Nos encanta estar al día.
Nos apasiona.
Comentamos las noticias,
publicamos en las redes sociales,
nos manifestamos, protestamos...
¿Pero quién está trabajando en soluciones,
grandes soluciones para grandes asuntos,
como la violencia con armas,
el maltrato laboral,
inundaciones, hambre, sequía?
¿Quién está con esto?
¡Boom!
Estos hombres.
(Risas)
¿Qué? ¿Estaban esperando a Peter Parker?
¿Los Vengadores?
¿No esperaban esta gran diversidad
de tíos atractivos con carisma
para resolver los problemas?
Bien, porque no van a resolverlos.
Antes de que los descarten,
no van a resolver los problemas,
pero nos enseñarán cómo.
¿Quiénes son?
Son inversores activistas.
Carl Icahn, Dan Loeb,
Paul Singer, Barry Rosenstein.
Son los gángsters actuales de Wall Street.
(Risas)
Hombres aterrorizadores.
No como Green Goblin.
Verdaderamente aterrorizadores.
El miedo que provocan en un CEO
y una junta
cuando entran en sus mercados
es el mismo que cuando hay un oso
ante su tienda de campaña,
y está oscuro,
y estás sentado con la boca
llena de Doritos...
(Risas)
hace unos instantes,
Ud. había salido de la tienda
para quitar la trampa del oso
porque Ud. tenía antojos.
Ese miedo.
Y en ese momento, Ud. está rezando:
"por favor, Dios, que este oso
pase de largo".
Ese oso no pasa de largo.
Ese oso se desvió de su camino por Ud.
¡A los osos les gustan los Doritos!
(Risas)
A los activistas les gusta el dinero.
A algunos también les gustan los Doritos,
pero definitivamente quieren dinero.
Y la forma con la que ganan dinero,
la forma con la que crean valor
es gestionando corporaciones
para realizar cambios.
Algunos discutirán
los cambios que realizan,
el valor que crean es a corto plazo.
Otros dicen que las estrategias
que utilizan son atroces.
Estoy de acuerdo.
Procesos largos y prolongados,
campañas de desprestigio...
no es necesario.
Pero hay un grupo pequeño de activistas,
muy pequeño,
que hacen todo para ser
constructivos y colaborativos.
Hay que confiar en quien se lo merece.
Han conseguido catalizar
un cambio a gran escala
en grandes corporaciones,
no es un logro pequeño.
Ahora imaginen un mundo
donde todos los inversores
trabajasen por el cambio,
no solo para conseguir más dinero,
sino para mejorar
el medioambiente y la sociedad.
Imaginen lo ecológico y mejor
que sería este mundo.
¿Por qué le importa a un inversor?
Y pienso igual:
¿Por qué le importaría a un inversor?
Porque si cumplir con los asuntos de ESG--
medioambiente, y cuestiones sociales
y de gobierno--
fuese un acto de buena fe
de ciudadanía corporativa,
a los inversores no les importaría.
Pero las buenas noticias,
y puede que la salvación
de nuestro futuro colectivo,
va más allá de un buen acto
de ciudadanía corporativa.
Es un buen negocio.
No hay suficientes pruebas
que muestren la correlación
entre las acciones de ESG
y el rendimiento financiero.
Las empresas que benefician
al medioambiente y la sociedad
también se benefician financieramente.
Algunas de las mejores empresas
lo están haciendo
como Adidas.
Adidas está limpiando los océanos
y ganando dinero a la vez.
Adidas se unió a la organización
llamada Parley for the Oceans.
Parley sale y recoge
desechos plásticos del océano.
Adidas usa los desechos
para hacer zapatos.
Zapatos hechos con plástico del océano:
bueno para el medioambiente
y bueno para el negocio.
Porque si conocen el segmento en aumento
de consumidores llamados hipsters
y sé que conocen a los hipsters--
saben que si un hispter tiene que elegir
entre un zapato sin marca
y unas Adidas de plástico del oceáno
escogerá las Adidas todos los días
y dos veces los domingos,
y saldrá como si no fuese gran cosa
pero buscará cualquier oportunidad
para hablar de ello.
Como en un UberPool.
(Risas)
"Me fijé que me estás mirando los pies".
"¿Qué? No, estoy haciendo diapositivas.
Soy consultor. Hago diapositivas.
