Preservar el Gran Acuífero Maya | Guillermo de Anda | TEDxManagua

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED. Más información en: http://ted.com/tedx

A través de esta presentación conoceremos el Gran Acuífero Maya en Yucatán, su importancia científica y la necesidad de preservarlo. Guillermo, con su experiencia, demostrará la importancia de patrimonios arqueológicos y de cómo estudiar este pasado nos dará las pistas de lo que puede venir en el futuro.

Explorador de National Geographic y arqueólogo subacuático especializado en el estudio de cuevas y cenotes por más de 30 años. Profesor e investigador en la Universidad Autónoma de Yucatán por más de 15 años. Es instructor de buceo en cuevas y dirige los proyectos 'El culto al cenote', y el proyecto del Gran Acuífero Maya, en México. De Anda es socio activo de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, y en 2007 recibió la mención honorífica en Antropología Física otorgado por el INAH.

(Sonido de aves en la selva)

¿Qué tal? ¿Cómo están?

Soy Guillermo de Anda.

Soy arqueólogo y explorador
de National Geographic.

(Aplausos) (Vítores)

Gracias.

(Aplausos) (Vítores)

Muchas gracias. ¡Qué energía!

Les agradezco muchísimo este recibimiento.

Espero que encuentren interesante
lo que les voy a platicar.

Yo soy mexicano.

Se preguntarán qué hace un mexicano
en Nicaragua, en un TEDx.

Les vengo a platicar
de ciertas similitudes,

que probablemente no tengamos ahora
muy en claro pero que existen

y que me han maravillado.

Yo trabajo en el agua.

Soy un arqueólogo subacuático
y buceo dentro de cuevas

en el mundo oscuro pero maravilloso

que son las cuevas inundadas
de Yucatán y Quintana Roo,

que se llaman cenotes.

Este es el nombre genérico
que viene del maya "tz'onot".

Como pueden ver,
son lugares bellísimos por fuera

pero por dentro son incomparables.

En realidad, es estar en otro planeta
dentro de nuestro mismo planeta.

Es un lugar que nos es totalmente ajeno
pero con una belleza extraordinaria.

Es un lugar inmenso.

Necesitamos equipo como si estuviéramos
en otro planeta, para poder sobrevivir.

Esos tanques que llevamos
llevan nuestro gas vital

para poder sobrevivir esta zona.

Y es increíble lo que se ha logrado
durante todos estos años.

Una vez más se preguntarán:
"Bueno, Yucatán...

Cancún, específicamente, está
a 1402 kilómetros de Managua".

Estamos lejos pero estamos muy cerca.

Estamos muy cerca en muchas cosas.

Estamos muy cerca en el hecho de que
tenemos grandes reservas naturales,

grandes fuentes de agua y, también,
una gran cultura precolombina.

Nosotros exploramos
este mundo oscuro de las cuevas,

al que cada vez estamos
presionando más y más;

es decir, estamos tratando
de ir cada vez más lejos.

Y fíjense que ese pequeño artefacto
que tiene ese buzo en la fotografía,

que es un riel que lleva
una línea de nilon muy extensa,

es nuestra garantía de regreso a la vida

porque estos lugares
son muy laberínticos.

Necesitamos una guía para poder
regresar y no perdernos y morir

porque no podemos respirar agua,
todos lo sabemos.

El asunto es que este riel
está anudado cada tres metros;

es decir, cuando nosotros tiramos
todos nuestros rieles

y llegamos al punto máximo de penetración,

de regreso contamos estos nuditos.

Hemos contado nudos por los últimos
30 años, más o menos,

y sabemos que el resultado
del contar estos nudos

nos ha dado 1390 kilómetros.

Si hacemos una analogía, es casi
la distancia entre Managua y Cancún.

Esto es impresionante porque todo esto

se da en un pequeño sector
del estado de Quintana Roo,

entre Playa del Carmen, un lugar
muy popular de turismo, y Tulum.

Es un área donde se ha concentrado

una gran cantidad de exploraciones
y de descubrimientos.

Gracias a estas exploraciones, hemos
podido encontrar cosas maravillosas.

Es el sueño de un arqueólogo.

Hace unos años, encontramos estos
animales que resultaron ser osos;

los primeros osos
registrados en esta zona.

