El poder de los pensamientos | Víctor Rodrigo | TEDxUPValència

“Hace cinco años participé en una competición nacional de memoria rápida. La primera prueba: memorizar la mayor cantidad posible de números en 1 segundo. Fue el desafío más duro de mi vida” Victor Rodrigo nos cuenta cómo controlar los pensamientos negativos, no solo para sentirnos mejor, sino para mejorar nuestro rendimiento.
Más información http://www.tedxupvalencia.com/

Subcampeón del Mundo de Speed Memory, Recordman de memorización y profesor de memoria, psicotécnicos y preparación psicológica de la Escuela Nacional del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en los procesos selectivos de la Policía Nacional, formando a más de 1.300 alumnos en los cursos presenciales y más de 6.000 en los cursos online.

Entusiasta de la mente y apasionado de los métodos que mejoran el rendimiento mental.
Una de sus marcas en el último Campeonato del Mundo fue memorizar 20 dígitos decimales (0 al 9) en 1 segundo.

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED. Más información en: http://ted.com/tedx

This talk was given at a TEDx event using the TED conference format but independently organized by a local community. Learn more at https://www.ted.com/tedx

Hace cinco años, sin saber muy bien
cómo llegué hasta ahí,

me vi sentado frente a mi ordenador
en una competición de memoria rápida,

en la que la primera prueba
es memorizar todos los numeros que puedas

en un segundo.

Una prueba muy exigente,

en la que un pequeño pestañeo
puede ser algo desastroso.

En las competiciones de Speed Memory
hay seis pruebas,

memorizamos números decimales
y números binarios,

en uno y en cuatro segundos.

Figuras de colores y matrices.

La clasificación se decide
con la suma total de puntos.

Para que os hagáis una idea
de lo que estamos hablando,

y podáis experimentarlo,

vamos a hacer una pequeña prueba.

(Risas)

Voy a poner 12 dígitos binarios,
ceros y unos,

y os voy a dar cuatro segundos
para memorizarlos.

¿Estáis preparados?

¡Ya!

[10 01 11 11 00 01]

¿Y bien?, ¿cuántos habéis conseguido
retenerlos todos por orden?

Bueno, ¡fantástico!

Esta fue la marca que conseguí
en mi primer día de práctica.

Y ahora vamos a incrementarlo un poco.

Tras varios días de entrenamiento
se pueden memorizar

20 números en estos cuatro segundos.

Estoy seguro que muchos de vosotros
podréis conseguirlo,

que he visto muchas mentes brillantes
al entrar.

¿Preparados?

¡Ya!

[10 01 11 10 01 11 00 01 00 11]

(Risas)

¿Quién ha conseguido retenerlos todos?

Bien, ¡fantástico!.

Ahora quiero que probéis la marca
que conseguí en mi primera competición,

tras siete meses de entrenamiento.

Este intento va a ser
un poquito más exigente,

necesitáis que vuestra concentración
esté al cien por cien.

¿Estáis preparados?

¡Ya!

[10 01 01 11 11 01 101 01 10 11 00
01 11 010 11 01 00 11 00 01 101

01 00 10 10 01 10 001]

(Risas)

Acabáis de intentar memorizar
60 dígitos binarios en 4 segundos.

En mi primera competición,
para mí lo más difícil no era memorizar,

estaba entrenado y lo dominaba.

Lo más difícil fue mantener la calma,
tras la presión que yo mismo había creado.

Me daba mucho miedo hablar en público,
me daba miedo competir,

y me aterraba la posibilidad
de hacerlo bien o mal.

¿Os podéis imaginar mi estado?

El corazón se me salía del pecho,
las piernas querían echar a correr,

y me temblaba tanto la mano,

que era incapaz de hacer click en el botón
para empezar la competición.

En resumen, estaba muy lejos
de mi zona de confort.

Estaba siendo una de las peores
experiencias de mi vida,

cuando tendría que ser
una de las mejores.

Al menos, hasta que conseguí
cambiar el enfoque.

Comprendí que estaba allí
porque yo lo había decidido,

y tenía que disfrutar de ello,

conseguí dejar de lado la exigencia
de hacer una buena competición,

de hacer buenas puntuaciones
o incluso ganar.

Y mi único objetivo fue únicamente
disfrutar la experiencia,

pasármelo bien.

