Este es personal.
Sé lo que es hacer que el gobierno diga:
"Te vamos a matar en la mañana".
Sé lo que es salir de un país
con seis horas de anticipación
y aterrizar en el sofá de alguien.
Por eso escribí un libro
sobre por qué los países
funcionan bien y por qué no.
Permítanme resumir 250 páginas.
Los países tienen que ser compasivos,
tienen que ser amables
tienen que ser inteligentes,
tienen que ser valientes.
¿Quieren saber qué no funciona?
Cuando se gobierna utilizando el miedo
y se gobierna utilizando la crueldad,
simplemente no funciona.
Se puede jugar a Genghis Khan
por un tiempo,
a Stalin por un tiempo,
a Pinochet por un tiempo.
Pero a la larga no funciona.
Y no funciona a la larga
porque para gobernar
utilizando el miedo y la crueldad,
hay que crear división.
Hay que tomar grandes áreas
del país y convencerlas
de que no son como el resto.
de que no deberían asociarse con el resto,
que no deberían hablar con ellos.
De que esas personas son desagradables,
que esas personas son
criminales y violadoras.
Y el país está en peligro debido a ellos.
Y si uno gasta millones de dólares
haciendo eso en su país,
tendrá enemigos en el extranjero,
y creará divisiones dentro.
Y eso tiene consecuencias.
Las tres cuartas partes de
las banderas, las fronteras y los himnos.
alrededor de Naciones Unidas hoy,
no estaban allí hace unas décadas.
Esas líneas que están allí hoy,
esas banderas fueron creadas
porque alguien dijo:
"Los escoceses no son como nosotros",
"Los galeses no son como nosotros",
"Los vascos no son como nosotros",
"Los italianos del norte
no son como nosotros",
"Los musulmanes no son como nosotros",
los negros, los blancos, los cristianos.
Creamos "nosotros contra ellos"
destruimos naciones.
Parte del problema de crear
división entre nosotros y ellos,
es que es duro de hacer.
Lo que hay que hacer
es hacer creer a la gente absurdidades.
Y una vez que la gente cree absurdidades,
entonces comienzan a cometer atrocidades.
Esa es la dinámica de esta cosa.
No se puede crear
"nosotros contra ellos".
No se puede tener las masacres
que tuvimos en Ruanda,
no se puede tener masacres
que tuvimos en Yugoslavia,
a menos que se cree esta dinámica.
Permítanme resumir
la política de inmigración actual.
Vamos a disuadir a "ellos"
siendo tan cruel como podamos ser,
y apuntemos a sus hijos.
Ellos van tras los niños.
Hay abogados estadounidenses que
argumentan que los niños no necesitan
jabón o abrazos o duchas,
o ayuda para adultos
o una fecha de puesta en libertad.
A alguien se le detiene
por una luz trasera rota,
quien ha trabajado aquí por 20 años,
se le mete en la cárcel,
tal vez de por vida
sin representación legal.
Los terroristas que explotaron
el World Trade Center consiguen abogados.
Estos niños, estos padres,
no tienen abogados.
Los gobiernos les dicen
a algunas de las personas
más desesperadas y lastimadas
de la tierra,
"Me llevé a tu hijo, paga USD 800 por una
prueba de ADN antes de recuperarlo".
Los niños de tres años
aparecen en los tribunales.
Todos hemos visto
estos dramas de los tribunales.
Y es emocionante
porque un sabio juez
se sienta allí arriba,
y los ataques del abogado defensor
y los contraataques del fiscal,
y luego uno ve qué va a suceder.
Quiero que entiendan
lo que está sucediendo en este momento.
El fiscal está allí, es el fiscal duro.
Acusando, atacando,
en nuestro nombre, el de la gente.
El juez está allá arriba
con su túnica negra
y está cuestionando al acusado
desde allá arriba.
Y el acusado tiene tres años.
y los ojos no alcanzan
el canto de la mesa.
El acusado no habla el idioma.
Los auriculares para el traductor
se le han caído de la cabeza al acusado,
porque no hay auriculares para niños
de tres años en los tribunales de EE. UU.,
porque no se supone
que se deberían defender.
Esto es una burla a la justicia,
es una burla del
sistema de enjuiciamiento,
una burla a quiénes somos como nación.
Esto son absurdideces.
Esto son atrocidades.
Esto es increíble.
Y vemos muchas estadísticas,
pero quiero que entiendan
que esto está sucediendo
al ama de casa que crió a sus hijos.
Esto le está sucediendo
al jardinero que se encargó de su casa.
Esto le está sucediendo
al tipo que lavó los platos
en el elegante restaurante
al que fueron la semana pasada.
Esto le está sucediendo a las personas
que entregan el periódico por la mañana.
Esta es su comunidad.
Estas son las personas
que han vivido junto a Uds.
