El llamado de Jesús Bienvenidos a esta lección 25 llamada: "Queridos pastores y líderes". En esta serie de vídeos y también en mi libro aquí he dedicado un capítulo completo, un vídeo completo, para ustedes quienes son pastores y líderes allá afuera. Y quiero darles la bienvenida, pastores y líderes, a este vídeo, porque quiero hablarles. Quiero compartir mi corazón con ustedes. Primeramente, quiero decir que nosotros, como líderes, tenemos una responsabilidad. Y nuestra principal responsabilidad, cuando se trata de la iglesia, es enseñar a las personas lo que Jesús ha ordenado. Nosotros, como líderes, necesitamos enseñar lo que Jesús ha ordenado. Todo lo que Él ha ordenado. Incluyendo lo que vemos aquí en Lucas capítulo 10. Si tú eres un pastor o un líder de una iglesia, y tú has estado enseñando, enseñando, enseñando, enseñando, domingo tras domingo, pero no te has, en algún punto, detenido en Lucas 10, entonces algo está faltando. Necesitamos enseñar las palabras de Jesús. Y recuerda lo que dije en el principio de esta serie de vídeos, que había la iglesia, la misión y Cristo. Pero así es como muchos lo ven: la iglesia primero, la misión segundo y Cristo después. Pero necesitamos empezar con Jesús. Necesitamos empezar con quien Cristo es, lo que Cristo nos ha ordenado a nosotros hacer, y cómo nosotros luego hacemos misión del modo en que Él nos ha ordenado hacerla, y luego, en el final, nosotros terminamos con la iglesia. Yo también quiero recordarles, quienes son pastores y líderes allá afuera, en la iglesia, que las personas en la iglesia no les pertenecen a ustedes. Ellos no me pertenecen a mí. Ellos no nos pertenecen a nosotros. Y estoy triste de que necesite decir eso, pero es tan fácil para nosotros, como líderes, llegar a una mentalidad en donde pensamos que esas personas en la iglesia, de algún modo, nos pertenecen a nosotros. Pero ellos no lo hacen. Y necesitamos siempre recordar eso y recordarnos a nosotros mismos de eso, que todos con nosotros, ellos mismos son llamados, no solo nosotros somos llamados, sino que ellos son todos llamados a hacer ministerio y a obedecer a Jesús. Y nuestro trabajo como líderes no es hacer ministerio por ellos. Nuestro trabajo, como líderes, es equiparlos y ayudarlos y luego enviarlos fuera, de modo que ellos puedan ir afuera y hacer ministerio ellos mismos. Y sé que no es fácil. Y puedo imaginar que algunos de ustedes, quienes han estado leyendo este libro, algunos de ustedes quienes han estado viendo esta serie de vídeos, algunas de las cosas que estoy diciendo aquí, los están desafiando un montón. "Sí, Torben, pero ¿qué pasa si aquellas personas lo toman y salen y encuentran a una persona de paz y se van y empiezan a reunirse allí y nosotros, de alguna manera, no podemos controlarlo? ¿y qué pasa si ellos no están listos para eso? ¿y qué pasa si ellos se equivocan?" Sé que muchos de ustedes están luchando con muchas preguntas. Sé que muchos de ustedes están luchando con algunas de las cosas que estoy diciendo. ¿Y cómo sé eso? Porque he estado allí yo mismo. He estado peleando con muchas de las mismas preguntas, porque vengo a ustedes como alguien quien ha sido líder en la iglesia por años, quien ha sido un pastor. Y he estado peleando con muchas de aquellas preguntas. Y también cuando empecé a mirar las palabras de Jesús y las cosas que he estado enseñando aquí, yo estaba como: "Oh, no. No quiero que las personas se vuelvan locas y caigan en la anarquía. Quiero personas que sean santas. No quiero personas que se descarrían, este camino. Y yo sentí esa responsabilidad. Pero también quiero decir ahora, ahora hemos estado haciendo esto por años y hay buen fruto. Hay un