El llamado de Jesús
Bienvenido a este último capítulo de esta
serie de vídeos: "El llamado de Jesús".
Esta es la última lección, en donde
estamos mirando al último capítulo en
mi libro
"El llamado de Jesús" y está llamado:
"Deja que la nueva vida comience".
Estoy muy emocionado acerca de eso.
Estoy muy emocionado de que hemos
llegado ahora al último capítulo.
Y quiero empezar con leer una pequeña cita
con el que este último capítulo comienza.
Empieza con esto: "Cuando un capítulo
termina, un nuevo capítulo comienza.
Este puede ser el final del libro,
pero deja que este sea el comienzo de una
nueva asombrosa travesía;
viviendo acorde al llamado que Jesús
te ha dado".
Así que, quiero decir esto. Este tal vez
sea el último capítulo del libro o el
último vídeo aquí,
pero deja que este sea el nuevo comienzo
de una asombrosa vida con Jesús.
Es una vida asombrosa y solo quiero
incentivarte:
toma todo lo que has leído en este libro
y luego comienza a vivirlo.
No es aquel que lo lee, quien está
siendo cambiado.
No es, incluso, quien cree en ello.
Es aquel que actúa en base a ello.
Y yo amo esta vida.
Hace poco tiempo atrás yo estaba en
una ciudad cercana.
Y yo vine y había una reunión en casa.
Y ellos me pidieron que compartiera.
Y yo me senté.
Yo estaba sentado en la sala de estar
y compartiendo el Evangelio.
Yo amo el Evangelio.
El Evangelio que hemos visto aquí
en el libro.
Hay poder en el Evangelio.
Después de que compartí el Evangelio
algunas personas vinieron.
Una chica fue liberada. Una recibió el
Espíritu Santo y habló en lenguas.
Una se arrepintió y fuimos y la
bautizamos.
Y mientras ella era bautizada el Espíritu
Santo vino sobre ella.
Y aquel quien me ayudaba a bautizarla
empezó a hablar en lenguas.
Y nosotros solo tuvimos una tarde
asombrosa
y las personas en la congregación
fueron equipadas.
Y al día siguiente ellos hablaron con los
vecinos y ellos empezaron a orar por otras
personas
quienes fueron sanadas y liberadas.
Y el fruto solo continuó.
Me gusta el fruto así.
Y yo tengo muchos, muchos testimonios
de cómo es ir a una casa,
a una persona de paz y ver el Reino de
Dios crecer.
Testimonios de los que he estado
escribiendo acerca en este libro,
algunas de las cosas que he estado
compartiendo en este vídeo.
Amo esta vida.
Y quiero decir otra vez: por supuesto,
hay un precio que pagar,
cuando se trata de esto.
Hay un precio a pagar, cuando se trata de
seguir a Jesús.
Pero, ese precio no es nada comparado
con el fruto que tú verás
y el gozo de servirle a Él.
Yo, a menudo, pienso en Pablo en
Filipenses 1:21. Amo esto.
"...el vivir es Cristo..."
Cuando tú ves la vida de Pablo,
tú verás que Pablo no estaba muy
preocupado acerca de esta vida en la
tierra.
Él estaba, de hecho, realmente dividido en
dos, porque Pablo en una manera estaba
anhelando
salir de este mundo y estar con Cristo,
porque él sabía que era por lejos
lo mejor.
Pero él también sabía que él necesitaba
estar aquí en la tierra.
¿Por qué? De modo que otras personas
también pudieran recibir el Evangelio.
Y esto es lo que él continúa diciendo.
Porque él dijo esto (Filipenses 1:21):
"Porque para mí el vivir es Cristo,
y el morir es ganancia.
Mas si el vivir en la carne
resulta para mí en beneficio de la obra,
no sé entonces qué escoger.
Porque de ambas cosas estoy puesto en
estrecho,
teniendo deseo de partir y estar con
Cristo, lo cual es muchísimo mejor;
pero quedar en la carne es más necesario
por causa de vosotros".
Escucha estas palabras aquí.
Pablo, él dijo aquí:
"Porque de ambas cosas estoy
puesto en estrecho,
teniendo deseo de partir y estar con
Cristo, lo cual es muchísimo mejor".
Pero luego él dijo:
"Mas si el vivir en la carne resulta
para mí en beneficio de la obra...,
entonces haré eso".
¿En dónde oímos a las personas
hablar así hoy?
