Estoy ante Uds. como bióloga evolutiva,
profesora de biología evolutiva,
que suena como un título bastante
elegante, si puedo decirlo yo misma.
Y voy a hablar sobre dos temas
que normalmente no se abordan a la vez,
esto es, economía de mercado y hongos.
¿O es "hon-GAY, o, como decimos ahora
en Europa, hon-GI?
Todavía no hay consenso
sobre cómo decir esta palabra.
Quiero que imaginen
una economía de mercado
de 400 millones de años
una tan ubicua que funciona en casi
todos los ecosistemas del mundo,
tan grande que puede conectar a millones
de comerciantes simultáneamente,
y tan persistente
que sobrevivió a las extinciones masivas.
Está aquí, ahora mismo,
bajo nuestros pies.
Simplemente no se puede ver.
Y a diferencia de las economías humanas
que dependen de la cognición
para tomar decisiones,
los comerciantes en este mercado,
mendigan, piden prestado, roban, engañan,
todo en ausencia de pensamiento.
Muy escondido a nuestros ojos,
las raíces de las plantas
están colonizadas por un hongo
llamado micorriza arbuscular.
El hongo forma estas complejas
redes subterráneas
de filamentos finos más delgados,
incluso, que hilos de algodón.
Se sigue uno de estos hongos,
y conecta múltiples plantas
simultáneamente.
Pueden pensarlo como un
sistema de metro subterráneo,
donde cada raíz es una estación,
donde los recursos se cargan y descargan.
Y también es muy denso,
aproximadamente la longitud de
muchos metros, incluso 1 km
en un solo gramo de tierra.
Esa es la longitud de 10 campos de fútbol.
en solo un dedal de tierra.
Y está en todas partes.
Así, si pasaron por un árbol, un arbusto,
una vid, incluso una pequeña hierba,
pasaron por una red de micorrizas.
Aproximadamente el 80 %
de todas las especies de plantas
está asociado con
estos hongos micorrícicos.
¿Qué tiene que ver
una raíz cubierta de hongos
con nuestra economía global?
¿Y por qué como bióloga evolutiva
he pasado los últimos 10 años de mi vida
aprendiendo jerga económica?
Lo primero que deben entender
es que los acuerdos comerciales hechos
por los socios plantas y hongos
son sorprendentemente similares
a los hechos por nosotros,
pero quizás aún más estratégicos.
Plantas y hongos socios,
no están intercambiando acciones y bonos,
están intercambiando recursos esenciales,
y para el hongo, son azúcares y grasas.
Obtiene todo su carbono
directamente del socio planta.
Cada año, aproximadamente
cinco mil millones de toneladas de carbono
de las plantas ingresan
a esta red subterránea.
Para la raíz,
lo que se necesita es fósforo y nitrógeno,
entonces intercambiando su carbono
obtienen acceso a todos los nutrientes
recolectados por esa red fúngica.
Para hacer el intercambio,
el hongo penetra
en la célula raíz del huésped
y forma una pequeña estructura
llamada arbúsculo,
que en latín significa "arbolito".
Pueden pensar en esto como
la bolsa de valores física
del mercado comercial.
Hasta ahora, parece muy armonioso.
¿Correcto? Te rasco la espalda,
tú rascas la mía
ambos socios obtienen lo que necesitan.
Pero aquí es donde tenemos
que hacer una pausa,
para entender el poder de la evolución
y la selección natural.
No hay espacio para los comerciantes
aficionados en este mercado.
Hacer la estrategia comercial correcta
determina quién vive y quién muere.
Uso la palabra estrategia,
pero, por supuesto, las plantas
y los hongos no tienen cerebro.
Hacen estos intercambios
en ausencia de cualquier cosa
que consideremos como pensamiento.
Pero, como científicos,
usamos términos de comportamiento
como "estrategia"
para describir comportamientos
en ciertas condiciones,
acciones y reacciones,
que en realidad están programados
en el ADN del organismo.
Comencé a estudiar
estas estrategias comerciales
cuando tenia 19 años y
vivía en las selvas tropicales de Panamá.
Todos, entonces, estaban interesados en
esta increíble diversidad en el terreno.
Y era hiperdiversidad.
Estas son las selvas tropicales.
Pero yo estaba interesada
en la complejidad subterránea.
Sabíamos que las redes existían
y que eran importantes,
y voy a decirlo de nuevo,
por importante quiero decir importante,
ya que es la base de
toda la nutrición vegetal
y toda la diversidad
que se ve en la superficie.