muy, muy buen fruto. Y quiero decir, una de las cosas, muchos años atrás, había un hombre, él me preguntó acerca de toda la cosa con control, porque yo estaba controlando. Pienso yo que ese es un problema para muchos allá afuera, porque es tan fácil, sin saberlo, que venimos al control, pensamos que aquellas ovejas son nuestras ovejas. Y las controlamos de una manera, en vez de entrenarlas y dejarlas ir. Y recuerdo que un amigo me preguntó: -"Torben, ¿cuál es el trabajo del Espíritu Santo?" Y yo dije: -"Ese es recordarle a las personas del pecado y de justicia y de juicio y recordarle a las personas las palabras de Jesús y así en más". Él dijo: -"Torben. ¿Qué tan bueno es el Espíritu Santo en eso? Y yo dije: -"Él es bueno. El Espíritu Santo es realmente bueno". ¿Qué tan bueno es el Espíritu Santo? Él es realmente, realmente bueno. -"¿Cómo lo haces tú y el Espíritu Santo?" -él me preguntó. -"¿Qué?" -"¿Cómo lo haces tú y el Espíritu Santo? ¿Haces tú el 60% del trabajo y Él hace el 40% o tú haces el 40% y Él hace el 60%?" Cuando él me hizo esa pregunta no sabía que contestarle. Y él me hizo otra pregunta: "Torben, ¿quién es el mejor líder en la tierra?" Yo dije: "Jesucristo". "Sí, si Jesús fue el mejor líder en la tierra, y Él le dijo a sus discípulos que la mejor cosa que Él podía hacer era dejarlos, dejarlos en manos del Espíritu Santo: ¿por qué tú entonces piensas que eres tan importante?" Y él me hizo esas preguntas. Y cuando él me hizo esas preguntas me empezó a desafiar, porque... yo estaba asustado. Yo estaba asustado dejar aquellas cosas. Yo estaba asustado de solo incentivar a personas para que corran con eso, porque ¿qué sucedería si ellos se equivocaban y qué si esto y si lo otro? Y yo tenía un montón de problemas de control y yo tenía un montón de miedo. Pero él estaba en lo correcto. Y hoy lo veo. Veo que el Espíritu Santo es capaz, Él es más que capaz. Jesús es más que capaz. Y el fruto que vemos no es solo mucha gente. Vemos calidad. Vemos a personas seguir a Cristo y volverse discípulos. Así que quiero incentivarte, al decir lo mismo: ¿Cuál es el trabajo del Espíritu Santo? Tú no estás llamado a construir la iglesia. Tú estás llamado a hacer discípulos y Jesús construirá la iglesia. Ese hombre me hizo una pregunta al mismo tiempo. Él dijo: -"Torben, qué es lo que quieres? ¿Quieres una iglesia con mil personas en ella o quieres mil iglesias con diez personas en cada una?" Y cuando él me hizo esa pregunta yo estaba como: Mil iglesias con diez (personas) es diez mil>. -"Obviamente quiero los diez mil entonces". Y luego él dijo: -"Torben, ¿qué es lo que quieres? ¿Quieres una iglesia con mil personas o quieres ver un movimiento que está cambiando al mundo?" Ese hombre quien me preguntó eso hace años atrás, era tal vez, no lo sé, eso es como 12 años quizás, hace mucho tiempo atrás, no lo recuerdo ahora mismo. Pero son algunos años atrás, antes de "La Última Reforma", antes de todo lo que nosotros sostenemos ahora. ¿Qué es lo que quiero? ¿Quiero una iglesia con mil personas o quiero un movimiento que está cambiando el mundo? Y eso me hizo pensar, no en lo que yo tenía, sino en lo que yo quería, qué es lo que Dios quiere hacer. No lo que tengo, sino lo que Dios quiere hacer. Y yo dije: "Sí. Sí, lo quiero. Yo quiero ver un movimiento que está cambiando el mundo". No es acerca de La Última Reforma, es acerca de las personas. Es acerca del Reino de Dios. Y yo dije: "Sí, lo quiero". Y yo fui por este camino. Y he pagado un gran, gran precio para ver lo que nosotros estamos viendo ahora. Y todavía lo hago. Yo sigo pagando un alto precio. Pero yo quiero decir: yo realmente, realmente, realmente amo el fruto que estoy