El fin de la procrastinación | Archana Murthy | TEDxMarcusHighSchool

La procrastinacióin es una fuerza mayor que la alegría, tristeza y amor que une a todos los humanos. Al contrario de la imagen humorística que pinta la cultura popular, evitar el trabajo es un problema grave. Las encuestas sugieren que entre el 85 y 95% de los estudiantes tienen problemas relacionados directamente con la procrastinación. Como adolescente que conoce muy bien este ciclo de estrés, ansiedad y depresión, Archana Murthy presenta una cura perspicaz para una de las enfermedades más grandes de la sociedad. A través de la reflexión personal, Archana sugiere que la cura para la procrastinación es emprender un viaje que es mejor recorrerlo con otros.

Archana Murthy es una estudiante de Marcus High School pero también de la vida. Estudia música y danza clásica de la Inda pero le gusta cualquier tipo de arte. Archana cree que el arte, la ciencia y la espiritualidad a menudo son intercambiables. Esta es su primer charla TEDx.

This talk was given at a TEDx event using the TED conference format but independently organized by a local community. Learn more at http://ted.com/tedx

Es domingo por la noche, el día terminó

y la vista de las estrellas en el cielo

es tan bienvenida como
el aire fresco nocturno.

Pero no es tan bienvenida

porque es domingo por la noche

y aún debo escribir un ensayo.

Me preparo para escribir y me doy
cuenta que para escribir bien,

tengo que recordar algunos
de mis escritores favoritos:

Steinbeck, Jane Austen.

Aunque quizás ya ha pasado mucho tiempo,

así que, para recordar como escribían,

investigo con una novela...

o dos.

Luego de terminar con eso,
me siento en mi escritorio

lista para producir sin parar algo
que será una obra maestra.

Aunque me doy cuenta de que
tengo las uñas muy largas.

¿Cómo se supone que agarre bien
el lápiz con las uñas tan largas?

Simplemente no se puede hacer.

Busco el cortaúñas por media hora

y las limo.

Luego de haber limado, pulido y lustrado

cada uña del cuerpo,

vuelvo a la tarea.

Y ahí es cuando me doy cuenta.

Hoy no hice ejercicio.

O en todo el año, pero de alguna forma
no era relevante hasta este momento.

Dos horas, tres lagartijas y
24 videos de gatos después,

me doy cuenta de que
el ejercicio no es lo mío.

Pero, por supuesto, uno debe seguir
las convenciones estándar de higiene

y como hice ejercicio, me di una ducha.

Salgo del baño con la cara
fresca e hidratada

pero una mirada al reloj
me detuvo en seco.

Son las 12:30 am y todavía no
he escrito ni una palabra de mi ensayo.

De alguna manera pude
terminar el ensayo y entregarlo

pero no es mi mejor trabajo.

Me siento un fracaso y el futuro
no parece tan emocionante.

La pregunta "¿Qué sigue?" solo genera
una sensación horrible de pesimismo

porque sé que es lo que sigue,

el mismo ciclo de emociones
por el que pasé cuando escribí el ensayo.

El lunes a la noche siento la misma
culpa, estrés, ansiedad y fracaso.

El martes a la noche siento la misma
culpa, estrés, ansiedad y fracaso.

Y el miércoles, jueves y viernes.

No importa cuantas veces
me diga para ser mejor,

que me arrepentiré
si lo dejo para después,

no puedo cambiar mi actitud.

Parece que así será mi vida
hasta que me gradúe

y tendré los mismos malos hábitos
en la universidad y en mi carrera.

Incluso tengo una visión
de mí misma en la vejez.

Sola, en un departamento desordenado,

llorando y sonandome
la nariz en mi camiseta

mientas miro "Vestido de novia".

Y estoy mirando la televisión porque
estoy posponiendo escribir mi testamento.

(Risas)

Estaba postergando escribir
mi testamento.

Eso es lo que hago:
dejar todo para después.

Créelo o no pero procrastinar
no es fácil.

Invierto mucho tiempo,
esfuerzo y recursos en ello.

Por ejemplo, todos los días después
de la escuela, sigo un horario riguroso.

Desde las 3:25 hasta
las 4:30 pierdo el tiempo.

Desde las 4:30 hasta las 6:42 me retraso.

