Quiero empezar con una pregunta.
¿Dónde comienza una obra de arte?
Bien, a veces esa pregunta es absurda.
Puede ser en apariencia simple,
como fue cuando me lo pregunté
con la pieza "Portable Planetarium",
que creé en 2010.
Hice la pregunta:
"¿Cómo sería construir
un planetario propio?".
Sé que se lo preguntan cada mañana,
pero me hice a mí misma esa pregunta.
Y como artista, estaba pensando
en nuestro esfuerzo, nuestro deseo,
el anhelo continuo
que hemos tenido con los años
de crear un sentido del mundo
a través de los materiales.
Y para mí, tratar de encontrar
ese tipo de maravilla,
pero también la futilidad que
radica en esa búsqueda tan frágil
es parte de mi obra.
Así que reúno los materiales
que encuentro a mi alrededor,
los junto para intentar
crear experiencias,
experiencias envolventes
que ocupan habitaciones,
ocupan paredes, paisajes, edificios.
Pero en última instancia,
quiero que ocupen la memoria.
Y después de acabar una obra,
descubro que normalmente hay un recuerdo
de esa obra que se fija en mi mente.
Y este es el recuerdo para mí:
este repentino tipo
de experiencia sorprendente
de estar inmersa
dentro de esa obra de arte.
Y se quedó conmigo y fue
algo recurrente en mi trabajo
unos 10 años después.
Pero quiero regresar
a mi estudio de posgrado.
Pienso que es interesante, a veces,
cuando empiezan el grueso del trabajo
solo necesitan limpiar
completamente la superficie,
quitar todo.
Y quizá esto no parezca
una superficie limpia,
pero para mí lo era.
Porque había estudiado
pintura durante unos 10 años,
y cuando acudí al posgrado,
descubrí que había desarrollado
una habilidad pero no un tema.
Era como una habilidad atlética
porque podía pintar la figura rápidamente,
pero no sabía el porqué.
Podía pintarla bien,
pero no tenía contenido.
Así que decidí poner todas
las pinturas a un lado por un rato,
y hacer esta pregunta, que era:
"¿Por qué y cómo adquieren valor
los objetos para nosotros?".
¿Cómo una camisa que sé
que llevan miles de personas,
una camisa como esta,
cómo siento que es mía?
Así que empecé con ese experimento,
decidí recolectar materiales
que tuvieran determinada cualidad,
que fuesen producidos en masa,
fácilmente accesibles,
completamente diseñados
para el propósito de su uso,
no por su estética;
cosas como palillos de dientes,
chinchetas, trozos de papel higiénico;
para ver si la manera en que pongo
mi energía, mano y tiempo en ellos,
si ese comportamiento podría crear
cierto tipo de valor en el trabajo en sí.
Una de las otras ideas es que
quería que el trabajo se hiciera real.
Así que quise bajarlo del pedestal,
no ponerle un marco,
tener la experiencia
de que no encontraste algo
y te dijiste que era importante
sino que descubriste que
estaba en tu propio tiempo.
Es como un concepto
muy antiguo en la escultura:
cómo dar vida a materiales inanimados.
Entonces, me dirigía a un espacio
como este, donde había una pared,
y usaba la pintura misma,
arrancaba la pintura de la pared,
la pared pinta en el espacio
para crear una escultura.
Porque también estaba
interesada en esa idea
de que esos términos
"escultura", "pintura", "instalación",
ninguno de ellos importaba
en la manera que vemos el mundo.
Quería desdibujar esos límites:
los medios de los que hablan los artistas,
y también difuminar la experiencia
de estar vivo y estar en el arte,
para que cuando estén en su día a día,
o cuando estén en una de mis obras,
y vean, reconozcan el día a día,
puedan trasladar esa experiencia
a su propia vida,
y quizás ver el arte en la vida cotidiana.
Estuve en el posgrado en los 90,
y mi estudio se fue llenando
cada vez más y más de imágenes,
como lo hizo mi vida.
Y esta confusión de imágenes y objetos
era parte de la manera en que
quería dar sentido a los materiales.
También estaba interesada
en cómo esto podría cambiar
la forma en que experimentamos el tiempo.
Si experimentamos el tiempo
a través de materiales,
¿qué pasa cuando las imágenes
y los objetos se confunden en el espacio?
Así que empecé a hacer algunos
de estos experimentos con imágenes.
Si retrocedemos en el tiempo
a la década de 1880,
es cuando las primeras fotografías
empezaron a hacerse películas.