Aquellas que les trataron bien
y con respeto,
que cuidaron de sus hijos,
y de sus abuelos.
Este es Luis, esta es Laura,
este es Jaime.
Esto no es un entre abstracto,
"Oh, está sucediendo en la frontera"
Esto está sucediendo
en nuestra comunidad, ahora mismo.
Y el peligro de estas cosas
es que una vez se comienza
a normalizar lo absurdo y las atrocidades,
la gente piensa que
esos instrumentos son legítimos.
Entonces hay juntas escolares que
envían cartas como esta:
"Queridos padres,
debido a que su hijo debe dinero
para el almuerzo de la cafetería,
puede suceder que se lleven a su hijo
y que lo pongan bajo cuidado tutelar".
Esto sale de las juntas escolares
porque la gente piensa
"Esto parece ser
un instrumento de disuasión".
Cuando uno embarca en un avión,
antes de los niños,
antes de los pasajeros de primera clase,
hay soldados uniformados.
Algunos de ellos son inmigrantes.
Aquí tiene contrato: únase al ejército,
cumpla el mandato,
licénciese con honores,
obtenga la ciudadanía.
Se están rescindiendo esos contratos
después de haber sido firmados.
Y si esos soldados son asesinados
en acto de servicio,
se deportan a sus esposas
y, a veces, a sus hijos.
Estas son las personas que nos protegen.
Estas son las personas a las que honramos.
Estos son los valientes.
Y así es como los estamos tratando.
Estas no son las personas
que cruzan la frontera ilegalmente.
Una vez que se comienza
a permitir este tipo de comportamiento,
se normaliza en una sociedad
y la desgarra.
Los países se basan en el trabajo duro
y el coraje de los inmigrantes;
Todos somos inmigrantes.
Simplemente hemos llegado
en diferentes momentos.
El 55 % de las principales
empresas de este país,
los negocios más exitosos
en este país, los unicornios,
son construidos por personas que vinieron
como estudiantes o como inmigrantes,
y son los fundadores o los cofundadores.
Esto es lo que sucedió
en los últimos tres años
a los mejores cerebros del mundo.
El 42 % de ellos no obtuvieron visas
o eligiieron no obtener visas.
Así es como se aniquila una economía.
Esto no trata de niños y fronteras.
Se trata de nosotros.
Se trata de quiénes somos,
quiénes somos como personas,
como nación y como individuos.
Este no es un debate abstracto.
A muchos de nosotros nos gusta pensar
que si hubiéramos vivido
cuando Hitler estaba llegando al poder,
habríamos salido a la calle
nos habríamos opuesto a él,
habríamos detenido a Mengele.
A muchos de nosotros nos gusta pensar
que si hubiéramos vivido en los años 60,
nos habríamos unido a los Freedom Riders.
Habríamos estado en ese puente en Selma.
¿Saben qué?
Aquí está su oportunidad.
Es ahora.
Y mientras piensan en estas cosas,
no son solo los actos gigantes,
no es solo ir y bloquear el puente
o encadenarse a algo.
Se trata de lo que hacemos
en nuestra vida diaria.
El Museo de Arte de Harvard
acaba de abrir una exhibición
sobre cómo piensan los artistas
acerca de la inmigración y
la construcción de una casa en otro lugar.
Y la gente sale de la exhibición
bastante conmocionados.
Había una pared en blanco al final.
Y los curadores hicieron algo
que generalmente no sucede:
ellos improvisaron.
Dibujaron cuatro líneas
y pusieron dos palabras:
"Pertenezco".
Así que uno sale de esta exhibición,
y puede tomar una foto delante de ella.
No puedo decirles el impacto
que tiene en las personas.
Vi gente salir
y algunos de ellos
se sentaron frente a esa foto,
tomaron una foto y tenían
una gran sonrisa en su rostro,
y algunas personas solo tenían lágrimas.
Algunas personas
se abrazaron y trajeron extranjeros,
otros trajeron a su familia.
Pequeños actos de bondad
recorren un largo, largo, largo camino.
Hay dolor en su comunidad
que no se puede imaginar.
Así, la próxima vez que estén con
un taxista que podría ser uno de "Ellos"
para ciertas personas,
denle a esa persona cinco dólares extra.
La próxima vez que vean
a una camarera del hotel,
deles las gracias y una propina doble.
La próxima vez que vean a su jardinero,
a su niñera
a alguien así,
deles un gran abrazo y
dígales que sí que pertenecen.
Dénles ese sentimiento de pertenencia.
Es hora de grandes políticas,
pero también es hora
de grandes actos de amabilidad.
Porque tenemos
que reclamar quiénes somos,
Tenemos que reclamar esta nación.
(Voz quebrada) Y no podemos sentarnos
y ver cómo sucede esta mierda.
Esto tiene que parar,
tiene que parar ahora.
Gracias.
(Aplausos)