Desde las 6:42 hasta las 7:14
pueden encontrarme holgazaneando.

Y luego hasta las 11:29 estoy
muy ocupada haciendo nada.

Aparte de mis valientes esfuerzos,

¿Qué significa exactamente
ser un procrastinador?

Un procrastinador, en pocas palabras,
es alguien que pospone una tarea.

En realidad, hay dos tipos.

Por un lado,
está el procrastinador situacional,

cuyo comportamiento depende de
la tarea específica que tienen que hacer.

Si no les gusta, la postergarán
y tratarán de evitarla.

Como la mayoría de las personas
con la limpieza, lavandería

y cualquier cosa que involucre
conversaciones indeseables.

Es por eso que mi madre todavía
no me ha dado "La charla".

Por otro lado,
está el procrastinador crónico.

Al procrastinador crónico
le cuesta hacer cualquier tarea.

Por lo general, les cuesta
mucho hacer algo.

Por si se lo preguntan,
pertenezco a esta categoría.

La peor pesadilla de un procrastinador
crónico es cuando una tarea desagradable

se combina con su alta impulsividad
y falta de autodisciplina

para crear un enorme remolino
de... preferiría no hacerlo.

Al saber todo esto, podemos decir

que hay un vínculo definido entre
el trabajo y la procrastinación.

Hay un vínculo definido entre
nuestra actitud hacia el trabajo,

nos guste o no, y la procrastinación.

Ser este tipo de procrastinador,
¿qué dice eso sobre mí?

¿Significa que solo soy una perezosa
destinada al fracaso?

¿Significa que no tengo las habilidades
básicas necesarias para manejarme?

Bueno, vamos a averiguarlo.

Luego del fiasco del ensayo,

solo para asegurarme de que no
soy la única con este problema

mientras todos los demás
están en el "mundo perfecto",

bebiendo sidra de manzana
en copas de vino junto a la piscina.

(Inhala, exhala)

Así que, le pregunto a algunos.

Resulta que muchas personas
son procrastinadores.

Casi todos mis amigos

pasan por el mismo proceso
para completar la tarea como yo.

No les gusta completar horas
para las sociedades de honores,

así que no lo hacen

hasta el último momento.

Mi primo de 23 años odia pagar
las cuentas, así que no lo hace,

hasta el último momento.

Mi profesor odia corregir nuestros
exámenes, así que no lo hace,

hasta el último momento.

Y mis padres odian declarar
sus impuestos, así que no lo hacen

diganlo conmigo:

hasta el último momento.

Sí, IRS simplemente los ama...

Entonces, afirmé que la procrastinación
es un gran problema que necesita atención.

Comencé a preguntarme
si siempre sería así para mí,

si siempre estaría tan
insatisfecha en mi vida.

Y ahí es cuando me di cuenta.

¿Qué haría para la mejor
innovación que cambie el mundo?

¿Qué haría para la charla TEDx
más épica de la historia?

¿Qué tal si soluciono la procrastinación?

Pude verlo de inmediato:

"El final de la procrastinación"
por Archana Murthy.

Y aquí estoy, en frente de ustedes
solucionando la procrastinación.

Estaba bastante decidida a solucionar
esta molestia de una vez por todas.

Excepto que no tenía
idea de como hacerlo.

Este desafío era revolucionario

porque nadie lo había hecho.

Pero, por suerte,

en un viaje en auto con mi familia

mi madre saco un libro
para leer, en voz alta.

El Bhagavad Gita para niños.

Para los que no saben,

el Bhagavad Gita
es un texto hindú antiguo

que supuestamente contiene
las respuestas de la vida.

y en ese momento mis orejas
se levantaron y de repente me interesa

porque si las respuestas
de la vida están ahí,

entonces la cura para la procrastinación
tiene que estar allí en alguna parte.

Estoy atrapada en el auto.

Escuchando animada sin perderme
el descubrimiento del gran secreto.

El entusiasmo no para de aumentar.

Hasta que lo escucho.

Escucho la verdad absoluta.

Y este es el secreto a la procrastinación:

uno debe realizar una acción sin ninguna
expectativa del fruto de la acción.

Es decir, uno debe realizar un trabajo
sin esperar una recompensa,

o al contrario, sin tener miedo
a las consecuencias.