Y resultaron ser osos muy antiguos,

probablemente con 14 000 años
de antigüedad.

Son de la Edad del Hielo.

Esto nos ha estado dando
una muy nueva perspectiva

acerca del poblamiento de América,
y de su biogeografía en general.

No me extrañaría que en esta región,

si iniciamos exploraciones de manera más
intensiva, encontráramos cosas similares.

En la zona de Yucatán,
hemos encontrado también

una gran cantidad de elefantes antiguos,
parientes de los mamuts,

en este caso gonfoterios, del cual vemos
una mandíbula extraordinaria y enorme,

con todos sus dientes bien preservados
debajo del agua.

Este nivel de preservación
en los cenotes es extraordinario.

Es increíble pensar que, hace
10, 11 o 12 000 años,

este individuo joven que vemos ahí,
se perdió probablemente en una cueva

que hoy está a algo más de 1000 metros,
un poco más de un kilómetro.

Y él quedó en su lugar de eterno reposo,

para que los buzos, miles de años después,
pudiéramos encontrarlo

y diera grandes respuestas a la ciencia.

Ahora sabemos mucho más
del poblamiento temprano de América

gracias a la investigación
que se hace en el acuífero maya,

en toda esta enorme zona
de cuevas inundadas,

particularmente en el estado
de Quintana Roo.

Esta foto es de un hallazgo que
se dio a conocer hace muy poco.

Es el cenote de Hoyo Negro,

donde se encontraron los restos
de una mujer joven,

de aproximadamente 15 años,

en asociación con enormes huesos,

en este caso de otro gonfoterio,
otro pariente de los mamuts,

en un estado maravilloso de preservación.

Déjenme platicarles que

un diente de esta mujer se extrajo,

se hicieron análisis
y se pudo obtener ADN.

Con esto se supo que
esta mujer en particular

era descendiente de la gente
que cruzó por el estrecho de Bering,

y que venía de Asia.

Esta clase de respuestas...

esta clase de conservación es la que
nos da este maravilloso contexto.

Por si esto fuera poco, ahí vivieron
nuestros ancestros mayas,

que tenían una particular inclinación
hacia las cuevas y cenotes

porque eran considerados,
en su cosmovisión,

los lugares de donde
había emanado la vida,

el primer grano de maíz para el hombre
y de donde venía la lluvia.

Y de donde venían bienes
pero también venían males.

Cuando uno ve una foto así...

-- por cierto, unas fotos extraordinarias
de mis colegas de National Geographic;

esta en particular es de Paul Nicklen --

uno puede darse cuenta

de cuál pudo haber sido el sentimiento
de nuestros ancestros mayas.

Por esto se empieza a desarrollar
una nueva disciplina científica,

que es la arqueología de cuevas y cenotes.

Estamos buceando en un acuífero,
en miles de kilómetros de agua,

en millones de litros cúbicos de agua,

un recurso que tiende a agotarse,

un recurso que pronto será
más valioso que el petróleo mismo,

y en el cual está depositada una gran
cantidad de materiales arqueológicos

en un gran estado de preservación.

Pero este increíble acuífero nos da
respuestas no solo para el poblamiento

no solo respuestas acerca de los rituales
que practicaban los antiguos mayas,

sino que, cuando vemos una foto como esta,

y vemos una entrada de luz tan especial...

Este es un cenote que se llama Holtún

y está en el sitio arqueológico
de Chichén Itzá.

Esta foto es también de Paul Nicklen,
fotógrafo de National Geographic.

Y tengo el enorme gusto
de platicarles que en esa foto

están los primeros dos latinos
que aparecen en una portada

de National Geographic.

Esta fue la portada del año 2013,
del mes de agosto.

Es mi colega Dante García y un servidor.

(Aplausos)

Gracias.

Muchas gracias.

Esto, obviamente, es una gran satisfacción
para nosotros como latinos

pero, también, estas fotos nos dieron
una manera de entender mejor el contexto.

Imagínense que esa luz que están viendo,

que está atrás de la persona
que está en la cuerda,

es una luz de una entrada que fue labrada
artificialmente por los antiguos mayas

en la forma de un rectángulo, que
era la misma forma de su universo,

que tenía cuatro esquinas; para
nosotros son norte, sur, este y oeste;

y para ellos eran amarillo, rojo,
blanco y negro.