Se hicieron a través del estudio
experimental con animales,
su movimiento.
Caballos en Estados Unidos,
pájaros en Francia...
Eran estudios de movimiento
que lentamente, como protozoos,
se volvieron película.
Entonces decidí: seleccionaré un animal
y voy a jugar con esa idea
de cómo la imagen ya no es estática
para nosotros, se está moviendo.
Se mueve en el espacio.
Entonces elegí que mi personaje
fuera un guepardo,
porque es la criatura terrestre
más rápida del planeta.
Mantiene esa marca
y quería usar su marca
para convertirla en una especie
de bastón para medir el tiempo.
Así luce en la escultura
cuando se mueve por el espacio.
Se ve un encuadre roto
de la imagen en el espacio
porque lo había instalado
en un bloc de papel
y lo hice proyectar en él.
Luego hice este experimento
donde hay una especie de carrera,
con estas nuevas herramientas
y videos con los que podía jugar.
El halcón se mueve hacia delante,
el guepardo viene en segundo lugar,
y el rinoceronte está
tratando de alcanzarlos.
En otro de estos experimentos
estaba pensando...
Si intentamos recordar algo que nos pasó
cuando teníamos, supongamos, 10 años
es muy difícil incluso recordar
qué nos ocurrió en ese año.
Y personalmente puedo pensar
en uno, quizás dos...
Y ese momento se ha expandido en mi mente
para llenar todo ese año.
No experimentamos el tiempo
en minutos y segundos.
Este es un fotograma del video que tomé,
impreso en una hoja de papel,
se rasga el papel y entonces
el video se proyecta sobre él.
Quise jugar con esta idea
de cómo, en este tipo de
inmersión completa en las imágenes
que nos envolvieron,
cómo una de esas imágenes puede crecer
y puede perseguirnos.
Así que hice todos estos,
son tres de los 100 experimentos
que estuve haciendo con imágenes
por casi una década,
y siempre sin mostrarlos.
Pensé: ¿cómo saco esto
del estudio, a un espacio público,
pero mantengo este tipo
de energía de experimentación
que ven cuando van
a un laboratorio o a un estudio?
Tenía una presentación próxima y pensé:
De acuerdo, voy a poner
mi escritorio en medio de la habitación.
Llevé mi escritorio
y lo puse en la habitación,
y en realidad funcionó de manera
muy sorprendente para mí,
era este tipo de parpadeo, debido
a las pantallas de video, desde lejos.
Tenía todos los proyectores en él.
Los proyectores estaban
creando el espacio alrededor,
por lo que fueron atraídos
hacia el parpadeo como una llama.
Y luego fueron envueltos en la obra
a una escala con la que
estamos familiarizados,
que es la escala de estar frente
a un escritorio, un fregadero, o una mesa,
y están inmersos,
entonces, en esta escala,
esta escala de 1:1 del cuerpo
en relación con la imagen.
Pero en esta superficie,
veían estas proyecciones en papel
mecidas por el viento.
Había confusión sobre qué era
una imagen y qué era un objeto.
Así se veía el trabajo cuando
estaba en una habitación más grande.
Y no fue sino hasta que hice esta pieza
que me di cuenta que definitivamente
había creado el interior de un planetario,
incluso sin darme cuenta de eso.
Recordé que de niña
adoraba ir al planetario.
Y en aquel entonces, en el planetario
no solo encontraba siempre
estas increíbles imágenes en el techo,
sino que también se podía ver
el proyector silbando y resonando,
y esta asombrosa cámara
en el centro de la habitación.
Y fue esa experiencia, junto con ver
a la audiencia mirando hacia arriba
--porque había una audiencia
en esa ocasión--,
y al verlos y al experimentar
el ser parte de una audiencia...
Esta es una imagen que descargué
de un conjunto de personas
que se sacaron fotos durante la obra.
Y me gusta esta imagen
porque ven cómo las figuras
se mezclan con el trabajo.
Tienen la sombra de un visitante
contra la proyección,
y también ven las proyecciones
a través de su camisa.
Aparecieron autorretratos
en la misma obra,
que se publicaron luego,
y se sintió como un proceso cíclico
de creación de imágenes,
y una especie de cierre a eso.
Pero me recordó al planetario,
me trasladó al interior de ese lugar
y empecé a retomar la pintura,
y a pensar sobre cómo la pintura
se trata, de hecho, para mí,
sobre las imágenes interiores
que todos nosotros tenemos.