Escucho a personas decir: "¡Oh, Jesus!
¡No vuelvas, no vuelvas,
porque tengo muchísimo que yo necesito
hacer! ¡Quiero tener una casa grande!
¡Quiero viajar!
¡Quiero ir por todo el mundo!
¡Quiero ver tantísimo!"
Pablo no hablaba así.
Pablo estaba anhelando estar con Cristo.
Porque él había terminado con este mundo.
Sí, él también quería estar aquí en
la tierra, no debido...
él debía tener un patio y una buena casa
y un buen trabajo y una buena educación
y casarse y tener un montón de niños.
No.
Porque él quería ver a otras personas
también experimentar a Cristo.
Nosotros debemos tener la misma mente.
Nosotros debemos imitar a Pablo,
como él imitaba a Cristo,
sabiendo por qué estamos aquí en la
tierra y para qué es lo que vivimos.
Así que, yo realmente te incentivo a que
tomes el llamado que Jesús te ha dado,
como Pablo dijo "sí", como yo y otras
personas están diciendo "sí".
Di "sí" al llamado y empieza a vivirlo.
Es acerca del Reino de Dios y no de
nuestras cosas terrenales aquí.
Antes de que tú empieces a vivir este
llamado, quiero hacerte algunas preguntas.
Y la primera cosa que quiero preguntarte
es: ¿te has realmente arrepentido?
¿Te has realmente apartado de tus pecados?
¿Has tenido un corazón de arrepentimiento
y fuiste bautizado en agua,
después de que te arrepentiste y
experimentaste la libertad?
¿Has recibido el bautismo del
Espíritu Santo
y el poder de vivir esta nueva vida?
Si no, tú necesitas empezar allí, antes de
que tú empieces a obedecer
el llamado que Jesús te ha dado?
Tú necesitas nacer otra vez.
No necesita tomar diez años.
En la Biblia ellos nacían de nuevo el
mismo día.
El primer día.
Y lo que te incentivo a hacer es ir a
nuestro sitio web: TLRmap.com
y encuentra a alguno de los marcadores
verdes o a alguien cerca tuyo,
quien sea bueno, quien pueda ayudarte,
para que se siente contigo,
para compartir el Evangelio, de modo
que tú puedas nacer otra vez.
Tú puedes también, de alguna manera,
contactarnos a nosotros.
(mail@thelastreformation.com)
E, incluso mejor, ven a un evento
allí afuera.
Ven a nuestros avivamientos en tiendas.
Ven a nuestros fines de semanas de
activación del discipulado.
Tú necesitas nacer otra vez.
Ese es el primer paso.
Y eso es tan importante.
De otro modo, nosotros podemos también
ofrecerte venir y que te unas a nuestra
"Escuela de Entrenamiento Pionera" o
nuestra "Escuela de Lucas 10".
Tú la puedes ver cerca de ti. Están en
muchos lugares por todo el mundo,
en donde hay escuelas de entrenamiento.
Y sé que hay personas por todo lugar,
quienes están viviendo este llamado y
quienes están listos para ayudarte.
Así que, esa es una manera en la que
tú puedes empezar.
De otro modo, solo toma la Palabra
y obedécela.
Toma la Palabra.
Obedece la Palabra.
¿Qué palabra es esta?
La Palabra que hemos estado viendo.
Empieza desde el principio de nuevo.
Jesús los envío...
y Él le dijo a ellos que la mies era
mucha, mas los obreros son pocos.
Tómate un tiempo para meditar en ello,
el tiempo para orar acerca de eso.
Tómate el tiempo para realmente renovar
tu mente y entender lo que Jesús está
diciendo.
Tal vez tú has vivido tu vida por 10, 15,
20 años y nunca has guiado a nadie a
Cristo.
No es porque hay algo mal con la cosecha.
La cosecha está lista.
La cosecha es abundante.
Eres tú.
La cosecha no va a cambiar,
como lo hemos visto.
Tú necesitas cambiar.
Así que, toma esta Palabra que hemos
visto aquí y ora acerca de eso.
Medita en eso. Empieza a creer en ella.
Empieza a renovar tu mente
y mira a la cosecha de la manera en
que Cristo miraba la cosecha,
que la cosecha está lista.
No digas que quedan cuatro meses para la
cosecha. Está lista ahora. Es abundante.
Pero los obreros son pocos.
