Descubriendo aspectos positivos: un viaje por la salud pública | Miriam Alvarado | TEDxBridgetown

Miriam Alvarado nos pide que imaginemos una pastilla que pudiera reducir el riesgo de contraer cáncer de colon en un 30 %, el cáncer de mama entre un 20 % y un 40 %, e incluso si tuviéramos antecedentes familiares de diabetes, que redujera el riesgo en un 40 %. ¿Cuál es esta pastilla mágica? El ejercicio. Pero ¿por qué solo 1 de 10 mujeres en Barbados realiza suficiente actividad física?

Nacida en California, Miriam Alvarado es una investigadora de métodos mixtos que se enfoca en los determinantes sociales de la salud y las disparidades en materia de salud. Miriam llegó a Barbados en el año 2013 como becaria de Fulbright, y se dedicó a estudiar las experiencias y percepciones de las mujeres en relación con la actividad física. Posteriormente, se afilió al Centro de Investigación de Enfermedades Crónicas y se ha centrado en la comprensión de las disparidades de salud regionales, la dinámica del envejecimiento de la población y los efectos del reciente impuesto sobre las bebidas azucaradas. Actualmente, Miriam dirige un proyecto destinado a convertir la actividad física en algo más accesible para las mujeres de toda la isla, llamado Get Women Moving. Antes de llegar a Barbados, Miriam fue becaria de posgrado en el Instituto de Métrica y Evaluación de la Salud y se especializó en la carga de las enfermedades a nivel mundial y en los determinantes sociales de la salud. Miriam recibió su Maestría en Salud Pública en la Universidad de Washington y cuenta con una Licenciatura en Economía y Estudios de Desarrollo de la Universidad de California, Berkeley.

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED. Más información en http://ted.com/tedx

Hola a todos y buenas noches.

Gracias.

Esta noche, voy a hablar sobre el proyecto
que me trajo a Barbados

y el viaje en el que me embarcó.

Soy de Seattle,

y en 2013, vi un gráfico
que me cambió la vida.

Pero tengo que advertirles que
va a ser un poco decepcionante.

(Risas)

Aquí está.

(Risas)

Estas son las tasas
de obesidad en Barbados.

Verde para los hombres
y violeta para las mujeres.

Verán que la tasa
de obesidad en las mujeres

casi duplicó la de los hombres en 2010.

Como muchos de Uds. saben,

la obesidad está relacionada
con un mayor riesgo de diabetes tipo 2,

hipertensión y otras
enfermedades crónicas.

Por eso, cuando vi
este gráfico, me pregunté:

"¿Este factor diferencial de género
en las tasas de obesidad

se traduce en una diferencia
de género en las enfermedades?".

Desafortunadamente,
la respuesta parece ser sí.

En Barbados, la tasa
de diabetes en las mujeres

es un 30 % más elevada que en los hombres.

Parte de la explicación
tiene que ver con la actividad física.

Solo 1 de cada 10 mujeres
realiza suficiente ejercicio.

Solo 1 de cada 10.

Y para comprender
la gravedad de este problema,

imaginen que les diera una pastilla.

Esta pastilla reduciría su riesgo
de contraer cáncer de colon en un 30 %,

de cáncer de mama entre un 20 y un 40 %,

e incluso si tuvieran
antecedentes familiares de diabetes,

esta pastilla reduciría
el riesgo en un 40 %.

Suena bien, ¿verdad?

Esto es exactamente
lo que puede hacer la actividad física.

Así que me dispuse a tratar
de responder la siguiente pregunta:

¿Por qué las mujeres en Barbados
no realizan suficiente actividad física?

Y podrán imaginarse que, como extranjera,

me enfrenté a una gran desventaja
al tratar de responder esta pregunta.

No sabía nada.

Pero esto, en realidad, resultó ser útil

porque significó que tenía
que observar y escuchar de verdad

para tratar de entender
lo que estaba sucediendo.

Entonces, ¿cuáles son las cosas
que vi como extranjera?

Primero, cuando comencé a investigar,

todos me decían
que estaba perdiendo el tiempo,

que había una explicación simple:

los hombres de Barbados
prefieren mujeres dulces y robustas.

(Risas)

O como diría el Capitán Sawyer:

"No quiero una chica como palo de escoba.
Me gustan grandes, gordas y robustas".

(Risas)

Puede haber algo de cierto
en esta historia,

pero voy a argumentar que
lo que ocurre es mucho más complejo.

Primero, la mayoría de las mujeres
con las que hablé

querían perder peso.