Debe hacerse simplemente
por hacer el trabajo en sí,

sin invertir ninguna emoción
en cualquier otro factor externo.

Esto no tenía sentido para mi.

Para mi, todo el mundo funcionaba
mediante factores externos.

En mi realidad, hacía la tarea

porque si no lo hacía,
me iría mal en mis clases.

Mi profesor califica nuestros exámenes

porque si no lo hace,
fracasará en enseñarnos.

Mi primo paga sus cuentas

porque si no lo hace,
no tendrá un lugar para vivir.

Pensaba que todos hacían cosas
porque tenían que hacerlo,

porque había consecuencias
y recompensas que los controlaba.

Pero como estaba tocando fondo
y no tenía otra opción,

decidí darle una oportunidad
al consejo de el Bhagavad Gita.

Desarrolle un método
que podía seguir en mi vida.

Hay algunas pautas para este método,
pero antes de comenzar,

Necesito que sepan que lo primero que hice

fue ponerle un nombre extremadamente
importante a este método.

Lo llamé "El Método de Murthy para un
Significado Metacognitivo Consciente".

MMSMC para abreviarlo.

Pauta número 1:

Para triunfar, uno debe establecer
un objetivo especifico.

Todos los días mi objetivo es estudiar
para el examen SAT.

Entonces, el objetivo era llegar a casa,
estudiar para el SAT por 30 minutos,

hacer la otra tarea y luego,
si me quedaba tiempo libre,

disfrutar de otras actividades.

Además, mientras esté haciendo mi rutina,

no está permitido
usar el celular ni internet

porque así procrastinar sería muy fácil.

Número 2:

solo debe haber actitudes
positivas.

Esto implica tanto propagar
mis pensamientos positivos,

como rechazar cualquier
pensamiento negativo.

Por ejemplo, cada vez
que procrastinaba hasta las 10 p.m.,

o no hacía mi tarea por completo
y la terminaba en la clase anterior,

tenía que reconocer el error

y luego darle un giro positivo
a la situación.

Quizás, al decir eso, mañana
sería un nuevo comienzo

y una nueva oportunidad
para tomar mejores decisiones.

Número 3:

al final del día,

tenía que reconocer ya sea
un sentimiento de satisfacción

al realizar algún esfuerzo sincero
hacia mi objetivo,

y si no lo hacía,

tenía que reconocer los sentimientos
de culpa y ansiedad en mi interior.

Esto no significaba
que debía culparme por fracasar,

pero debía entender que se sentía mal
cuando evitaba hacer algo

y que se sentía bien cuando no lo hacía.

Este paso es imprescindible

porque la autorreflexión
es esencial para todo el proceso.

Ser consciente de tus reacciones
emocionales ante el método

y preguntarte por qué te sientes
y actúas como lo haces,

es lo que causa el cambio duradero

en lugar de atravesar
el proceso sin procesar nada

Número 4:

No importaba si
lograba mucho, poco o nada,

Tenía que tomarme una parte
del día para agradecer

por tener la capacidad
de realizar cualquier objetivo

que deseaba lograr.

Estudiaba agradecida por
poder tomar un examen SAT

para luchar por una educación superior.

O que tenía la capacidad mental

de hacer un examen y dar lo mejor de mí.

Además, el Bhagavad Gita
es un texto espiritual y religioso,

así que, sugiere ver el trabajo
como un servicio a Dios

y ofrecérselo como tal.

Si esto ayuda, puedes seguir este consejo

pero si no crees en esto, ignóralo.

Pauta número 5:

También seguí esta pauta, la cual
sugiere tener un diario de reflexión.

Aunque esto no significaba nada
según la evidencia científica,

y a menudo solo eran un montón
de pensamientos anotados en papel,

registraba mi estado emocional general

mientras atravesaba
este viaje transformador.

Entonces, con estas 5 pautas:

Número 1: establecer un objetivo;

Número 2: ser positivo;

Número 3: reconocer
y reflexionar sobre mis sentimientos;

Número 4: estar agradecida;

y número 5: registrar lo que pasa;

estaba lista para dominar.

Mientras ejecutaba esta técnica,

me di cuenta de que,
sorpredentemente, estaba funcionando.

