La plasticidad cerebral y los nueve principios esenciales | Anat Baniel | TEDxBerkeley

Anat Baniel discute y guía a la audiencia en un breve ejercicio para explicar su método, el NeuroMovement, que se utiliza para superar el dolor y las limitaciones utilizando la capacidad del cerebro de transformarse y provocar un cambio positivo. La investigación del cerebro muestra que cuando el movimiento se hace de forma automática, el único cambio en el cerebro consiste en una acentuación de pautas preexistentes. Con el tiempo, esto lleva a una pérdida de conexiones neurales. Cuando la persona presta atención a lo que siente cuando se mueve, el cerebro se despierta y se transforma a una velocidad increíblemente veloz con la creación de nuevas conexiones.

Ana Baniel estudió psicología clínica y estadística, se formó como bailarina. Fue una estrecha colaboradora del Dr. Moshe Feldenkrais. Es fundadora del Método Anat Baniel y directora del centro ABM en en condado de Marin en California. Anat Baniel desarrolló su trabajo a la vanguardia del campo emergente sobre la plasticidad del cerebro tras 30 años de resultados extraordinarios con miles de niños con necesidades especiales y adultos con lesiones, dolor crónico y otras enfermedades. Es autora de dos libros, "Movimiento consciente" ("Move into Life") y "Niños mas allá de los limites" ("Kids Beyond Limits").

Esta charla se dio en un evento TEDx utilizando el formato de las conferencias TED pero organizado de manera independiente por una comunidad local. Para mas información: http://ted.com/tedx.

Bien, hemos oido que que el cerebro
es la tecnología más asombrosa,

vamos a echar un vistazo
a la historia reciente.

En 1981, Hubel y Weisel ganaron
el premio Nobel

por su investigación revolucionaria
sobre la plasticidad del córtex.

Es la habilidad que tiene el cerebro

de adaptar su estructura y conexiones
en respuesta a su propia experiencia.

Llegaron a la conclusión

de que tras lo que llamaron
"ciertos períodos críticos",

las estructuras cerebrales,
en su mayor parte,

no seguirán cambiando.

Eso fue en 1981.

Y en los seres humaos

observaron que esos períodos críticos,

muchas piezas de esos períodos críticos
se dan antes del año de vida

y luego la mayor parte se da
entre los cinco y diez años.

El doctor Michael Merenich,
un reconocido neurocientífico,

tenía a principios de los 70,

un profesor importante,

— eso me contó la semana pasada—,

a quien admiraba y respetaba mucho,

y también estaba en contra de la idea
de la neuroplasticidad.

y eso no hace tanto tiempo.

Pero a principios de los años 70, cuando
el Dr. Merzenich hizo su investigación,

sus observaciones,
en sus propias palabras,

"No tenían sentido en un mundo en que
el cerebro no puede autocambiarse."

Y la única manera en que
podía explicar sus hallazgos

era a través de la idea de un cerebro
muy plástico a lo largo de la vida.

15 años después de eso,

estaba en mi oficina
con un bebé de 13 meses

al que dos de los mejores neuropediatras
habían diagnosticado

algo denominado "lesión cerebral global."

Tenía un pronóstico nefasto:

decían que nunca podría gatear,
ponerse de pie, andar, hablar

o funcionar de manera positiva
como adulto.

Yo no estaba al corriente
del diagnóstico de Hubel y Wiesel

sobre la rigidez o
falta de plasticidad del cerebro,

y no había aún descubierto
el trabajo del Dr. Michael Merzenich

y otros investigadores
de la plasticidad cerebral.

Nunca había trabajado
con una niña como Elizabeth antes.

De hecho, era el primer bebé
con que había trabajado.

Así que mi mayor ventaja en aquel momento

era que no sabía lo que no era posible.

Tenía mis propias experiencias personales
de cambios muy profundos en mi propia vida

y asumí

que tenía que haber una correlación
con cambios en el cerebro.

Así que fui a por ello.

Hoy, Elizabeth es una preciosa,
mujer independiente

con pleno uso de sus facultades.

Tiene dos masters.

Está casada.

También tiene su propia empresa.

Hoy la idea de la plasticidad cerebral
está globalmente aceptada.

