Tiendo a asumir lo peor y, cada tanto, este hábito me juega una mala pasada. Por ejemplo, si siento un dolor inesperado en el cuerpo, que nunca antes había sentido y por eso no sé a qué se debe, de pronto imagino que un dolor de espalda es en realidad una enfermedad cardíaca, o que un dolor de pantorrilla es una trombosis profunda. Pero hasta ahora no me han diagnosticado ninguna enfermedad mortal o incurable. A veces, simplemente sentimos dolores sin motivo aparente. Pero no todos son tan afortunados como yo. Más de 50 millones de personas en el mundo mueren cada año. Especialmente en economías de altos ingresos, como la nuestra, la mayor parte de las muertes se deben a enfermedades de progresión lenta: enfermedades cardíacas, enfermedades pulmonares crónicas, cáncer, Alzheimer, diabetes, entre otras. La humanidad ha logrado grandes progresos en su diagnóstico y tratamiento, pero estamos en una etapa en la que mayores avances en la salud no pueden lograrse únicamente desarrollando nuevos tratamientos. Esto se vuelve evidente si observamos un aspecto en común de estas enfermedades: la probabilidad de éxito de un tratamiento depende en gran medida de cuándo se inicie. Pero, por lo general, una enfermedad solo se detecta cuando aparecen los síntomas. El problema es que muchas enfermedades pueden permanecer asintomáticas y, por ello, pasan mucho tiempo sin ser detectadas. Debido a esto, hay una necesidad constante de desarrollar nuevos métodos de detección temprana de enfermedades, mucho antes de que aparezcan los síntomas. En el ámbito de la salud, esto se conoce como 'cribado'. La Organización Mundial de la Salud lo define de este modo: "Presunta identificación de una enfermedad no reconocida en una persona aparentemente sana, por medio de pruebas que puedan aplicarse rápida y fácilmente". Es una definición larga, así que permítanme repetirla: "Identificación de una enfermedad no reconocida en una persona aparentemente sana, por medio de pruebas que puedan aplicarse rápida y fácilmente". Y quiero señalar particularmente las palabras 'rápida' y 'fácilmente', porque muchos de los métodos de cribado que existen son exactamente lo opuesto. Y si alguno de Uds. se ha realizado una colonoscopía como parte de un programa de cribado para detectar cáncer de colon, sabrán a qué me refiero. Claro que existe una variedad de herramientas médicas disponibles para hacer pruebas de cribado. Existen técnicas de imágenes, como radiografías o resonancias magnéticas, y también análisis de sangre o de tejidos. Todos nos hemos hecho esas pruebas. Pero existe otra forma que se ha pasado por alto por mucho tiempo. Una forma que es de fácil acceso, prácticamente inagotable y que promete importantes resultados para los análisis médicos. Se trata de nuestro aliento. El aliento humano está formado esencialmente por cinco componentes: nitrógeno, oxígeno, dióxido de carbono, agua y argón. Pero además de estos cinco, hay cientos de otros componentes que están presentes en muy baja cantidad. Se los llama 'compuestos orgánicos volátiles', y liberamos cientos, hasta miles de ellos cada vez que exhalamos. El análisis de estos compuestos orgánicos volátiles de la respiración se denomina 'análisis del aliento'. De hecho, creo que muchos de Uds. ya se han realizado este tipo de análisis. Imaginen que están conduciendo a casa, tarde en la noche, cuando de pronto aparece un policía muy cordial que les pide de forma amable pero firme que estacionen a un lado y soplen en un dispositivo como este. Esto es un medidor de alcohol en el aliento y se usa para medir la concentración de etanol en el aliento y determinar si conducir en su estado es buena idea. Diría que estoy en buen estado para conducir, pero déjenme corroborar. (Zumbido) Resultado: 0,0. Nada de qué preocuparse. Imaginen un dispositivo como este, que no mida solamente el nivel de alcohol en el aliento sino que detecte, además, enfermedades como las que mencioné y potencialmente muchas otras. La correlación entre el aliento de alguien y determinadas enfermedades data de la Antigua Grecia. Pero recién ahora las investigaciones sobre este tema han tomado impulso, y lo que alguna vez fue un sueño se está volviendo realidad. Permítanme mostrarles nuevamente esta lista. La mayoría de estas enfermedades podrían detectarse, con base en importantes evidencias científicas, mediante el análisis del aliento. ¿Pero cómo funciona exactamente? El elemento esencial es un sensor que detecta los compuestos orgánicos volátiles en el aliento. En otras palabras, cuando se lo expone a una muestra de aliento, el sensor produce una firma compleja que resulta de la mezcla de los compuestos orgánicos volátiles que exhalamos. Esta firma representa una huella digital del metabolismo, el microbioma, y de los procesos bioquímicos que ocurren en el cuerpo. Si padecen una enfermedad, su organismo cambiará y también cambiará la composición del aire que exhalan. Entonces, lo único que debemos hacer es correlacionar una determinada firma con la presencia o ausencia de ciertos cuadros clínicos. La tecnología promete varios beneficios innegables. En primer lugar, el sensor puede fabricarse en miniatura e integrarse a un dispositivo pequeño y portátil, como este medidor de alcohol. Esto posibilitaría su uso en diferentes lugares, incluso en el hogar, para que no sea necesario ir al médico cada vez que deba realizarse una prueba. En segundo lugar, el análisis del aliento no es invasivo y puede ser igual de sencillo que soplar en un medidor de alcohol. Esta simpleza y facilidad de uso reducirían la carga del paciente y serían un incentivo para adoptar esta tecnología de forma masiva. Por último, la tecnología es tan