Al ver mi diario de reflexión,
noté 2 patrones principales.

Una reducción general
de estrés y ansiedad

y un aumento de satisfacción y felicidad.

Dejé de ver mis responsabilidades
como algo monótono

y comencé a verlas como
algo divertido y que vale la pena.

A menudo tenía ese sentimiento
de estar en mi zona de confort

porque lo practiqué

y fue uno que comencé a desear.

Incluso, este método hizo que mis padres
arreglen las cosas con el IRS

y por fin declararon sus impuestos.

Por lo tanto, este método funciona.

Eso es genial, pero ¿por qué funciona?

¿Concentrarse en el trabajo y no
en el resultado es realmente relevante?

Resulta que puede ser la respuesta
a todas tus preguntas.

La parte que no les conté al principio

era que cada vez que me sentaba
a escribir el ensayo,

tenía pensamientos horribles.

¿Y si dedico mucho tiempo
y esfuerzo en esto

y termina siendo malo
y repruebo la tarea?

¿Y si no encuentro nada
sobre que escribir?

¿Y si comienzo a escribirlo
pero es muy aburrido?

Así que hice un compromiso
que no puedo romper.

Y déjenme decirles, no hay nada
que le tema más que al compromiso.

Me preocupo demasiado por el resultado

y no pongo mi energía en el trabajo en sí.

Sin embargo, este proceso
sucedió tan rápido

que no se manifestó como
un pensamiento consciente.

En cambio, era más una sensación
de miedo y fatalidad

que se juntaba en el estomago
hasta sentir que iba a explotar.

En ese momento, pensaba en algo
que podría distraer mis sentimientos.

Consejo: sabes que está mal
cuando te preguntas

por qué la habitación de repente
es una olla de presión

y tu eres el conejito inocente
atrapado allí dentro.

Entonces, ¿la procrastinación
es el resultado

de las emociones negativas
vinculadas con el trabajo?

En realidad, sí.

Numerosos estudios demuestran
que la procrastinación crónica,

al contrario de lo que se cree, no es
solo pereza o un mal manejo del tiempo.

En realidad, es el resultado
de un ciclo negativo de emociones

que también crea otras consecuencias:

culpa, estrés, ansiedad,
depresión y baja autoestima.

De hecho, el mecanismo cognitivo
detrás de la procrastinación crónica

es misteriosamente similar
al trastorno obsesivo complusivo.

Podemos reírnos de la manera cómica

en que el procrastinador crónico
no puede hacer lo que se propone.

Pero en realidad, no es muy gracioso.

Para él, hay un error fundamental
entre la intención y la acción.

Cuando usé el Método de Murthy
o "MMSMC",

estaba obligada a enfrentar
las emociones negativas y estresantes,

en vez de evitarlas

porque de alguna manera
pensaba que luego lidiaría con ellas.

Pero en realidad,
enfrentar, aceptar y olvidar

esas emociones y miedos

no fue fácil.

Mientras más lo hacía, más fácil era
y la recompensa era enorme.

Me reorganicé para controlar el estrés

de una manera que promovió la alegría,
positividad, gratitud y auto aceptación,

en vez de culpa y desesperanza.

Esto fue revolucionario para mi.

Implicaba que el Bhagavad Gita
en realidad tenía razón.

Mi obsesión por los resultados
del trabajo creaba toda esta negatividad

que me impedía alcanzar todo
mi potencial de felicidad.

Y me llamaba la atención

que esta información también
podía beneficiar a otras personas.

Algunas personas no piensan en esto
como un problema real o importante,

más que nada la generación mayor,

pero para la juventud actual,
para ti y para mi,

es un gran problema
que afecta a todos.

Cerca del 20% de los norteamericanos
son procratinadores crónicos

y creo que es demasiado.

Podemos solucionar esto para
no ser solo una estadística.

Para todos los que están aquí,
podemos hacer una diferencia.

Sigan el método del que les hablé.

Comprométanse a cambiar sus hábitos,
pregúntense por qué procrastinan

y emprendan un viaje de autorreflexión.

Conviértanse en esa persona
que siempre se destaca,

que ama lo que sea que tiene que hacer.

Tenemos el poder de hacer un cambio.

Hagas lo que hagas,

no lo dejes para mañana.

(Aplausos)

(Música)