viendo. Amo la libertad que estoy experimentando, porque incluso ahora soy parte de algo que es mucho más grande que cuando yo tenía la iglesia. Yo experimento muchísima más libertad ahora de lo que hacía cuando era un pastor y trataba de dirigir la iglesia. Me siento libre ahora porque no es mi reino, no es mi visión. Es solo el llamado de Jesús y lo que Él está haciendo. Y veo cómo el Espíritu Santo está trabajando. Así que, la libertad es asombrosa y el fruto es asombroso. Me gustaría hablarles a ustedes, pastores y líderes allá afuera, Sé que ustedes aman a Jesús. Sé que ustedes hacen todo lo que hacen por el bien de las personas, por el amor de Dios, por el bien del Reino. Esto es lo que creo que ustedes hacen, ese debería de ser nuestro corazón. Pero todavía me gustaría hacerte la misma pregunta que ese hombre me hizo: ¿Qué es lo que realmente quieres en tu vida? O ¿qué es lo que Dios te ha llamado a hacer? ¿Quieres una iglesia con cien personas, mil personas o quieres cien iglesias, mil iglesias con diez (personas) en cada una? ¿O tú quieres ver un movimiento que está cambiando el mundo? ¿Quieres ser parte de la obra del Reino, el Reino de Dios que está cambiando al mundo? ¿Qué es lo que quieres? ¿Quieres obedecer esto? ¿Quieres experimentar la vida de la que hemos estado hablando acerca? Si tú la quieres, entonces es tú decisión y entonces tú necesitas decir "sí" al llamado que Jesús ha dado, como a todos los demás. Tú necesitas decir "sí". Y tú necesitas pagar un precio por eso, como todos los demás. Y yo quiero garantizarte, como pastores y líderes, que esto no va a ser fácil, pero va a ser asombroso y va a haber un montón de fruto. Realmente te incentivo a que sigas el llamado de Jesús. ¿Por qué? Porque es fructífero y hay libertad. Quiero que lo hagas por tu bien y quiero que tú lo hagas por las personas alrededor de ti y por la cosecha. Nuestro enfoque es Cristo y hacer Su voluntad, y luego Él hará el resto. Leemos en el libro de los Hechos 2:47: "Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos". El Señor añadía a ellos cada día los que habían de ser salvos. Nuestro enfoque es hacer lo que Cristo nos ha llamado a hacer y luego nosotros vemos que Él añadirá a las personas que han de ser salvas. Dios lo está haciendo. Jesús está construyendo su iglesia. No sé dónde estás tú ahora mismo, como un pastor o como un líder. No sé de que denominación de iglesia tú eres parte. No sé si tú eres una parte de algo en donde es el nuevo vino y el nuevo odre o eres más parte de, algo así, el viejo odre, si tú estás en una muy, muy tradicional iglesia. Hace poco tiempo atrás, tuve un encuentro en Florida y conocí a un pastor allí. Y él era un pastor de una gran, gran iglesia y él amó lo que él vio en nuestros encuentros. Él amó el fruto y él se fue con ello y fue a casa a la iglesia y él empezó a ver fruto. Él empezó a ver muchos ser bautizados, ser liberados, recibir el Espíritu Santo. Él empezó a ver cosas que él nunca jamás había visto antes. Pero, él también reconoció que el sistema en que él estaba en esa iglesia, entre los otros pastores y líderes en esa red de la iglesia, que ellos no estaban listos para cambiar. Ellos no lo querían. Y ese pastor, de hecho, acabó saliendo de la iglesia. ¿Por qué? Porque él lo había probado y él lo quería. Él vio buen fruto y él quiere más de eso. Tal vez tú eres como este pastor. Tal vez tú estás en un lugar, en donde has estado tan atascado y tú has estado anhelando por esto. Y tú has intentado poner este vino nuevo en el viejo odre, pero tal vez tú estás allí, en donde es, tal vez, tiempo de seguir adelante. Tú ya no puedes cambiarlo. O pongámoslo de otra manera o