Hay muchas imágenes interiores,
y nos hemos centrado mucho en
lo que está fuera de nuestros ojos,
y en cómo almacenamos
los recuerdos en nuestra mente,
cómo ciertas imágenes emergen de la nada
o se desintegran con el tiempo
Y comencé a llamar
a esta serie "Afterimage",
en referencia a esta idea de que
si cerramos los ojos ahora mismo,
pueden ver que hay una luz
parpadeante que perdura,
y cuando los abrimos, perdura...
Esto ocurre todo el tiempo.
Y una imagen remanente es algo
que una fotografía no puede reemplazar,
nunca lo sientes en una fotografía.
Realmente te recuerda los límites
de las lentes de la cámara.
Fue esta idea de tomar imágenes
que estaban fuera de mí
--este es mi estudio--
y entonces intentar descubrir cómo
estaban siendo representadas dentro de mí.
Voy a explicarles rápidamente
cómo podría desarrollarse un proceso
para la próxima obra.
Podría comenzar con un boceto
o una imagen del siglo XVIII
grabada en mi memoria:
"el Coliseo" de Piranesi.
O un modelo del tamaño
de una pelota de baloncesto
--construí esto alrededor ella--.
La escala se evidencia
en el vaso rojo detrás de ella.
Y ese modelo se puede colocar
en una obra mayor como una semilla
y esa semilla puede crecer
en una obra mayor,
y esa obra puede llenar
un espacio muy, muy grande.
Pero puede canalizarse en un video
que acabo de grabar con mi iPhone
de un charco fuera de mi estudio,
en una noche lluviosa.
Esta es una imagen remanente
de la pintura creada en mi memoria,
e incluso esa pintura puede
desvanecerse como lo hace la memoria.
Esta es la escala de una imagen
muy pequeña de mi libro de bocetos.
Pueden ver cómo puede explotar
en una estación de metro
que abarca tres bloques.
Pueden ver como ir a la estación de metro
es como un viaje a través
de las páginas de mi libro de bocetos,
y pueden ver una especie de diario
de trabajo escrito en un espacio público,
y están pasando las páginas
de 20 años de obras de arte
mientras se mueven por el metro.
Pero incluso ese boceto, en realidad,
tiene un origen diferente
en una escultura que se extiende
por los seis pisos de un edificio,
y es la escala de un gato en el año 2002.
Recuerdo eso porque tuve
dos gatos negros en aquella época.
Esta es una imagen de una obra de Japón.
Pueden ver la imagen
remanente en el metro.
O una obra en Venecia,
donde ven la imagen grabada en la pared.
O como una escultura que hice
en el Museo de Arte Moderno
de San Francisco en 2001,
que creó este tipo de línea dinámica,
pueden ver cómo robé eso
para crear una línea dinámica
a medida que descienden en el metro.
Esta fusión de medios
es realmente interesante para mí.
¿Cómo pueden tomar una línea
que tira de la tensión como una escultura
y ponerla en una impresión?
¿O luego usar esa línea
del dibujo en una escultura
para crear una perspectiva dinámica?
¿O cómo puede una pintura
imitar el proceso del grabado?
¿Cómo puede usar una instalación
la lente de una cámara
para enmarcar un paisaje?
¿Cómo puede una pintura en cuerda
convertirse en un momento en Dinamarca,
en medio de una caminata?
¿Y cómo en el parque High Line
pueden crear una obra
que se camufle con la naturaleza misma
y se convierte en un hábitat
para la naturaleza que lo rodea?
Terminaré con dos piezas
que estoy haciendo ahora.
Esta es una obra llamada "Fallen Sky",
será una comisión permanente
en Hudson Valley,
y es como si esta especie
de planetaria al fin bajara
y se asentara en la tierra.
Y este es un trabajo de 2013
que se reinstalará,
tendrá una nueva vida
en la reapertura del
Museo de Arte Moderno.
Es una obra en que
el medio en sí es la escultura.
Entonces el péndulo, mientras se balancea,
se usa como herramienta
para crear la obra.
Cada una de las pilas de los objetos
van hasta un centímetro
de la punta de ese péndulo.
Tienen esta combinación de
la calma de ese hermoso columpio,
pero también la tensión constante
de que puede destrozar la obra.
Realmente no importa
dónde terminen estas obras,
porque el objetivo real para mí
es que terminen en
su memoria con el tiempo,
y generen ideas más allá de sí mismas.
Gracias.
(Aplausos)