Estoy haciendo diapositivas,
no estoy mirando".
"Está bien.
Entiendo por qué miran.
El plástico de mis zapatos
les debe molestar.
Déjenme que se lo explique
durante el trayecto.
Verán, el plástico de mi zapato
es del océano,
en mis pies, no en su pescado,
paseándose, no masticándose.
Pies contentos. Peces contentos.
Océano contento.
Cumplo con mi parte.
Tengo zapatos ecológicos.
¿Necesitan zapatos ecológicos?".
Todos hemos estado ahí.
"Denme su número.
Les doy un código de descuento.
Les daré un código de descuento".
Hemos pasado por eso--
He salido corriendo de UberPools
en marcha.
(Risas)
En marcha, en la carretera.
Me fui. Me fui.
Pero tenemos que perdonar a los hipsters,
tenemos que quererles.
Necesitamos a los hipsters,
necesitamos empresas como Adidas
y necesitamos que los inversores
convenzan a otras empresas
para ser como Adidas.
Y aquí está el reto.
Hay un grupo en aumento de inversores,
"inversores responsables"
que se preocupan
por las cuestiones de ESG.
Y hablan mucho de la gestión comprometida
con cuestiones de ESG.
Pero no consiguen
que la gestión haga cambios
que mejoren el medioambiente
y la sociedad.
Y es donde los inversores responsables
pueden tomar como ejemplo
a los inversores activistas,
porque no tienen problemas
en gestionar consiguiendo cambios.
No tienen problemas para presionar.
Como Paul Singer.
Es un gánster de la vieja escuela
de Wall Street,
ahora tiene 70, le gustan los Doritos,
le gusta ganar dinero.
Argentina le debía a Paul
USD 600 millones
y no iba a pagarlos.
Gran error.
No se puede pedir dinero a un gánster
y no devolverlo.
Paul declaró la guerra a Argentina.
No me lo estoy inventando.
Es grande. Es gigante.
Esto era mayor que Tyson contra Holyfield,
Ali contra Foreman.
Esto fue hombre contra país.
Paul Singer globalmente intentó incautar
los activos de Argentina.
En un momento, intentó incautar
un buque de la armada argentina
en la costa de Ghana.
Intentó adueñarse de un barco de 106 m
mientras los altos oficiales de la marina
con grandes armas estaban en el barco.
Consiguió que la policía de Ghana
fuese con una grúa
y amenazase con subir al barco,
y no fue hasta que los oficiales
tiraron sus armas
que cancelaron la operación.
Eso es lo que llamo presionar.
Puede que digan
que Paul perdió la batalla.
Y diría que Paul ganó la guerra
porque no le pagaron solo una vez
sino que le pagaron 20 veces
su inversión original.
También está Barry Rosenstein.
Su fondo, Jana Partners,
empezó comprando acciones en Whole Foods
en la época que tenían problemas.
Tenían el 8 %, salieron,
y presionaron a Whole Foods
para venderse a Amazon,
no porque Barry quisiera que le
dieran sus Doritos orgánicos el mismo día.
(Risas)
Quería ganar dinero.
El CEO de WHole Foods,
John Mackey, y la junta
no querían venderse a Amazon
porque sería el ejemplo de traicionarse.
Pero al final cedieron.
¿Por qué? Porque Barry les presionó,
y consiguió USD 300 millones
en el proceso.
Y no dio una muy buena impresión a John.
No van a ver a John y a Barry abrazándose
en la cafetería.
Veamos otro ejemplo diferente:
la fundación Chicago Teacher's Pension,
un inversor responsable de
USD 10 mil millones.
Dijeron que estaban en contra
de las prisiones privadas,
y bien por ellos.
Como padre primerizo estoy preocupado
por las horribles imágenes
de niños arrancados
de los brazos de sus padres
en la frontera
y llevados a centros privados de detención
que hicieron muy poco
para ayudar a los niños mantener contacto
con sus padres.
¿Qué hicieron los maestros de Chicago?
¿Lograron cambios?
¿Presionaron?
¿Miraron la gestión y dijeron,
"No es forma de llevar un negocio.
Hay una manera diferente
de hacer las cosas?".
No. Simplemente vendieron sus acciones.
Vender no contribuyó en nada.
No es como si la gestión se levantase
y tuviese una visión y dijese,
"Los profesores vendieron sus acciones.