flexible que el mismo dispositivo puede utilizarse para detectar diferentes enfermedades. Este análisis podría usarse para cribar diferentes enfermedades al mismo tiempo. Actualmente, se requieren distintas herramientas para detectar diferentes enfermedades. Y esto significa que solamente podrá detectarse lo que se esté buscando. Dado que tiene todas estas características, el análisis del aliento está destinado a brindar lo que otros métodos tradicionales de detección no logran. Más importante aún, todas estas características nos brindarán, con el tiempo, una plataforma para el desarrollo de análisis médicos que funcionen a un bajo costo. Por el contrario, las herramientas médicas existentes suelen ocasionar altos costos por prueba. Entonces, para reducir costos, se debe disminuir el número de pruebas. Esto significa que, por un lado, las pruebas solo pueden realizarse en un grupo reducido de la población, como poblaciones de alto riesgo; y, por el otro, que el número de pruebas por persona debe ser el mínimo posible. Pero ¿no sería beneficioso que las pruebas pudieran realizarse a muchas personas, con más frecuencia y durante largos periodos a cada individuo? Esto último, en particular, nos brindaría algo muy valioso que se denomina 'información longitudinal'. Son datos que permiten hacer el seguimiento de un mismo paciente durante varios meses o años. Hoy día, las decisiones médicas se basan en conjuntos limitados de datos, que contienen muy poca información sobre los antecedentes médicos de un paciente para la toma de decisiones. En esos casos, las anomalías suelen detectarse al comparar el perfil sano del paciente con el perfil sano promedio de una población de referencia. La información longitudinal nos abriría las puertas a una nueva dimensión y permitiría que las anomalías pudiesen detectarse a partir de los antecedentes médicos de un paciente particular. Esto allanaría el camino para el tratamiento personalizado. Suena genial, ¿no? Ahora bien, seguramente se están preguntando: "Si esta tecnología es tan buena, ¿por qué actualmente no la usamos?". Y la única respuesta que puedo darles es que no todo es tan sencillo como suena. Hay dificultades técnicas, por ejemplo. Se necesitan sensores extremadamente confiables capaces de detectar mezclas de compuestos orgánicos volátiles con suficiente reproducibilidad. Y hay otra dificultad técnica: ¿cómo tomar muestra del aliento de una persona de forma lo suficientemente exacta para que el proceso de la toma de muestra no afecte el resultado del análisis? Se necesitan, además, más datos. Los análisis del aliento necesitan validarse mediante ensayos clínicos, y es necesario recolectar suficiente información para que las condiciones individuales puedan compararse con datos de referencia. El análisis del aliento solo será eficaz si contamos con suficiente información disponible para su empleo general. Si el análisis del aliento cumple con lo que promete, sería una tecnología que puede verdaderamente ayudarnos a transformar el sistema de salud: de un sistema reactivo en el que el tratamiento es la consecuencia de los síntomas, a un sistema proactivo en que la detección, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades pueda darse en etapas tempranas, mucho antes de que aparezcan los síntomas. Esto me lleva a mi último argumento, que es fundamental. ¿Qué es exactamente una enfermedad? Imaginen que el análisis del aliento pudiera comercializarse como acabo de describir, y que la detección temprana se volviera una rutina. El problema que subsiste es el de cualquier otro cribado ya que, en el caso de muchas enfermedades, es comúnmente imposible predecir con certeza si una enfermedad causará síntomas o pondrá en riesgo la vida de la persona. Esto se denomina 'sobrediagnóstico' y nos lleva al siguiente dilema: si se detecta una enfermedad, podrían decidir no tratarla porque hay cierta probabilidad de que nunca manifiesten los síntomas. Pero ¿cuán grande sería su malestar solamente por saber que padecen una enfermedad potencialmente mortal? ¿Y no preferirían nunca haberla detectado? La segunda opción es iniciar el tratamiento temprano con la esperanza de curarse. Pero esto suele tener efectos secundarios. Para ser exactos, el mayor problema no es el sobrediagnóstico sino el tratamiento excesivo, dado que no toda enfermedad debe tratarse de forma inmediata simplemente porque existe un tratamiento. Los cribados de rutina, usados cada vez más, plantearán el interrogante: ¿A qué llamamos enfermedad que requiere tratamiento, y qué es simplemente una anomalía que no debería preocuparnos? Yo espero que los cribados de rutina que empleen análisis del aliento puedan brindar información y entendimiento suficientes para que, en el futuro, podamos superar este dilema y predecir con suficiente certeza si es necesario el tratamiento y en qué estadio. El aliento y la mezcla de componentes orgánicos volátiles que exhalamos pueden brindar gran cantidad de importante información sobre nuestro estado fisiológico. Con el conocimiento actual, vemos únicamente la punta del iceberg. A medida que recolectemos más información del aliento de distintas poblaciones, que incluyan variables de género, edad, origen y estilo de vida, el potencial del análisis del aliento aumentará. Y, a su tiempo, el análisis del aliento nos brindará herramientas potentes con las que podamos no solo detectar enfermedades específicas, sino también predecirlas y, finalmente, prevenirlas. Esto debería ser motivación suficiente para aprovechar tanto las oportunidades como los desafíos que el análisis del aliento plantea, incluso para personas que no son hipocondríacas ocasionales como yo. Gracias. (Aplausos)