presentaré otro ejemplo. En Florida conocí a otro pastor. Él tenía una iglesia y él reunía a 50 de sus miembros en la iglesia. Y él me pidió que viniera e hiciera un poco de entrenamiento. Y yo estaba haciendo entrenamiento de cómo sanar a los enfermos, echar fuera demonios, ser guiado por el Espíritu Santo, encontrar a la persona de paz, predicar el Evangelio, hacer discípulos. Y fuimos allí solo tres martes y estuvimos trabajando con la iglesia. Y era asombroso. Configuramos un grupo de WhatsApp allí, en la iglesia, y testimonios comenzaron a llegar, testimonios comenzaron a llegar, testimonios comenzaron a llegar. ¿Cuál fue el resultado? 30 nuevas personas fueron añadidas a la iglesia en un mes. Eso fue hermoso. Nuevas personas fueron añadidas. También hubo 7 de los antiguos, quienes se fueron, porque a ellos no les gustó. Así es como siempre es. Un pastor necesitó salir de la iglesia. Otro pastor, él vio 30 nuevas personas ser añadidas en un mes. No sé dónde tú estás. No sé en qué contexto tú estás. Pero sé que esta es la verdad. Y si esta es la verdad, lo que Jesús está diciendo, tenemos una responsabilidad, sin importar cómo las personas alrededor de nosotros lo recibirán. Así que ¿Por dónde deberías empezar? No lo sé. Algunos de ustedes tienen un largo, largo camino por delante. Tal vez tú estás en una denominación de iglesia en donde ellos no creen en los dones (ministerios), que los dones (ministerios) son para hoy en día, con el bautismo con el Espíritu Santo, hablar en lenguas, sanar a los enfermos, echar fuera demonios. Si tú estás allí, tienes un largo, largo camino por delante. Pero te incentivo: ve allí. ¿Por qué? Porque es la verdad. Quiero decir algo aquí. Cuando conocí a Dios, muchos años atrás, mi padre me miró y me dijo: "Torben. ¡No toleraré que tú vayas a la iglesia! ¡No quiero que tú tengas nada que ver con Jesús y la Biblia! Yo miré a mi padre y yo lo amaba y porque yo lo amaba no hice lo que él me dijo. Pero él no estaba de acuerdo con eso. Él pensó que yo era rebelde y él estuvo enojado, por seis años, hasta que lo guié a Cristo, lo bauticé en agua y con el Espíritu Santo. Y ahora él está muerto, en casa con Dios. Y yo estoy agradecido de que no transigí, incluso si él estuvo enojado por seis años. Fue fácil, de alguna manera. Fue difícil, pero era de todas maneras fácil el saber qué hacer cuando mi padre dijo: "Torben. ¡No toleraré que tú tengas nada que ver con Dios!" ¿Por qué? Porque, papá, si yo no tengo a Jesús: ¿quién te lo va a dar a ti? Y quiero decirte lo mismo a ti. Si tú estás en una denominación de iglesia y ellos no creen en los dones (ministerios)... es, de alguna manera, fácil qué hacer. ¿Que deberías hacer? Tú deberías hacer solo lo que es correcto. Tú deberías hacer lo que la Biblia dice, sin importar si ellos lo van a recibir o si ellos lo van a rechazar. Sin importar si habrán disturbios y problemas. Tú debes hacer lo que es correcto, porque es la cosa correcta a hacer. Porque es la verdad. Si tú vas por este camino, algunas personas te van a odiar por ello, pero te lo garantizo, muchas más personas te van a amar por ello. Nosotros, como líderes, especialmente como líderes, pero todos nosotros no podemos complacer a todos. Solo complazcamos a Dios, en vez de eso. Hagamos lo que es correcto, porque es la cosa correcta a hacer, porque es la verdad. Y, luego, cada otra pregunta: "Sí, pero ¿qué hay acerca de esto?, ¿qué hay acerca de esto?, ¿qué hay acerca de aquello?, ¿qué hay acerca de esto?, ellas vendrán después. Empezamos con la verdad. Tal vez tú eres un pastor o un líder en una iglesia más moderna, quienes creen en los dones (ministerios), pero en donde no hablan acerca