Cuando conseguí esto,
por arte de magia

los resultados empezaron a acompañarme,

y conseguí batir mi record personal.

Aunque no estaba del todo descontento
con las puntuaciones,

estaba muy contento,

pero algo no me había gustado.

¿Es normal sufrir tanto
en un momento importante?

Varios meses más tarde me presenté
al Campeonato del Mundo de Speed Memory.

Había trabajado más,
mi rendimiento había mejorado,

mis puntuaciones habían aumentado,
pero volvía a sucederme lo mismo.

Algo que entendería más adelante,

es que el conocimiento no me garantiza
un buen rendimiento psicológico.

Estando en este campeonato,
me fijé en Ramón Campayo,

mi mentor,
y nueve veces campeón del mundo.

A él se le veía totalmente concentrado
en lo que estaba haciendo,

y disfrutando,
no estaba sufriendo.

Nuestras personalidades como competidores
eran tan diferentes,

que esto me empujó
a trabajar una asignatura pendiente,

la preparación psicológica.

A partir de ese momento,
aprendí a cerca del funcionamiento

de la mente, y cómo poder
utilizarla en mi favor.

Y dos años más tarde, me presenté
al siguiente campeonato del mundo,

con ganas de comprobar
los frutos de mi entrenamiento,

y con esta mentalidad renovada.

Ahora, para que experimentéis
los beneficios de este entrenamiento,

vamos a probar con la siguiente marca.

¿Estáis preparados?

Va a ser un intento
un poco más exigente que el anterior.

(Risas)

Esta marca es la que conseguí
en ese campeonato del mundo.

¿Preparados?

¡Ya!

[10 01 11 01 00 01 10 10 01 11 01 00 01
11 00 11 10 01 01 11 00 01 101 01 11 10

10 01 11 001 10 01 00 01 11 01 101 01
11 11 00 01 11 010]

(Risas)

¿Cómo os habéis sentido?

(Risas)

Bueno, os acabáis de enfrentar
a 92 dígitos binarios.

Tras estos 2 años de entrenamiento,
no sólo conseguí mejorar mis marcas,

sino que conseguí mi primer récord
del mundo en memoria rápida.

Y dos años más tarde,
clasificarme subcampeón del mundo.

Pero para mí, lo más importante
no son los logros que conseguí,

sino que conseguí cambiar el enfoque
y aprendí a disfrutar y a divertirme

como nunca, en esos momentos
que eran tan importantes.

La pregunta que nos tenemos que hacer es:
"¿Cuál es la diferencia

entre el competidor que rinde al 100 %
y los que entrenan

y no consiguen ese rendimiento?".

Pues veréis, la preparación psicológica
es un cúmulo de buenos o malos hábitos.

Los que conseguimos tener
una buena preparación psicológica

hemos acumulado buenos hábitos,

y los que no, hemos ido acumulando
una serie de malos hábitos.

Tenemos una media
de 60 000 pensamientos al día.

y según Harvard,
el 47 % de estos pensamientos

son negativos.

Aunque estoy seguro,
que las semanas previas

a ese momento importante
del que hablamos,

ese porcentaje aumenta, ¿verdad?.

Y recordad,

todos estos pensamientos dejan huella.

La pregunta
que nos tenemos que hacer ahora es:

"¿Qué es lo que podemos hacer
para dejar de sufrir

ante esas circunstancias,
y aprender a disfrutar

y realmente dar lo mejor
de nosotros mismos?"

Nuestra mente registra continuamente
la opinión acerca de todos

los estímulos con los que interactúa.

Básicamente, si nos hace sentir bien
o nos hace sentir mal.

Imaginemos que nunca habéis visto esto,
no conocéis el mando,

para vosotros es algo nuevo,
no tenemos ninguna opinión registrada,

es una opinión neutra,
ni es bueno ni es malo.

Yo os lo presento y os lo cedo,

cuando lo tocáis por primera vez
recibís una pequeña descarga,

¿qué es lo que va a pasar?,

nuestra mente va a anotar esa sensación,
el mando es malo,

me ha hecho sentir mal.

Cuando esto pasa sólo una vez
no es grave,

tenemos una ligera opinión,
pero no es firme.

Pero si continuamente recibimos descargas
una y otra vez,

y repetimos el proceso,
¿qué es lo que va a pasar?,

que vamos a afianzar esa opinión,
y estaremos completamente convencidos

de que esto es algo malo,
porque nos ha hecho sentir mal.