Entonces ora. Lo hacemos aquí en nuestra
escuela de entrenamiento, en donde
estamos ahora.
Cada mañana a las 10:02, cada tarde
a las 10:02,
el reloj de alarma suena y nosotros
oramos: "Dios, nosotros oramos que Tú
enviarás obreros, oramos que Tú enviarás
obreros a la mies".
Has eso, como hemos estado hablando
acerca. Empieza a orar para que obreros
sean enviados.
No ores para que la cosecha venga adentro,
como si solo sucediera así,
sino que ora para que los obreros sean
enviados.
Si tú solo empiezas aquí...
renueva tu mente y mira a la cosecha de
forma diferente,
y cada día ora por obreros,
ya esto te cambiará.
Empezará a despertar algo en ti.
Y luego tú vas desde ahí.
"Jesús, Tú has dicho
que tú los envías como corderos
en medio de lobos.
Yo siento un llamado. Yo siento que Tú
necesitas enviarme afuera".
Y cuando tú vayas afuera, por supuesto,
sé sabio cuando tú vayas afuera, como
Jesús está diciendo.
Pero también entiende de que habrán
lobos allá afuera.
Y luego, cuando experimentas persecución,
tú empiezas a...
a aprender a lidiar con la persecución,
cuando tú llegas a ese punto en el final,
en donde tú no te preocupas acerca de él,
quien puede matar tu cuerpo.
Tú le temes a Aquel quien puede destruir el
alma y el cuerpo en el infierno.
No le temas a Satanás.
Tú empiezas a regocijarte cuando ellos
te persiguen.
Tú te regocijas. ¿Por qué? Porque tú sabes
que tienes una gran recompensa en el
cielo.
Así que, tú empiezas a crecer en ello,
tú empiezas a aprender a experimentar
la persecución,
aprendes a experimentar el rechazo.
Cuando tú conoces a personas allá afuera,
quienes no son la persona de paz,
quienes te rechazan, tú eres rechazado
con una sonrisa y entonces tú sigues
adelante.
Y luego tú vas afuera, también como hemos
visto aquí,
tal vez sin alforja, sandalias y así
en más.
Porque tú empiezas a ver, cuando tú
trabajas en esto,
que Dios cuidará de ti.
Él se encargará de tu vida.
Mira a los pájaros.
Mira a las flores del campo.
Si Dios tiene cuidado de ellos:
¿no tendrá Él cuidado de ti?
Y luego tú empiezas a crecer en fe,
cuando tú vas afuera y vives esta vida.
Y tú verás cómo las necesidades son
cubiertas.
Dios está teniendo cuidado de tu vida
y tú creces en fe,
mientras estás caminando allá afuera.
Y luego tú vas y, como Él dijo, no saludes
a nadie por el camino.
Es importante mantener la atención,
no distraerse.
Y tú sigues haciendo esto.
Luego tú aprenderás cómo encontrar
a la persona de paz.
Tú encontrarás a esa persona. Tú
encontrarás personas a las que les
puedas ministrar.
A algunas personas tú les puedes compartir
un poquito. A algunas tú les puedes
compartir más.
Algunas personas son esa persona de paz
con la que tú puedes ir el camino
completo.
Y luego tú empiezas a predicarle el
Evangelio a las personas,
a bautizarlos en agua, a bautizar personas
con el Espíritu Santo.
Todo eso parecerá nuevo para ti en el
principio, pero mientras tú lo estás
haciendo,
todo eso será más y más natural para
ti en el final.
En el final tú serás muy valiente y tú
sabrás lo que estás haciendo.
Sí, luego tú aprenderás a trabajar con las
personas y es difícil, a veces,
cómo hacerlo, pero entonces tú aprendes
al hacerlo,
y tú empezarás a ver no solo a una persona
venir a la fe,
tú empezarás a ver vecinos y amigos y
familias venir a la fe,
y toda su casa completa venir a la fe.
Tú empezarás a darle leche y ellos
crecerán
y tú les darás alimento más sólido
y tú empiezas a crecer desde allí.
Y tú aprenderás diferentes cosas
al hacerlo.
Pienso yo que una de las cosas que tú
aprenderás es
cuán importante es compartir el Evangelio
cada día,
conseguir que todos estén en la misma
página, cuando se trata del Evangelio.
¿Por qué? Porque muchos dicen que
ellos creen en Jesús,
pero ellos realmente no entienden
el Evangelio.