Y había un quinto rumbo de este universo,
que era el centro, el "axis mundi",

el eje sagrado de donde todo emanaba.

Y ellos se dieron el lujo
de labrar una entrada

en una cierta dirección para que el sol
pudiera entrar solo dos veces al año

de una manera especial.

Es decir, era un observatorio
astronómico solar.

Esta es toda la información tan importante
que nos están dando los cenotes.

Podemos ver esta foto impresionante
de ese día, particularmente,

en el que el sol entra de
una manera totalmente vertical,

Esta luz llega hasta el fondo,
a 50 metros de profundidad.

Es un momento mágico el poder estar ahí

y corroborar que los mayas
tenían una gran sabiduría,

como todos los pueblos mesoamericanos,

como todos los precolombinos
que nos antecedieron.

Todo este movimiento de exploración nos
ha llevado también a lugares increíbles.

Hay una cueva en el centro
del estado de Yucatán

-- que es la foto que están Uds. viendo --

donde hay un camino.

Los mayas le decían
"sac be", o camino blanco.

Eran enormes obras de ingeniería.

Este es el único que se ha encontrado
dentro de una cueva.

Resulta que, al final de este camino,
está un cuerpo de agua, un cenote.

Para continuar tuvimos que bucear.

Buceamos aproximadamente
100 metros dentro de la cueva

y del otro lado, encontramos la continuación
del camino en la misma dirección.

Nos empezábamos a preguntar:

"¿Cómo es posible que los antiguos
mayas hayan podido bucear?"

"¿Cómo es posible que hayan
podido llegar a este lugar?"

Empezamos a ver también una serie
de marcas en los cenotes,

de líneas de nivel del agua, y esto
nos empezó a dar explicaciones.

Sucede que el agua ha estado subiendo
y bajando; ha estado fluctuando.

Y ha habido muchos cambios climáticos
a lo largo de los siglos,

en los últimos miles de años.

Ha habido calentamientos de la tierra.

Ha dejado de llover.

Y estas intensas sequías
que pudieron haber sucedido,

desde la Edad del Hielo
hasta la era de los mayas,

están manifestándose en la forma
de material arqueológico:

el camino del que les hablo,

un cráneo depositado en
una especie de altar natural,

al cual se accede únicamente buceando.

Nos preguntábamos: "¿Cómo
llegaron allí los mayas?"

Y en este mismo cenote Holtún,
del cual ya les hablé,

encontramos una enorme ofrenda,

que actualmente está
a 8 metros de profundidad.

Este fue el rasgo que nos dio la idea,
que nos dio la respuesta,

de cómo es posible que
los mayas entraran a bucear.

No entraban a bucear.

El nivel del agua era más bajo
por esta enorme sequía,

que está documentada por
los paleoclimatólogos.

Y vemos que hay una ofrenda
perfectamente arreglada,

con materiales en ciertos
rumbos del universo,

que eran representativos de ciertas cosas.

Pero todos nos llevan a una cosa.

Todos nos llevan a un culto al agua.

A un culto a la lluvia.

A una desesperación por
que hubiera lluvia.

Tenían el agua para beber,
nunca se agotaba.

Pero, ¿qué pasa con el agua
de los cultivos?

Los mayas parecen estar haciendo
un esfuerzo enorme

cuando desciende el nivel del agua,
cuando deja de llover 5, 6, 10 años...

Y, entonces, entran directamente
a la entraña misma de las deidades

-- en este caso a la entraña del dios
de la lluvia, de Chaac --

y le piden: "Chaac,
por favor, que llueva".

Y hacen sacrificios en esta plataforma.

Esto probablemente es
lo que está sucediendo

a causa de una gran sequía.

Estos son los lados
muy amables de todo esto.

Pero también existen aristas,
y es importante contarlo.

Mi plática se llama
"Protegiendo el gran acuífero".

Esta foto es parte de esta investigación,

de otro lugar donde encontramos señales
de un cambio en el nivel del agua.

Es una foto de un lugar bellísimo.

La tomamos en 2006.

En 2006, durante este proyecto,

al final, hicimos
una presentación en una villa,

en un pueblo que se llama Homún, la
cabecera municipal de todo un municipio.