Y cada vez que aparezca,
revivirá en nosotros

esa sensación que nos empezó a generar.

Si queremos trabajarlo en sentido opuesto
para conseguir algo positivo,

funciona del mismo modo.

Si os cedo el mando por primera vez
y al tocarlo os ponen una cerveza,

¿qué es lo que va a pasar?

(Risas)

Obviamente el mando será nuestro
mejor amigo y nos lo llevaremos a casa.

(Risas)

Como podéis ver, nuestra mente
funciona del mismo modo.

Y evidentemente no todo el mundo
reacciona igual ante un mismo estímulo.

Cuando tenemos un detonante palpable
como puede ser la descarga,

o la cerveza,
lo tenemos claro.

Pero, ¿qué pasa con los pensamientos?

Según sostiene el neurólogo
Álvaro Pascual Leone,

el cerebro no distingue entre lo real
y lo que imagina.

¿Esto qué quiere decir?

Que tengáis cuidado con lo que penséis.

Cuando empezamos a prepararnos
para un momento importante,

como podría ser esta conferencia,
para mí es muy importante,

una competición, algún examen,
alguna entrevista,

nuestra opinión el primer día
es neutra, ¿verdad?.

Pero empezamos a recibir
cientos o miles de pensamientos

relacionados con ese evento,

y nuestra mente empieza a registrarlos.

¿Qué cantidad de pensamientos negativos
podéis acumular durante el primer día

de preparación?,

¿y durante la primera semana?,

¿el primer mes?,

¿los dos primeros meses?.

Hemos acumulado
muchas sensaciones negativas.

"Es un momento importante,
tengo que hacerlo bien",

"¿Cómo voy a fallar?", "Estaré muy
estresado, ¿cómo lo voy a hacer bien?".

Y empezamos a anotar
cómo nos ha ido haciendo sentir.

Esto sería muy parecido
a una bola de nieve.

Si dejo caer una bola de nieve,
el primer día es pequeñita, ¿verdad?,

es posible y es muy sencillo detenerla,
no nos hace daño.

Pero cada pensamiento suma,
y empieza a acumular esas sensaciones,

y la bola de nieve,
cuando la dejo caer,

empieza a ensanchar,
y cada vez es más y más grande,

hasta el día en el que llega el momento
y decimos: "¿Cómo paro esto?,

me siento muy mal,
y tengo miedo de lo que vaya a pasar"

Bueno, cuando llegamos a esta situación,
¿qué es lo que se suele hacer?,

ponemos esos vídeos de motivación,
ponemos las canciones que más nos gustan,

e incluso las películas
que más nos motivan, ¿verdad?.

Necesitamos una inyección de motivación,
porque la hemos ido perdiendo.

Y nos decimos las palabras
"Tan solo hazlo", "Tú puedes".

Y nuestra mente ¿qué va a hacer?,

va a anotar esa sensación, dice:
"El momento, el desafío, es bueno".

Llegamos al día de la verdad,
el día del momento importante,

y nos decimos a nosotros mismos:
"Yo puedo, ¡claro que sí!",

y la mente vuelve a anotar,
"Esto es bueno",

pero va a hacer un balance,
75 572 pensamientos negativos

(Risas)

42 positivos, "No puedes, mira,
si aquí están los datos".

"Te has ido sintiendo mal,
no vas a poder hacerlo",

y nos venimos abajo, ¿verdad?.

Decimos: "¿Cómo puede ser
si cuando vi el vídeo de motivación

en el que el capitán daba
esa charla espectacular al equipo,

les inyectaba tanta energía
que se clasificaron para el mundial

o incluso lo ganaron,
¿por qué a mí no?"

Porque ellos han acumulado buenos hábitos
en la preparación,

no sólo la charla,
sino que han tenido entrenamiento,

y todo es cuestión de entrenamiento
y práctica.

Ahora lo que quiero compartir con vosotros
es la técnica que utilicé

para poder combatirlo,

una de las que más beneficios
me han aportado

para poder perder ese miedo
a la competición,

ese miedo a hablar en público,
y poder dar lo mejor de mí.

Y sobretodo, dejar de sufrir.

Para que veáis, que al acumular
buenos hábitos positivos

en esta preparación psicológica,
no es sólo para sentirme bien,

sino que además mejora el rendimiento.