Pero en ese momento, no sabíamos
cómo funcionaban estas redes.
No sabíamos cómo funcionaban.
¿Por qué solo ciertas plantas
interactúan con ciertos hongos?
Adelantemos a cuando
comencé mi propio grupo,
y realmente comenzamos a jugar
con este mercado comercial.
Verán, manipularíamos las condiciones.
Creamos un buen socio comercial
cultivando una planta al sol
y un socio comercial pobre
al cultivarlo a la sombra.
Luego los conectaríamos
con una red fúngica.
Y descubrimos que los hongos
eran consistentemente buenos
en discriminar
entre buenos y malos socios comerciales.
Asignarían más recursos a
la planta huésped dándoles más carbono.
Ejecutamos los experimentos recíprocos
en que inoculamos una planta huésped
con hongos buenos y malos,
y también fueron buenas para discriminar
entre estos socios comerciales.
Lo que se tiene allí son las condiciones
perfectas para que surja un mercado.
Es un mercado simple,
pero, no obstante, es un mercado
donde el mejor socio comercial
es constantemente favorecido.
¿Pero es un mercado justo?
Aquí es donde deben entender que,
como los humanos,
las plantas y los hongos
son increíblemente oportunistas.
Hay evidencia de que el hongo,
una vez que penetra en la célula vegetal,
en realidad puede secuestrar el sistema
de absorción de nutrientes de la planta.
Lo hace suprimiendo
la capacidad de la planta.
de tomar nutrientes del suelo.
Esto crea una dependencia
de la planta del hongo.
Es una adicción falsa, de algún tipo,
por lo que la planta tiene
que alimentar al hongo
solo para obtener acceso a los recursos
alrededor de su propia raíz.
También hay evidencia de que
los hongos son buenos
para inflar el precio de los nutrientes.
Lo hacen extrayendo
los nutrientes del suelo,
pero luego, en lugar de
intercambiarlos con el anfitrión,
los acaparan en su red,
haciendo que no estén disponibles para
la planta y otros hongos competidores.
Economía básica,
a medida que la disponibilidad
de recursos disminuye, el valor aumenta.
La planta se ve obligada a pagar más
por la misma cantidad de recursos.
Pero no todo está a favor del hongo.
Las plantas también pueden ser
extremadamente astutas.
Hay algunas orquídeas.
--y siempre pienso que las orquídeas
parecen las más tortuosas
de las especies de plantas en el mundo--
y hay algunas orquídeas
que solo tocan directamente en la red
y roban todo su carbono.
Estas orquídeas, ni siquiera
hacen hojas verdes para fotosintetizar.
Son solo blancas.
En lugar de fotosintetizar,
aprovechan la red,
roban el carbono
y no dan nada a cambio.
Creo que es justo decir
que este tipo de parásitos
también florece en
nuestros mercados humanos.
Cuando comenzamos a
descodificar estas estrategias,
aprendimos algunas lecciones.
Y la primera fue que
no hay altruismo en este sistema.
No hay favores comerciales.
No vemos evidencia fuerte
del hongo que ayuda a las plantas
moribundas o que luchan
a menos que beneficie
directamente al hongo en sí.
No estoy diciendo si esto es bueno o malo.
A diferencia de los humanos, un hongo,
claro, no puede juzgar su moralidad.
Y como bióloga,
no estoy abogando por este tipo de
dinámica despiadada del mercado neoliberal
promulgada por los hongos.
Pero el sistema de comercio,
nos proporciona un punto de referencia
para estudiar cómo se ve una economía
cuando ha sido moldeada
por selección natural
por cientos de millones de años
en ausencia de moralidad,
cuando las estrategias solo se basan
en la recopilación y
el procesamiento de información,
no contaminado por cognición:
sin celos, sin rencor,
pero no hay esperanza, no hay alegría.
Así que hemos progresado
al decodificar los principios comerciales
más básicos en este punto,
pero como científicos siempre
queremos ir un paso más allá,
y estamos interesados en
dilemas económicos más complejos.
Y específicamente estamos interesados
en los efectos de la desigualdad.
La desigualdad se ha convertido realmente
en una característica definitoria
del panorama económico actual.
Pero los desafíos de la desigualdad
no son exclusivos del mundo humano.
Creo que como humanos tendemos
a pensar que todo es único para nosotros,
pero organismos en la naturaleza
debe enfrentar una variación incesante
en su acceso a los recursos.