del pecado para nada y el bautismo es solo un símbolo. Te diré lo mismo a ti: Haz lo que es correcto, porque es la cosa correcta a hacer. Y sin importar dónde estás, te diré: siempre empieza con el Evangelio. Porque lo que tú verás cuando tú realmente entiendes el Evangelio y empiezas a compartir el Evangelio, tú estarás sorprendido de cuántas personas hay en las iglesias que no han nacido completamente de nuevo. Tú piensas que ellos están luchando porque ellos no tienen el corazón para leer la Biblia, ellos no tienen el anhelo de congregarse con otros creyentes, ellos no tienen ningún deseo de hablarle a otras personas acerca de Jesús. Y tú pensarás: <Oh. Solo necesitamos discipularlos un poquito más> y algunas personas, sí, necesitan ser discipuladas, pero muchas otras personas, de hecho, solo necesitan nacer de nuevo. Porque si ellos completamente, completamente ven su pecado y completamente reconocen que ellos estaban perdidos, se arrepienten y nacen de nuevo completamente, ¡venga ya!, el anhelo por congregarse con otros creyentes, el deseo de vivir una vida santa, el deseo de hablarle a las personas acerca de Dios, todo esto va a venir naturalmente. Así que, yo diré, sin importar dónde tú estás, nunca jamás transijas con el Evangelio. Tómate el tiempo de compartir el Evangelio. Luego, te incentivo a ti que estás en una iglesia, si tú puedes, empieza con unos pocos. No es siempre fácil. Depende de cuán grande es la iglesia, por supuesto, pero es muy difícil tener una gran iglesia y luego solo moverla así. Encuentra a los pocos. Siempre hay un 10%-15% de la iglesia, quienes quieren más, quienes lo están anhelando. Encuentra a aquellas personas. Empieza con ellos. Déjalos leer el libro. Ve a través de las enseñanzas con ellos. Déjalos entender de qué se trata este llamado y luego déjalos vivirlo. Empieza a ver testimonios, ir afuera, encontrar a la persona de paz, guiar personas a Cristo. Empieza con aquellos pocos quienes lo quieren. Y luego deja que esos pocos vayan a la iglesia en una reunión más grande y compartan los testimonios. Y lo que tú verás es que, cuando los asistentes "normales" de la iglesia quienes han estado sentados en la iglesia por 10-15 años, sin realmente llevar fruto, repentinamente comienzan a llevar un montón de fruto y empiezan a testificar de Jesús y del cambio y luego tú los usas para que vayan a la plataforma (púlpito) y compartan sus testimonios. Entonces empieza a ir rápido. Porque entonces las personas no van a pensar: Es fácil para ti hablar acerca de eso>, sino que cuando vean a sus amigos en la iglesia empezar a vivirlo, ellos empiezan a estar celosos, algunos de ellos. Y más personas lo quieren. Y más personas lo quieren. Y más personas lo quieren. Y, de pronto, tú cambias toda la atmósfera en la iglesia. Pero, me entristece decir que tú acabarás, a menudo, con un grupo de personas que no lo quieren, porque eso no fue para lo que se anotaron. Ellos están en la iglesia por muchas razones y una de ellas no es seguir a Cristo, darlo todo. Así que necesitas contar el costo. Y, tal vez, algunas personas saldrán de la iglesia. O algo más. No lo sé, pero sé una cosa. Sé que si tú haces lo que es correcto, te sentirás que tú estás vivo, tú serás parte de no solo comenzar una pequeña iglesia o una gran iglesia, tú serás una parte del Reino de Dios. Así que, yo realmente quiero desafiarte a ti allá afuera. No estés asustado. No estés asustado. Has lo que es correcto, porque es la correcta cosa a hacer. Tú has oído, tú has visto, y ahora tú tienes una responsabilidad. Pablo en Hechos 20:26 dijo: "Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos...". ¿Por qué Pablo dijo eso? ¿Por qué Pablo dijo a las personas: "Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos..."