¿Cuántos de Uds. realmente
aman a los bichos?
Solo levanten la mano.
Amar bichos, es decir, quizá
no amar... gustarle los bichos.
Bien, yo diría a un 10 %.
Algo así. No está mal.
Soy un amante de los bichos...
No desde la infancia, por cierto,
fue bastante tarde.
Cuando estudiaba,
me especializaba,
en zoología en la Universidad Tel Aviv,
de algún modo me enamoré de los bichos.
Y entonces, dentro de la zoología,
tomé el curso o la disciplina
de entomología,
la ciencia de los insectos.
Y luego pensé, ¿cómo puedo ser práctico
o ayudar en la entomología?
Y entonces pasé al mundo
de la protección de plantas...
Protección de las plantas de bichos,
de bichos malos.
Y entonces dentro de
la protección de plantas,
llegué a la disciplina del
control biológico de plagas.
Que en realidad se define
como el uso de organismos vivos
para reducir las poblaciones de
faunas nocivas para las plantas.
Entonces es una disciplina completa
sobre la protección de plantas
enfocada en la reducción
del uso de químicos.
Y, por cierto,
el control de plagas biológico
o estos "bichos buenos",
de los que les he hablado
han existido en el mundo,
por miles y miles de años.
Por mucho, mucho tiempo.
Pero solo durante los últimos 120 años.
La gente comenzó, o bueno,
aprendió más y más
a explotarles, o a usar
este fenómeno de control biológico.
o de hecho, fenómeno de control natural,
para sus propias necesidades.
Y a este fenómeno
lo pueden ver en su jardín.
Solo tomen una lupa.
¿Ven lo que tengo aquí?
Es una lupa, con aumento de 10 veces.
Solo la abren, voltean algunas hojas.
Y verán un mundo completamente
nuevo de pequeños insectos
o de arañas de 1 mm, 1,5 mm
o 2 milímetros de largo.
Y podrán distinguir entre
los buenos y los malos.
De ahí que este fenómeno de control
natural exista por doquier.
Aquí, enfrente de este edificio,
estoy seguro.
Solo miren las plantas.
En todos lados, y hay que
aprender a explotarlo.
Bueno, pero vayamos paso a paso.
Y veamos algunos ejemplos.
¿Qué es una plaga?
¿Qué daños le infringe a una planta?
¿Cuál es su enemigo natural,
este agente de control natural
o el "bicho bueno"
del que estamos hablando?
En general, les hablaré
de insectos y arañas.
Y ácaros, les llamaremos.
Insectos, esos organismos de 6 patas.
Y arañas y ácaros, los de 8 patas.
Veamos.
Aquí vemos una plaga devastadora,
el ácaro araña.
Araña, porque deja muchas
telarañas, como una araña.
La madre en el centro
y dos hijas a su izquierda
y derecha.
Y un solo huevo del lado derecho.
Y aquí vemos el daño que pueden causar.
De lado derecho, una hoja de pepino.
Al centro, una de algodón.
Y a la derecha una de tomate,
con estas pequeñas manchas.
Pueden ir literalmente
de verde a blanco.
Por las bocas succionadoras
y perforadoras de estos ácaros.
Pero aquí entra la naturaleza,
que nos da una araña buena.
Una araña depredadora, igual
de pequeña que el ácaro araña.
Mide 1 o 2 milímetros, no más.
Corre rápidamente, caza
y persigue ácaros araña.
Y aquí podemos ver a esta señora,
en acción, en el lado izquierdo.
Solo perfora, y absorbe fluidos
de este ácaro peste.
Después de 5 minutos,
esto es lo que se ve:
Solo un típico cadáver de ácaro.
El marchito y seco cadáver de un ácaro.
Y junto a él, 2 individuos saciados,
ácaros predadores.
Y por cierto, su alimento
de cada 24 horas significa
unos 5 ácaros o "bichos malos".
O entre 15 y 20 de sus huevecillos.
Por cierto, ¡siempre están hambrientos!
(Risas)
Aquí tenemos otro ejemplo: los áfidos.
Es primavera ahora en Israel.
Cuando la temperatura se eleva
pueden ver a esos bichos malos,
a esos áfidos en todas las plantas.
En el hibisco, sus lantanas.
En el follaje fresco,
en el llamado florecer de la primavera.
Por cierto, dentro de los áfidos
solo hay hembras como las amazonas.
Hembras que crían hembras,
y procrean hembras.
Ningún macho en verdad.
Partenogénesis, se llama.
Y viven muy felices,
bueno, aparentemente.
(Risas)
Aquí podemos ver el daño:
Esos áfidos segregan un líquido pegajoso
y dulzón llamado "rocío de miel".
Y esto cubre por completo
las partes altas de la planta.
Aquí vemos una hoja de pepino,
que pasó de verde a negro
por un hongo negro y lleno
de hollín, que lo cubre.
Y aquí viene la salvación,
gracias a una avispa parásita.
Aquí no hablamos de un predador.
Hablamos de un parásito.
No un parásito de 2 patas.
Sino de un parásito de 8 patas,
claro está.
