Hace unos dos años, recibí una llamada que cambió mi vida. "Oye, este es tu primo Hassen". Me quedé helado. Tengo más de 30 primos hermanos, pero no conocía a nadie llamado Hassen. Resultó que Hassen era en realidad primo de mi madre y acababa de llegar a Montreal como refugiado. Y en los siguientes meses, llegaron tres familiares más a Canadá para solicitar asilo con poco más que ropa en su mochila. Y en los dos años transcurridos desde esa llamada telefónica, mi vida ha cambiado completamente. Dejé la academia y ahora lidero un equipo diverso de tecnólogos, investigadores y refugiados para desarrollar recursos de autoayuda personalizados para los recién llegados. Queremos ayudarles a superar barreras lingüísticas, culturales y de otro tipo lo que les hace sentir que han perdido el control sobre sus propias vidas. Y sentimos que IA puede ayudar a restaurar los derechos y la dignidad que mucha gente pierde al buscar ayuda. La experiencia de refugiado de mi familia no es única. Según el ACNUR, cada minuto, 20 personas son recién desplazadas por cambio climático, crisis económica e inestabilidad social y política. Y fue mientras trabajaba como voluntario en un refugio local de YMCA adonde mi primo Hassen y otros parientes fueron enviados aprendimos a apreciar cuánto esfuerzo y coordinación requiere el reasentamiento. Cuando llegas por primera vez, necesitas un abogado y rellenar documentos legales en dos semanas. También hay que programar un examen médico con un médico autorizado previamente, sólo para poder solicitar un permiso de trabajo. Y hay que comenzar a buscar un lugar para vivir antes de recibir cualquier tipo de asistencia social. Con miles de personas huyendo de EE. UU. para buscar asilo en Canadá en los últimos años, vimos rápidamente lo que significa cuando hay más personas que necesitan ayuda que recursos para ayudarlos. Los servicios sociales no se amplían rápidamente, aun cuando las comunidades hacen lo mejor que pueden para ayudar a más personas con recursos limitados, los recién llegados terminan pasando mucho tiempo esperando en el limbo, sin saber a dónde acudir. En Montreal, por ejemplo, A pesar de los USD 3 millones que se gastan para apoyar el reasentamiento, casi el 50 % de los recién llegados todavía no lo saben que existen recursos para ayudarles con todo, desde rellenar el papeleo, hasta encontrar un trabajo. El reto no es que esta información no exista. Por el contrario, los necesitados a menudo son bombardeados con tanta información que es difícil darle sentido a todo. "No me des más información, solo dime qué hacer" Era un sentimiento que escuchábamos una y otra vez. Y refleja lo increíblemente difícil que podría ser orientarse cuando llegas por primera vez a un nuevo país. Demonios, luché con lo mismo, al llegar a Montreal, y tengo un doctorado. (Risas) Como otro miembro de nuestro equipo, también él mismo refugiado, lo expresó: "En Canadá, una tarjeta SIM es más importante que la comida, porque no moriremos de hambre". Pero accediendo a los recursos e información adecuados, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Déjenme decirlo de nuevo: Accediendo a los recursos e información adecuados, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Con el fin de abordar estas cuestiones, construimos Atar, El primer defensor virtual impulsado por AI que guía paso a paso a través de la primera semana de llegar a una nueva ciudad. Simplemente hay que decir a Atar con qué necesitas ayuda. Atar te hará algunas preguntas básicas para entender tus circunstancias únicas y determinar la elegibilidad de los recursos. Por ejemplo: ¿Tienes un lugar para quedarte esta noche? Si no, ¿preferirías un refugio para mujeres? ¿Tienes hijos? Atar generará una lista personalizada de tareas paso a paso, que explica todo lo que necesitas saber, desde dónde ir, cómo llegar, qué llevar contigo y qué esperar. Puedes hacer una pregunta en cualquier momento, y si Atar no tiene una respuesta, entonces te conecta con una persona real que lo hace. Pero lo que es más emocionante es que ayudamos a organizaciones humanitarias y de servicios a recopilar los datos y los análisis que son necesarios para entender las necesidades cambiantes de los recién llegados en tiempo real. Eso es un cambio de juego. Ya nos hemos asociado con el ACNUR para proporcionar esta tecnología en Canadá, y en nuestro trabajo hemos realizado campañas en árabe, inglés, francés, criollo y español. Cuando hablamos del tema de los refugiados, a menudo nos centramos en la estadística oficial de 65,8 millones de desplazados forzosos en todo el mundo. Pero la realidad es mucho mayor que eso. Para 2050, habrá 140 millones de personas adicionales que corren el riesgo de ser desplazados por la degradación ambiental. Y hoy, hoy en día, hay casi mil millones de personas Que ya viven en asentamientos ilegales y en barrios marginales. Reasentamiento e integración es uno de los mayores retos de nuestro tiempo. Nuestra esperanza es que Atar pueda asignar un abogado a cada recién llegado. Nuestra esperanza es que Atar pueda amplificar los esfuerzos existentes y aliviar la presión en una red de seguridad social lo que ya está más allá de la imaginación. Pero lo que es más importante para nosotros es que nuestro trabajo ayuda a restaurar los derechos y la dignidad que los refugiados pierden durante el reasentamiento y la integración, dándoles los recursos que necesitan para ayudarse a sí mismos. Gracias. (Aplausos)