? Pablo lo dijo porque él sabía, como un líder, que él tenía una responsabilidad con esas personas que Dios le había confiado. Pablo dijo que él era inocente porque él había predicado la completa verdad de Dios y él no se guardó nada. Y podemos ver eso en el siguiente versículo, porque el siguiente versículo dice esto: "...porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios". Si tú estás dudando en decir la completa verdad, porque tú tienes miedo de lo que las personas dirán, entonces tú no puedes decir como Pablo: "Soy inocente, cuando se trata de su sangre". No, su sangre estará en nuestras manos. La Biblia es muy clara en que nosotros tenemos una responsabilidad. Cuando tú sabes qué es la verdad y no la haces tu mismo, tú estás pecando. Así que la pregunta es: ¿Es esta la verdad? Compruébalo. No son mis palabras. No es acerca del libro aquí. Es acerca de las palabras de Jesús, Lucas 10 y todo lo que Jesús está diciendo. Si esta es la verdad: es la verdad para ti. Si es la verdad para ti, también es la verdad para esas personas alrededor tuyo. Y si tú realmente amas a esas personas alrededor de ti, entonces tú harás lo que es correcto y les darás la verdad y les darás una oportunidad para seguir la verdad. Si tú necesitas ayuda en esto, entonces háznoslo saber. Estamos aquí para ayudarte. Tenemos tantísimos recursos. Tenemos nuestras películas gratis en TLRmovie.com. Tres películas gratis que pueden bendecirte y a tu iglesia. Y no es acerca de La Última Reforma. Por favor, esto no es acerca de La Última Reforma. Es acerca del Reino. También tenemos escuelas. Eres bienvenido a unirte. Tenemos diferentes pastores y líderes en nuestra escuela. Yo, de hecho, acabo de dar una enseñanza aquí con un pastor quien me estaba entrevistando, quien estaba en nuestra escuela y quien recibió tantas, tantas bendiciones al estar en nuestra escuela. Estamos aquí para ayudarte. Todo es acerca del Reino. Quiero decir aquí: Todos estamos trabajando en la misma cosa: el Reino de Dios. Trabajemos juntos. Déjanos ayudarte si es que hay áreas en que quieres que nosotros te ayudemos. Y podemos enviar personas que te pueden ayudar, no para construir "La Última Reforma" en donde tú estás, sino que para ayudarte a obedecer el llamado que Jesús te ha dado. Si tú quieres tener libros, para darles a todos, mándanos un correo electrónico a nosotros y podemos darte un muy, muy buen trato. Y, por supuesto, todos son bienvenidos a enviar un correo electrónico y tú puedes conseguir libro digital gratis. (mail@thelastreformation.com) Nosotros solo queremos que esta palabra sea difundida. Queremos que el Reino de Dios crezca. Y si tú estás creciendo y hemos sido una parte de una bendición que te ha ayudado a crecer, nosotros estamos emocionados. Y no estamos allí para controlar y poner todo bajo nuestro ministerio y así en más. Es realmente acerca del Reino. Pero queremos decir: vamos a ayudarte. Permanezcamos juntos. Tomemos este llamado que Jesús nos ha dado y ustedes, como líderes, empiecen a equipar a las personas en sus iglesias para obedecer este llamado. Tú verás muchísimo más fruto en tu vida a causa de ello. Ellos verán muchísimo más fruto en su vida. La iglesia va a ver muchísimo más fruto y todos estaremos haciendo la voluntad de Dios y el llamado que Jesús nos ha dado a nosotros. ¡Dios te bendiga! y, por favor, contáctanos a través de nuestro sitio web: thelastreformation.com, si es que hay cualquier cosa en la que podamos ayudarte. Y tú eres bienvenido para venir y encontrarnos cuando estamos allá afuera. ¡Chao, chao! El llamado de Jesús