A los habitantes, especialmente
el señor presidente municipal,

les encantó la fotografía.

Nos dijeron: "¿Qué lugar es este?

Es un lugar maravilloso
para explotarlo turísticamente".

Obviamente, nos dio un poco de miedo

pero propusimos alternativas

para hacer un turismo
consciente y sustentable.

Pero nos ganó el tiempo de ellos,
que era muy rápido.

Y resulta que quisieron hacer
este cenote más bonito.

Y para hacerlo más bonito, según ellos,
le rompieron la entrada.

Vemos una enorme diferencia.

Entra una gran cantidad de luz.

Cambiaron el balance de toda la cueva.

Se perdió material arqueológico.

Se perdieron estalactitas
-- estas formaciones maravillosas --

"Mejor la quito y póngola bonita".
(Risas)

En este lugar,

había manifestaciones de
pinturas rupestres en las paredes:

manifestaciones de manos que
son muy comunes en las cuevas,

que desaparecieron porque cuando
entró la luz, esta las destruyó.

Manifestaciones de manos como estas,
que vimos en esta cueva.

Manos pintadas...

Vemos estalactitas cortadas
intencionalmente de una manera ritual.

Los mayas y los precolombinos
cortaban las estalactitas

porque eran señal de fertilidad
y, algunas veces, las ponían en entierros

o las ponían como ofrenda para los dioses
de la lluvia, para que lloviera.

Pero, esta foto que Uds. están viendo,
casualmente no es en Yucatán.

Cuando yo preparé esta plática,

me sorprendió e investigué un poco

acerca de la arqueología de Nicaragua.

Y este es un lugar de aquí, en Nicaragua.

Al norte, cerca de la frontera
con Honduras.

El lugar me sorprendió por la similitud
con algunos de nuestros sitios

y, también, por esta costumbre
de cortar las estalactitas,

tal vez para alguna ofrenda.

En Yucatán, tenemos lugares con muchísimas
de estas manifestaciones,

y cuando lo vi aquí...

y según la investigación
de la Universidad de Alberta,

dicen que es la cueva
más al sur de Mesoamérica

donde se ven estas manifestaciones.

Estoy seguro de que vamos a encontrar
mucho más si nos dedicamos,

algo que quiero hacer si me aceptan
en este maravilloso país.

(Aplausos)

Gracias. Muchas gracias.

(Aplausos)

Qué amables. Gracias, de verdad.

Esta foto que estamos viendo ahora
es también de Nicaragua.

Es de esta misma cueva.

Por cierto, se llama "Cueva La Conga".

Hay manos y... hay dos elementos
que me llamaron mucho la atención.

Arriba, al centro casi, hay una
especie de sol, ojo o insecto,

que se repite en la parte
inferior izquierda.

Hace años, buceando un cenote
en Chichén Iztá

-- un cenote muy profundo,
de 75 metros de profundidad --

encontramos una vasija,
que nos ha intrigado

porque es el único diseño que
hemos visto de este tipo en Yucatán,

o en la península en general,
o en general en la cerámica maya.

Y me encuentro con el mismo patrón
en esta cueva.

Realmente, esto ha sido maravilloso
porque veo que hay un punto de unión.

En la mañana, estábamos desayunando

y César, que presentó hace rato, dijo algo

-- porque hablábamos
de la comida riquísima

y de cómo se parecen algunas cosas
a lo que comemos en México --

y me dijo: "Somos lo mismo".

Y esto es muy cierto.

Lo estamos viendo desde nuestros orígenes,
desde hace mucho tiempo.

Somos lo mismo.

Somos americanos.

Tenemos los mismos ancestros.

Esta es otra foto de esta misma cueva.

En las cuevas, a veces encontramos
estas manifestaciones fantásticas

de las formaciones de las cuevas.

Yo las llamo "guardianes" de las cuevas.

Y vemos que aquí hay un guardián,
dentro del cuadro amarillo.

Es una especie de animal,

al que los habitantes de la zona
le labraron los ojos

y, de alguna manera, modificaron
la cara para hacerla más animal,

para que fuera como una especie de...

Yo les digo "guardianes" porque
están como protegiendo la cueva,

son como deidades del inframundo.