La investigación muestra en acción
cómo ocurre.

Sin embargo, en la vida diaria,

la mayoría de la gente no va pensando
sobre su cerebro cambiante,

y no existen muchas maneras

de afectar al cerebro intencionadamente
en la dirección que queremos,

para la mayoría de la gente.

Incluso en áreas donde es obvio
que el cerebro necesita nuevas conexiones

como, por ejemplo, en rehabilitación,

cuando hay una lesión, incluso
una lesión cerebral

o en formación física, musical y demás

algunas de las prácticas de
cómo se forma o educa a la gente

es como si el cerebro
ni siquiera existiera

en el cómputo de
cómo hacer que la gente mejore.

A menudo salgo a dar una caminata
por mi sendero favorito

y allí veo, de vez en cuando,

a la misma gente haciendo estiramientos

antes incluso de correr o caminar.

Ponen un pie, ya saben, en la verja,

y se inclinan hacia delante,

y empiezan a hacer estiramientos,

intentando tocarse las puntas de los pies.

Y he visto

que en la mayoría de ellos
no se ve mucho cambio.

Y se supone que los estiramientos
aumentan la flexibilidad

y "calientan" los músculos
para prepararlos para correr o andar

y me pregunto si esa es
la mejor manera de hacerlo,

y probablemente algunos de Uds.
aquí han intentado estirarse

y han descubierto que algunas veces
no es tan beneficioso

como debiera.

Hace unos años,

trabajé brevemente
con una bailarina principal

de una conocida compañía
estadounidense de danza.

Y vino a verme porque siempre
había tenido un problema:

no podía elevar su pierna izquierda
hacia atrás, para hacer un arabesco,

lo denominado arabesco,

de hecho, era su pierna izquierda
y su pierna derecha

y había hecho estiramientos, claro,
todos sus años de formación,

y eso no había cambiado.

Así que, ¿qué tal si hacemos algo
no típico de TED aquí

y les pido a todos que se levanten,

y lo intentamos?

A ver qué podemos hacer;
y experimentamos un poco.

Ya sé que esto está muy concurrido
y es un teatro, no un gimnasio,

así que les voy a pedir

y se va a mostrar aquí

que se miren entre sí,
si no entienden las instrucciones.

Yo voy a estar aquí de pie,

y les voy a pedir a todos

que giren unos 20 grados
hacia donde estoy yo.

Esto es para crear un poco más de espacio.

Separen las piernas un poco.

Ya sé que no hay mucho espacio
para separar las piernas tampoco.

Y ahora doblen las rodillas un poquito

e inclínense para llegar
al suelo con las manos.

Háganlo con suavidad, no tiren.

Miren a ver si encuentran el espacio
para ir hacia el suelo con las manos.

Y levantense de nuevo.

Eso es. Una vez. No más, no es necesario.

Por cierto, son asombrosos.

Por lo que veo, lo están haciendo.

Muchas gracias.

Y ahora, si quisieran llegar más abajo,

normalmente ¿qué harían?

Probablemente tirarían más fuerte,
e intentarían empujar más fuerte,

esperando conseguir
de alguna forma ser más flexibles.

Así que, ¿qué tal si intentamos algo
un poco diferente?

Uds. en la primera fila, dense la vuelta

y usen el mismo respaldo de la silla
que la gente que tienen detrás.

Y todos Uds., gírense directamente
hacia mí, hacia delante.

Apóyense en el asiento con las dos manos.

Separen las piernas un poco;

doblen las rodillas un poco, no mucho.

Y el movimiento que van a hacer ahora

es que van a tirar de su abdomen
hacia la espalda

y miren a su ombligo como si fuera
muy interesante.

Y arqueen la espalda según sueltan
el abdomen y miren hacia arriba

Muestren la cola,

pero sigan apoyándose en el asiento
con los brazos extendidos si pueden.

Y ahora doblen la espalda,

metan la tripa hacia dentro,

miren a su ombligo,

y arqueen la espalda,

suelten la tripa y miren hacia arriba.

Ahora, paren.

Giren 20 grados hacia mí,

20 grados, rápido, que
se nos acaba el tiempo.