Y luego tú aprendes. Y cada vez que
ustedes se juntan,
tal vez el primer mes o a los dos meses,
tú solo compartes el Evangelio cada día,
de modo que el Evangelio se inserte
bajo la piel de todos.
Y tú empiezas a reunirte.
Tú empiezas a encontrar que no es acerca
del modelo de iglesia
y cómo hacer iglesia.
Es simple.
Es acerca de las personas allí
y conseguir que esas personas obedezcan
el llamado que Jesús ha dado
y conseguir que las personas crezcan
a la madurez,
de modo que, después de un corto tiempo,
ellos son aquellos que van afuera y a
hallar a la persona de paz.
Y ellos serán aquellos enseñando y, luego,
ellos se despegarán de ti
y comenzarán su propia congregación allá.
Y ahora, de pronto, no tienes a una
persona nacida de nuevo,
o incluso una casa salvada.
Tú tienes cinco o diez
y crecerá y la nueva generación y la
nueva generación.
Así que quiero decir: este libro y esta
serie de vídeos
puede ser solo otra enseñanza para ti.
Y tú puedes decir: "¡Gracias!
¡Buena enseñanza!
Saqué algo en limpio de ello".
Y luego tú sigues adelante.
Pero tú también puedes elegir, si tú
dices "sí" al llamado de Jesús,
tomarlo, obedecerlo y ver asombroso fruto.
No solo en tu vida, pero en aquellas
personas alrededor de ti.
Y un día tú estarás enfrente de Él como
un buen y fiel siervo.
Y las cosas en que tú habrás estado
construyendo, no será paja y otras cosas
que serán quemadas en el fuego, sino
que lo que habrás estado construyendo
en esta vida
permanecerá en la eternidad y tú tendrás
tu recompensa.
Así que realmente te incentivo a ti allá
afuera, a que empieces a vivirlo,
empieces a obedecerlo, vuelve atrás y
empieza todo de nuevo
y luego tú obtienes nuevas cosas
mientras lo estás haciendo.
Tú aprendes nuevas cosas cada vez.
Nosotros también estamos aquí para
ayudarte.
Si tú quieres más entrenamiento,
cuando se trata de esto,
ahora mismo te incentivo a que vengas y
nos encuentres cuando estamos afuera
en el mundo.
Nosotros vamos a diferentes lugares con
nuestro avivamiento en tiendas que
también estamos teniendo;
escuela de entrenamiento, tenemos la
Escuela Pionera: escuela de tres semanas
Tenemos la Escuela de Lucas 10, esa es una
escuela de dos meses.
Y en esas tres semanas y dos meses,
nosotros vemos más esto,
pero no solo lo vemos, nosotros te
tomamos de la mano,
te llevamos afuera y lo hacemos,
junto contigo.
Y el mejor entrenamiento es y siempre
será: el hacerlo.
Hacerlo con alguien.
Así que, te incentivo, si tú no puedes
hacer esto por ti mismo,
si tú necesitas ayuda, entonces contacta
a personas alrededor tuyo, quienes lo
estén viviendo
o contáctanos a nosotros y ven y únete
a nosotros en la escuela.
Esta serie de vídeos se ha acabado ahora.
No vendrán más vídeos a esta serie
de vídeos.
Te incentivo a ti, hay una lista de
reproducción en donde todas las 26
lecciones están juntas
con la introducción a la lista de
reproducción. Te incentivo, comparte
esta lista de reproducción
con otras personas.
Deja que otras personas la vean.
Y luego empieza a vivirla, empieza a
compartir testimonios
del fruto que tú estás viendo, sé valiente
acerca de compartir testimonios.
Y con las personas compartiendo estos
testimonios, dales la lista de
reproducción,
mándales el libro y di: "Esto es lo que
estoy viviendo.
Tú puedes hacer lo mismo".
Y luego, juntos, podemos ver un movimiento
en donde las personas están volviendo
al llamado que Jesús ha dado y en donde
estamos viendo asombroso fruto juntos.
Es tiempo para la iglesia para que vuelva
a la Palabra de Jesús.
Es tiempo para que la iglesia vea una
reforma,
en donde volvemos al llamado que Jesús
nos ha dado a nosotros.
¡Dios los bendiga allá afuera!
Comparte este vídeo.
Lleva fruto. Veamos el Reino de Dios
crecer.
¡Chao, chao!
El llamado de Jesús