Según los estudios de Sound Echo,

el cerebro positivo rinde un 31 % más
que un cerebro estresado o neutro.

Ya no hablamos sólo de sensaciones,
de sentirme bien,

sino que estamos hablando de rendimiento.

Los pensamientos funcionan de un modo
muy similar a un remolino en el mar.

Si vamos nadando, y nos damos cuenta
que nos empieza a atraer,

podemos salir de él
de una forma sencilla, ¿verdad?,

la corriente aún no es fuerte.

Pero, si somos conscientes
que nos está atrayendo el remolino

cuando ya estamos en el centro,

¿qué es lo que va a suceder?.

Es mucho más complicado, estamos
en una zona que ha hecho mucha fuerza,

y salir de ahí nos va a costar.

Pues los pensamientos
funcionan de un modo muy similar.

Cuando aparece un pensamiento intruso
"Esta conferencia es muy importante",

bueno, ya se verá,
podemos cambiar el foco de atención,

pero, ¿qué sucede cuando
nos aferramos a esos pensamientos?.

"Es un momento muy importante",
"¿Cómo lo voy a hacer mal si sólo tengo

una oportunidad?", "¿Cómo lo voy a
hacer bien si sólo tengo una oportunidad?"

y entramos en un bucle, ¿verdad?,
atrapados por ese pensamiento

en el que cambiar el foco de atención
es mucho más complicado,

y ya no podemos salir de ahí,
nos cuesta mucho trabajo.

¿Recordáis lo que he dicho al principio
que todos los pensamientos dejan huella?,

pues cuando entramos en el bucle,
empezamos a acumular

esas sensaciones negativas,

y empezamos a hacer grande
la bola de nieve.

La técnica que utilicé
para poder mejorarlo es "cortar".

Tenemos que interrumpir el pensamiento,
y dejar de acumular

esas sensaciones negativas.

Lo ideal es poder ser conscientes
de esos pensamientos,

incluso nada más llegan,
y dejarlos pasar.

Esto es lo más sencillo, cambiar
el foco de atención es lo más fácil,

pero necesitamos un entrenamiento
y una práctica.

Ahora veamos cómo salir de ese bucle
cuando estoy completamente atrapado.

Os tenéis que centrar
en cambiar el foco de atención,

¿por qué?, porque en lo que nos enfocamos
el cerebro lo hará real,

y empezamos a acumular esas sensaciones.

Por ejemplo, si estáis caminando
y os inundan estos pensamientos intrusos

y nos vemos atrapados en el bucle,

hay que provocar una ruptura,
"¡Basta!",

y tengo que enfocarme
en otra cosa,

no importa en qué,
simplemente deja de pensarlo,

si estamos andando céntrate en los pasos,
cuéntalos,

si estás haciendo otra actividad,
céntrate en esa actividad,

simplemente cambia el foco de atención,
radicalmente.

Y de este modo, dejaremos de acumular
esas sensaciones negativas,

porque al acumular
esos pensamientos negativos,

nuestra balanza se va a inclinar
hacia lo negativo.

Si rompemos o interrumpimos
estas sensaciones,

conseguiremos que nuestra balanza
se equilibre y se quede neutra,

y a partir de ahí poder inclinarla
hacia el lado positivo.

El trabajo correcto es pasar
de negativo a neutro,

y de neutro a positivo.

Si tengo muchas sensaciones
negativas acumuladas,

mi balanza está neutra,
no puedo revertirlo al positivo.

Por ejemplo: "Yo que soy una persona
nerviosa lo voy a hacer mal,

porque hay mucha gente,
¿cómo no lo voy a hacer mal?"

"No no, lo voy a hacer bien",
¿y qué sucede?,

que no es creíble, ¿verdad?,

"¿Cómo lo voy a hacer bien
con lo tímido que soy?".

Es imposible, porque tenemos la balanza
inclinada en lo negativo,

el primer paso es conseguirla neutra
y después convertirla en algo positivo.

Como podéis ver, al entrenar la mente
podemos cambiar la forma

en la que percibimos las cosas y así
desarrollar nuestro auténtico potencial.

Y ahora os voy a pedir,
que con este aplauso

empiece vuestro compromiso
de tomar el control de los pensamientos

y que seáis los escultores
de vuestro propio cerebro.

Muchas gracias.

(Aplausos)