Doblen las rodillas un poco
y estiren hacia abajo con las manos,

a ver si pueden llegar un poco más lejos.

Quietos, sí.
Alguien ha dicho algo por aquí.

Bueno, levántense de nuevo,

apóyense en el respaldo del asiento
de nuevo, solo por un momento,

Y ahora van a meter la tripa
hacia dentro y a arquear la espalda

pero van a girar la cabeza y mirar
por debajo de su axila izquierda.

Así que arqueen la espalda,

tirando de la tripa y mirando
bajo de su axila izquierda

girando la cabeza así.

Luego van a arquear la espalda,

soltando la tripa y mirando
por encima de su hombro izquierdo

Y ahora tiren de la tripa hacia dentro

miren por debajo de su axila derecha,

conozco a muchos profesores aquí;
siento hacerles esto,

y ahora, arqueen la espalda,

suelten la tripa y miren
por encima de su hombro derecho.

Excelente. Pónganse de pie.
Giren 20 grados en el mismo sentido.

Doblen las rodillas un poco

y bajen.

¿Llegan un poco más lejos?

Sí. Siéntense, por favor.

(Risas)

(Aplausos)

Sí. Lo están haciendo muy bien.

Vale. Lo están haciendo estupendamente.

Mírense.

Bien, que, espero que esto
siga funcionando, sí.

¿Qué ha ocurrido?

Pues acaban de probarse a sí mismos
que tienen un cerebro

(Risas)

y que su cerebro puede cambiar.

Y déjenme decirles, muy brevemente,
algunos de los principios,

que llamo esenciales,

que hemos utilizado aquí.

Uno es que se movieron con atención,
siguiendo que acaban de oír.

Se han movido con atención.

Moverse con atención cambia
el cerebro muy rápidamente

Lo segundo, fueron más despacio.

Tercero, redujeron la fuerza.

Lo cuarto que hicieron
es introducir algunas variaciones,

Y lo quinto

es que se retiraron un poco de su objetivo

para darse espacio para experimentar.

Esas son cinco de las nueve
cosas esenciales

que utilicé para ayudar a la bailarina

en unos minutos por cierto:
a ella le llevó seis minutos

hacer que su cerebro descifrara
cómo mover su pierna digamos rezagada.

Y estos son los mismos principios

que utilicé a lo largo
de muchos años con Elizabeth,

ayudándola a avanzar y superar
una limitación tras otra

hasta llegar adonde está hoy.

Bien, los músculos, muy brevemente,

en el tema de los estiramientos,

no están hechos fisiológicamente
para estirarse.

Es una locura.

Los músculos están hechos
para contraerse y relajarse

Cuando son muy cortos
e impiden nuestro movimiento

es porque el cerebro les envía la señal
de contraerse en el momento equivocado.

Así que tenemos que comunicarnos
de alguna manera con nuestro cerebro

para cambiar el patrón
que organiza nuestro movimiento

Así que estos principios esenciales

que no les engañe su simplicidad.

Así que el movimiento con atención,

lento

con fuerza reducida,

con variación,

y retirándonos un poco del objetivo,

los usamos a diario
para transformar las vidas.

Trabajamos mucho con niños
con necesidades especiales, niños autistas

y parálisis cerebral
y trastornos genéticos,

trabajamos con músicos,
atletas, gente así.

Traen esto a sus vidas,

a su ejercicio, su manera de pensar,

hacen investigación.

Todos estos principios
despiertan al cerebro

y le dan información,

lo inundan con información

con la cual puede hacer
sus cambios extraordinarios

Tiene repercusiones importantes
para la educación.

Si podemos tratar a los niños

con grandes dificultades para que
aprendan a leer, escribir, pensar, moverse

y ayudarles hasta que terminen
la universidad

y hacer que sean, de hecho,
realmente inteligentes,

imaginen lo que se puede hacer
con gente inteligente.

Devuelve a la gente la dignidad humana.

Recuerden, les dejo con esa idea,

que incluso en un mal día,
tienen un cerebro increíble,

y cuando le dan a su cerebro

lo que necesita para crear
e inventar para ustedes,

lo hará cada vez.

Muchas gracias. Gracias. Gracias

(Aplausos)