¿Cómo funciona un hongo que nuevamente
puede tener metros de largo
para cambiar su estrategia comercial
cuando se expone simultáneamente
a una parcela rica y una pobre?
Y, más generalmente,
¿cómo los organismos en la naturaleza
utilizan el comercio en su beneficio
cuando se enfrentan a la incertidumbre
en cuanto a su acceso a los recursos?
Aquí es donde tengo
que contarles un secreto:
estudiar comercio subterráneo
es increíblemente difícil.
No puede ver dónde o cuándo tienen
lugar importantes acuerdos comerciales.
Entonces nuestro grupo ayudó
a crear un método, una tecnología,
por la que podríamos etiquetar
nutrientes con nanopartículas,
nanopartículas fluorescentes
llamadas puntos cuánticos.
Lo que los puntos cuánticos
nos permiten hacer
es en realidad iluminar los nutrientes
para que podamos seguir
visualmente sus movimientos
a través de la red fúngica
y en la raíz del anfitrión.
Esto nos permite finalmente ver
lo invisible, para que podamos estudiar
cómo los hongos negocian a pequeña
escala con sus plantas anfitrionas.
Para estudiar la desigualdad,
expusimos una red fúngica
a estas concentraciones variables
de fósforo fluorescente,
imitando parcelas de abundancia y escasez
a través de este paisaje artificial.
Luego cuantificamos cuidadosamente
el comercio de hongos.
Y encontramos dos cosas.
Lo primero que encontramos
fue que la desigualdad alentó
al hongo a comerciar más.
Puedo usar la palabra
"alentado" o "estimulado" o "forzado",
pero la conclusión es que, en comparación
con las condiciones de control,
la desigualdad se asoció
con mayores niveles de comercio.
Esto es importante,
porque sugiere que evolucionar una
asociación comercial en la naturaleza
puede ayudar a hacer frente
a los organismos,
a la incertidumbre
de acceder a los recursos.
En segundo lugar, encontramos que,
expuesto a la desigualdad,
el hongo movería recursos
de la parcela rica de la red,
transportarlos activamente
al lado pobre de la red.
Por supuesto, podríamos ver esto
porque las parcelas estaban
fluorescentes en diferentes colores.
Al principio, este resultado
fue increíblemente desconcertante.
¿Fue para ayudar al lado pobre de la red?
No. Descubrimos que el hongo ganó
más al mover primero los recursos.
a donde la demanda era mayor.
Simplemente cambiando en qué parte
de la red se comercializaba el hongo,
podría manipular
el valor de esos recursos.
Esto nos estimuló a profundizar más
en cómo se comparte la información.
Sugiere un alto nivel de sofisticación,
o al menos un nivel medio de sofisticación
en un organismo sin cognición.
¿Cómo es que un hongo puede detectar
las condiciones del mercado en toda su red
y luego hacer cálculos
de dónde y cuándo comerciar?
Así que queríamos buscar información
y cómo se comparte en esta red,
cómo el hongo integra las señales.
Para hacerlo, hay que
sumergirse profundamente
y obtener una resolución
más alta en la red misma.
Comenzamos a estudiar flujos complejos
dentro de la red de hifas.
Lo que están viendo ahora
es una red fúngica viva
con el contenido celular
moviéndose a través de él.
Esto está sucediendo en tiempo real;
pueden ver la marca de tiempo allí arriba.
Esto está sucediendo ahora.
Este video no está acelerado.
Esto está sucediendo
bajo nuestros pies ahora.
Y hay un par de cosas
que quiero que noten.
Se acelera, se ralentiza,
cambia de dirección.
Ahora estamos trabajando con biofísicos
para tratar de diseccionar
esta complejidad.
¿Cómo utiliza el hongo
estos complejos patrones de flujo
para compartir y procesar información
y tomar estas decisiones comerciales?
¿Los hongos son mejores para hacer
cálculos comerciales que nosotros?
Aquí es donde potencialmente podemos
tomar prestados modelos de la naturaleza.
Dependemos cada vez más
de los algoritmos informáticos.
para hacernos negocios rentables en
escalas de tiempo de fracción de segundo.
Pero los algoritmos informáticos
y los hongos,
ambos operan de manera similar,
sin cognición.
Los hongos resultan ser
una máquina viviente.
¿Qué pasaría si comparamos
y hacemos competir
las estrategias comerciales de estos dos?
¿Quién ganaría?
¿El pequeño capitalista que ha existido
desde antes de la caída
de los dinosaurios?
Mi dinero está con el hongo.
Gracias.
(Aplausos)