Deberíamos ser buenos con ellos".
No. No pasó.
Y a pesar de una década
de grandes enajenaciones
en el mercado de las cárceles privadas,
las acciones han aumentado.
Las acciones en el mismo período
han superado al mercado.
La gran cuestión es que
pasamos de inversores responsables
que tenían las acciones
a inversores a los que
no les importan los problemas
y no les importa lo que piensen
de los problemas.
Y este es mi problema
con los inversores responsables.
Su motor es desinvertir
o desviar dinero a fondos de ESG.
Uno no puede desviar su camino
hacia un mundo más ecológico.
Uno puede desviarte
hacia una cartera más ecológica,
pero no a un mundo más ecológico.
Así que, ¿qué hace falta?
¿Qué hace falta para cambiar el guion
para conseguir que pasen de desviar
a comprometerse,
de hablar sobre compromiso
a verdaderamente trabajar en la gestión
para conseguir cambios que mejoren
el rendimiento de ESG?
Porque hay muchas ideas
que deberían y podrían hacer.
Dada la clara correlación
entre el rendimiento de ESG
y el rendimiento económico,
podrían porque los activistas
nos han enseñado que podrían,
poder un accionista cambiar una empresa.
La diferencia es que Paul y Barry
lo hacen para ganar dinero.
Los inversores responsables mejorarían
la sociedad y el medioambiente
y a la vez ganarían dinero
y lo harían un poco más colaborativamente
y constructivamente.
Y tienen el apoyo de algunos
de los grandes inversores.
Vanguard y BlackRock--
juntos gestionan billones.
Han hablado abiertamente
de la importancia de ESG.
El CEO de BlackRock ha hablado
abiertamente en sus cartas anuales
sobre este tema.
Incluso Jana Partners, el mismo gánster
que John llamó "cabrón codicioso",
ayudó a escribir una carta pública
para Apple,
diciendo, "Tus smartphones
causan adicción a los niños.
Arréglalo".
Apple está trabajando en ello.
Lo que hace falta es algo de presión.
Hace falta presión
hacia los inversores responsables
para, a su vez, presionar la gestión
para que realicen cambios que mejoren
el medioambiente y la sociedad.
¿Y por dónde empezamos?
Empiezan escogiendo un tema
que les importe
y adoptan una postura.
Adopten una postura con un tema
que esté alineado con su propósito:
el agua, los derechos laborales,
la diversidad.
Mientras estén alineados
con tu propósito, son muy buenos.
¿Y la mayor barrera?
Conseguir que los profesionales expertos
en inversiones se centren en esto.
Hoy, cuando un activista
muestra una campaña,
es el profesional de inversión
quien habla con el CEO y la junta
y todos escuchan al respecto.
Cuando un inversor responsable aparece
para hablar de ESG,
es un empleado junior
en el departamento de riesgos
que habla con otro junior
del departamento de inversiones,
y nadie escucha al respecto
y esto necesita cambiar.
Y no es un paso gigante.
Cuando una empresa no tiene
buenos resultados,
¿quién es el acusado?
El empleado experto en inversiones.
¿Entonces qué hacen?
Dejan todo y trabajan con la gestión,
de forma colaborativa y constructiva
para realizar cambios para mejorar
el rendimiento económico de la empresa.
Lo mismo debería pasar cuando la empresa
tiene malos resultado en ESG.
Y sí, es necesaria la estandarización
de cómo medimos el ESG,
pero estamos en ello.
Así que esta es mi llamada de atención:
es su dinero.
Es su fondo de pensiones,
es su fondo de riqueza soberana,
es su fondo universitario,
es su dinero.
Es su derecho tener el dinero
gestionado conforme a sus valores.
Así que utilicen su voz
y confíen en que es importante.
Fue su voz la que consiguió
los inversores más responsables.
Se quejaron durante años,
porque no les gustaba
cómo se estaba invirtiendo su dinero
en empresas cuyos valores
no concordaban con los suyos.
Es hora de usar su voz otra vez.
Pero en vez de presionarles
para desinvertir,
presionen para que se comprometan
a trabajar en la gestión
para hacer cambios que mejoren
el rendimiento de ESG.
Puede que les conciencien de estos temas.
Hagan que se centren en arreglarlo.
Gracias.
(Aplausos)