º aniversario del aterrizaje en la Luna. Esto requiere el sector público, el sector privado, que invierta e innove en todo tipo de formas, no solo alrededor de la aeronáutica. Esto incluye inversión en áreas como nutrición y materiales. Se han cometido muchos errores a lo largo del camino. De hecho, lo que el gobierno hizo fue utilizar todo su poder de adquisición, por ejemplo, para alimentar soluciones de abajo a arriba, de las cuales algunas fallaron. Pero ¿son los fracasos parte de la creación de valor? ¿O son solo errores? O ¿cómo podemos alimentar la experimentación, el ensayo y error y el error y el error? Bell Labs, que fue el laboratorio de Investigación y desarrollo de AT&T, en realidad, procedía de una era donde el gobierno era bastante valiente. Este pidió a AT&T que, para mantener su condición de monopolio, tenían que reinvertir sus ganancias en la economía real, en innovación y en innovación más allá de las telecomunicaciones. Esa fue la historia, la historia del comienzo de los laboratorios Bell. Y ¿cómo obtener estas nuevas condiciones de reinversión para invertir colectivamente en nuevos tipos de valor hacia a algunos de los desafíos más grandes de nuestro tiempo, como el cambio climático? Esta es una pregunta clave. Pero también debemos cuestionarnos si hubiera habido un cálculo de valor presente neto o un análisis de costo-beneficio sobre si intentar o no ir a la Luna y volver de nuevo en una generación, probablemente no hubiéramos ido a la Luna. Gracias a Dios que soy economista y puedo decirles que el valor no es solo el precio. Gracias. (Aplausos)