Me contaron historias
sobre dietas disparatadas,

cirugías costosas, pastillas peligrosas.

Ninguna quería ser escuálida tampoco,
pero todas querían perder algunos kilos.

Entonces, ¿por qué es tan difícil?

Primero, las niñas son educadas
para ser menos activas que los niños

desde una edad temprana.

Les decimos a las jóvenes
que se conviertan en niñas,

que dejen de sudar,
que dejen de jugar tanto.

Incluso, como pueden ver en esta imagen,
los niños están jugando al fútbol

mientras las niñas
están quietas, charlando.

Esta dinámica continúa
en la edad adulta.

Segundo, muchas de las mujeres
con las que hablé eran madres.

Y muchas de ellas eran madres solteras.

De hecho, en Barbados,

entre el 30 y el 40 % de los hogares
están a cargo de madres solteras.

Y como saben, estas mujeres
son responsables de tantas cosas,

como cocinar, limpiar, planchar,

llevar los niños a la escuela,
ir a buscarlos, trabajar.

Las mujeres deben hacer demasiadas cosas.

Estas ideas de género

sobre quién es responsable
de qué en el hogar

tienen un impacto muy real.

Por un lado, en si la mujer
tiene tiempo libre,

y, por el otro, en cómo elige utilizar
el tiempo libre limitado que pueda tener.

A pesar de todos estos obstáculos,
encontré un interesante aspecto positivo.

Una de las mujeres con las que hablé
me contó sobre una clase de baile

con la que ella estaba muy entusiasmada.

Me convenció para que fuera
esa misma noche.

Y realmente fue increíble.

La de amarillo en la foto
es la Sra. Heather Drakes,

la mujer que imparte esta clase.

Heather solo cobra 3 dólares
a las mujeres que asisten.

Esas mujeres cuentan
que tienen menos dificultad para respirar,

pierden peso con más facilidad

y tienen una mayor capacidad para
controlar la hipertensión y la diabetes.

Para mí, esto es como
encontrar una olla de oro

al final del arcoíris
de la salud pública.

Estaba muy emocionada.

Aquí hay una intervención

que se ha demostrado
que funciona en el Caribe

y tiene un verdadero impacto en la salud.

Así que me asocié con Heather

y el Grupo de Trabajo de Actividad Física
del Ministerio de Salud,

con la ayuda de Maria Holder y la OPS,

para tratar de ampliar esta intervención.

Entrenamos a un grupo
de instructores físicos del lugar,

algunos de los cuales están en la foto,

para que den sus propias clases
a un costo de 3 dólares

en diferentes distritos de la isla.

Y hasta ahora, parece
que realmente está funcionando

para atraer mujeres que,
de lo contrario, no estarían activas.

Esta es la cita de una mujer

que nos envió un correo
electrónico sobre las clases:

"Soy madre de dos niños

con fuertes antecedentes
familiares de diabetes

y, por eso, tengo muchas ganas
de hacer ejercicio de manera regular,

aunque, en realidad,
no me encante ir al gimnasio".

Este es exactamente el tipo de mujer
que esperamos atraer con este programa.

Un programa como este
tiene el potencial de ser muy poderoso

porque aborda directamente los obstáculos
que las mujeres enfrentan.

Primero, como mencioné,

las mujeres son educadas
para no ser activas.

Pero bailar es una gran excepción.

Bailar es una actividad en la que
se supone que las mujeres son buenas

y que nos alientan a realizar.

Segundo, como el ejercicio es percibido
como algo costoso y no muy divertido,

no sorprende que las mujeres
no lo conviertan en una prioridad

frente a tantas exigencias por competir.

Pero si podemos hacer
que la actividad física

sea asequible, divertida y social,

podemos convertirla en algo más atractivo,

algo donde elijan ocupar su tiempo
a pesar de sus agendas ocupadas.

Cuando comencé con esta investigación,

me decían implícitamente
que las mujeres eran responsables

de su sobrepeso,
su obesidad, su inactividad.

Pero la historia que yo vi
fue muy diferente.

Las mujeres enfrentan muchos
obstáculos reales para ser activas.

Y si queremos crear intervenciones
de actividad física que sean exitosas,

tenemos que diseñarlas
teniendo en cuenta las necesidades,

los valores y las preferencias
de las mujeres.

Y creo que si escuchamos a las mujeres
y nos comprometemos a invertir en ellas,

podemos crear un Barbados
más saludable, feliz y empoderado.

Gracias.

(Aplausos) (Ovaciones)