Esta es una avispa parásita
de 2 mm, delgada y rápida voladora.
Y aquí pueden verla en acción.
Cómo en una maniobra acrobática.
Se para frente a frente
de su víctima, que está del lado derecho.
Dobla su abdomen, e inserta
un simple huevecillo
en los fluidos de los áfidos.
Por cierto, el áfido trata de escapar.
Patea y muerde,
y segrega diferentes líquidos.
Pero nada pasará, de hecho.
Solo que el huevo parásito
será insertado
dentro del áfido.
Y después de algunos días,
dependiendo de la temperatura
el huevo eclosionará,
y la larva de este parásito
se comerá al áfido desde adentro.
(Risas)
Todo esto es natural, todo es natural.
No es ficción, para nada.
De nuevo, eso pasa en su jardín.
¡En su jardín!
(Risas)
(Aplausos)
Pero este es el resultado final:
Momias.
La vista final de un áfido muerto,
comido desde adentro.
Y un parásito desarrollándose
que en pocos minutos verán saliendo.
Su nacimiento está casi completo.
Se puede ver, por cierto,
en diferentes películas también.
Solo toma unos minutos.
Y si este es una hembra, se apareará
inmediatamente con un macho.
Y allá va, pues el tiempo es poco.
Estás hembras solo pueden vivir
de 3 a 4 días.
Y necesitará colocar alrededor
de 400 huevecillos.
Eso significa que necesita
400 ácaros malos
en los que poner sus huevecillos.
Esto no es, claro, el final.
Existe una riqueza de enemigos naturales.
Y esto es solo el último ejemplo.
De nuevo, empezamos con la plaga.
Las arañuelas o trips.
Por cierto, todos estos nombres raros.
No les quise molestar con los nombres
en latín de estas criaturas.
Solo sus nombres populares.
Esta es una peste muy delgada
y muy mala.
Sí pueden ver esto: Pimientos dulces.
Estos no son solo unos pimientos
exóticos y ornamentales.
Estos son unos pimientos dulces,
que no son comestibles
porque tienen una enfermedad viral
transmitida por estos trips adultos.
Y aquí viene su enemigo natural,
el minúsculo antocórido o bicho pirata.
Minúsculo, porque en verdad es pequeño.
Aquí pueden ver al adulto,
y dos jóvenes.
Otra vez en acción.
Este adulto perfora a los trips,
succionándolo en solo unos minutos,
moviéndose hacia su próxima presa,
por todo el lugar.
Y si esparcimos a esos pequeños
bichos pirata, los "bichos buenos"
-- por ejemplo, en un plantío
de pimientos dulces --
ellos irán a las flores.
Y vean, la flor está llena de estos
bichos predadores, los "bichos buenos"
después de acabar con los trips,
los "bichos malos".
Entonces, está es una situación positiva.
No hay daño en el crecimiento de la fruta,
ni daño en la fruta misma.
Todo se encuentra bien,
bajo estas circunstancias.
Pero aquí la pregunta es...
Aquí los vieron de uno a uno:
la plaga y su enemigo natural.
Pero lo que en realidad hacemos
-- en el noreste de Israel,
en el Kibbutz Sde Eliyahu --
hay un lugar que produce en masa
a estos enemigos naturales.
En otras palabras, allí amplificamos
el control natural,
o el fenómeno de control biológico.
Y en 30 000 metros cuadrados,
de invernaderos
producimos en masa estos
insectos depredadores,
esos minúsculos bichos pirata,
esas avispas parásitas.
Muchas partes diferentes.
Y por cierto,
se tiene un muy lindo paisaje.
De un lado se ven las montañas
de Jordania.
Y del otro lado el valle del Jordán.
Y un muy buen invierno templado,
y un rico verano cálido.
Que son las condiciones excelentes,
para producir en masa a estas criaturas.
Y además, producción en masa
no significa manipulación genética.
No tenemos organismos genéticamente
modificados, de ninguna manera.
Los tomamos de la naturaleza.
Y lo único que hacemos es darles
las condiciones óptimas
en estos invernaderos
o cuartos climatizados
para que proliferen,
se multipliquen y reproduzcan.
Y eso es lo que obtenemos.
Vean bajo el microscopio.
¿Ven en la esquina izquierda?
Ahí hay un insecto predador solito.
Y al lado, un montón de estos insectos.
¿Ven esta ampolleta? ¿La ven?
Pues tengo 1 gramo de estos
insectos predadores.
1 gramo equivale a 80 000 individuos.
80 000 individuos son suficientes
para controlar 1 acre
o 4000 metros cuadrados
de un plantío de fresas
de ácaros araña durante
una temporada entera.
Es decir casi un año completo
Y podemos producir de esto, créanme,
decenas de kilogramos, cada año.
Es esto es lo que yo llamo
amplificación del fenómeno.
Y no rompemos el equilibrio.
Por el contrario,
lo devolvemos a cada suelo sembrado
donde se ha perdido el equilibrio
por el uso de pesticidas.