Me sorprende porque, en Yucatán,
tenemos este otro "guardián",

que también fue labrado sobre una roca,

y al cual le pintaron incluso ojos
y las orejas las detallaron.

Estamos viendo un mismo patrón cultural,

una misma forma de adorar
los sitios sagrados,

una unión en la forma de ofrendar

a los dioses de la lluvia.

El agua...

este elemento vital e indispensable

que nos estamos dando el lujo
de desperdiciar en todos lados,

que nos estamos dando el lujo
de contaminar.

Por esto debemos tener un gran cuidado.

Esta es otra similitud impresionante.

En otra cueva de...

No se registra exactamente el nombre
de la cueva en la investigación

pero la figura que ven arriba
a la izquierda es nicaragüense.

La de abajo a la derecha es una cueva en
Yucatán, cerca de un sitio llamado Uxmal.

Las dos son manifestaciones que algunos
investigadores han interpretado

-- y yo estoy de acuerdo --

como una imagen de Tláloc.

Tláloc es el dios de la lluvia
pero del centro de México.

Es como una representación de Tláloc.

Estamos hablando otra vez
de agua, de lluvia...

Y otra vez lo estamos viendo manifiesto
en arte rupestre en las dos zonas

-en zonas aparentemente distantes

y que nada tuvieran que ver entre sí.

Pero parece que tienen todo que ver.

Este lugar... este país es maravilloso.

En estas fotos muy antiguas de este lago

vemos tiburones de agua dulce
y un pez sierra enorme,

que es un animal en peligro
de extinción en todo el mundo.

Yo espero que todavía existan muchos.

Lo más importante de estos dos animales
es que viven, espero, en agua dulce.

Todos conocemos el fenómeno importantísimo
de animales que lograron una evolución,

que normalmente viven en agua salada

y que están viviendo en estos cuerpos
de agua increíbles de Nicaragua.

Es una misión importante...

Veo muchos jóvenes y eso me alegra.

Es una misión muy importante el que
los jóvenes, y los no tan jóvenes,

todo nos empoderemos,

todos nos empeñemos en proteger

maravillas naturales y culturales
que compartimos,

y que nos olvidemos de fronteras
políticas y geográficas.

Es un todo.

Somos lo mismo.

Y debemos protegerlo.

Están viendo estas imágenes maravillosas

que nos dan tanta paz:

una mamá bañando a su hijo
con agua del lago.

¿Qué mejor señal de vida, de optimismo
y de esperanza podríamos tener?

Empezaba a decirles que...

Todos sabemos que hay una idea
revolucionaria de hacer un canal,

que no es nuevo, lleva muchos años.

Y es muy polémico.

Yo he platicado con muchos de Uds.
y las opiniones se dividen.

Creo que cualquiera que sea
la medida que se tome,

que sea lo que sea que suceda,

espero que sea de manera muy regulada.

Sé que hay aspectos muy benéficos.

Estaba leyendo un reporte
de un arqueólogo nicaragüense

que decía que gracias, simplemente,
a los trabajos de trazado,

se han encontrado más de
250 sitios arqueológicos.

Esto es maravilloso.

Esto es algo muy importante que puede ser,

no un daño colateral,
sino un efecto colateral,

y se deben aprovechar estas cosas.

Pero, ¿dónde está la respuesta?

¿Quién puede proteger este país?

¿Quién puede proteger
sus riquezas naturales?

¿Quién puede proteger su cultura?

Por supuesto, Uds.

Hemos estado viendo pláticas maravillosas

que nos han hablado, precisamente,
del poder de la gente.

El poder está en nosotros.

Simplemente, hay que
cambiar nuestra mentalidad.

Hay que conocer lo que tenemos.

Creo que ese es el primer paso:

saber qué es lo que hay
para poder protegerlo.

Amarlo.

No lo vamos a proteger si no lo amamos.

En nosotros está esta disyuntiva, que
los mayas enfrentaron, de vida y muerte,

de esta dicotomía que podemos ver
claramente en un cenote.

La vida, el agua, el todo...

Y la muerte.

Espero que podamos vernos
más seguido en este país.

Yo estoy a sus órdenes.

Me ha encantado estar aquí con Uds.

Muchas gracias.

(Aplausos)