Venimos con estos enemigos naturales
a revertir un poco de los daños
y devolver el equilibrio natural
a la agricultura
reduciendo el uso esos pesticidas.
Esa es la idea completa.
Y ¿cuál es el impacto?
En esta tabla, se puede ver
cuál es el verdadero impacto
de un control exitoso por parte
de estos bichos buenos.
Por ejemplo, en Israel,
empleamos más de 1000 hectáreas,
10 000 dunams en términos israelitas.
de insectos que controlan pestes
del pimiento dulce,
bajo protección.
Se redujo el uso de pesticidas en un 75 %.
Y con las fresas israelitas, ¡aún más!
80 % de los pesticidas
En especial aquellos contra
los ácaros en las fresas.
El impacto es muy fuerte.
Y aquí va la pregunta,
en especial si le preguntan
a granjeros y agricultores:
¿Por qué el control biológico?
¿Por qué los bichos buenos?
Por cierto, el número
de respuestas que obtienen
es igual al número de encuestados.
Pero sí vamos a este lugar
en el sudeste de Israel.
El área de Arava,
sobre el valle del gran Rift,
donde está la perla de
la agricultura israelí,
especialmente, en condiciones
de invernadero...
si van hasta Eilat, verán esto
justo en el medio del desierto.
Si se acercan,
definitivamente lo verán:
Abuelos con sus nietos,
distribuyendo a los enemigos naturales,
los "bichos buenos"
en lugar de usar trajes especiales
o máscaras de gas mientras
aplican pesticidas.
Entonces, la seguridad con respecto
a la aplicación
es la respuesta número uno que
obtenemos de los agricultores
para: ¿Por qué el control biológico?
Número 2, muchos granjeros
están petrificados
con la idea de la resistencia,
de que las pestes se volverán
resistentes contra los químicos.
Cómo en nuestro caso, las bacterias que
se vuelven inmunes a los antibióticos.
Es lo mismo y puede suceder muy rápido.
Afortunadamente, en ambos
el control biológico y el natural
la resistencia es extremadamente rara.
Raramente sucede.
Porque esta es la evolución,
es el equilibrio natural.
A diferencia de la inmunidad,
como con los pesticidas.
Número 3, la demanda pública.
Mientras más se demanda la reducción
del uso de pesticidas,
más se dan cuenta los granjeros
de esta situación
que deben, donde sea
y cuándo sea posible
remplazar el control químico
por el control biológico.
Incluso aquí, hay otro agricultor.
Verán, muy interesado en los insectos.
Los buenos y los malos.
ya con la lupa en la cabeza,
caminando en su cosecha.
Finalmente, quiero compartir mi visión.
O, mejor dicho, mi sueño
porque verán, esta es la realidad.
Vean la diferencia.
Sí tomamos las utilidades completas
del biocontrol industrial en el mundo
solo valen USD 250 millones.
Y vemos las ganancias de
la industria de los pesticidas
para todas las cosechas del mundo.
Creo que equivale a 100 veces,
o algo por el estilo
USD 25 000 millones.
Entonces hay una gran distancia
que recortar.
¿Y cómo podemos hacerlo?
Cómo podemos recortar, o al menos,
reducir la diferencia con los años.
Primero que nada, debemos encontrar
soluciones biológicas más robustas,
mejores y más confiables.
Más bichos buenos que
podamos producir en masa
o que podamos conservar en el campo.
Segundo, que se pueda crear una demanda
pública más intensa y estricta
para reducir el uso de químicos
para la producción agrícola.
Y tercero, incrementar la consciencia
de los agricultores
sobre el potencial de esta industria.
Y así se reduce esta diferencia,
poco a poco, pero se reduce.
Saben, empecé con una nota personal.
Creo, que terminaré
con una nota personal.
Soy maratonista
y esta semana, el jueves,
estaré con un grupo de gente increíble
y organizaremos una carrera
de relevos de gran distancia,
210 kilómetros.
Desde la frontera con Líbano,
atravesando el Valle de Jezreel.
Correrá un grupo de gente.
En relevos de 8 personas,
6, 4 e incluso 1,
toda esta distancia.
Y veo muchas similitudes
entre este tipo de carreras
y lo que hago con el control biológico.
Porque, primero que nada,
corres esta carrera en la naturaleza.
Lo que hago en control biológico,
es de hecho, ir muchas veces
a la naturaleza
para buscar mis bichos buenos.
Segundo, esta carrera de relevos
es un trabajo en equipo.
Y así pasa con el control biológico.
Es un trabajo en equipo.
Grupos de gente que estudia, investiga,
implementa, colabora con granjeros,
con el público. Es trabajo en equipo.
Y tercero, es un largo y ventoso camino.
Incluso en el maratón.
Te tropiezas, te caes,
te levantas y sigues.
¿Saben cuántas veces nos hemos
tropezado y caído
en el caso del control biológico?
Pero nunca nos damos por vencidos.
Por eso creo que mi última diapositiva es:
Todo lo que decimos, lo podemos cantar.
Dale una oportunidad a la naturaleza.
Lo digo a nombre de todos los
usuarios del biocontrol de plagas
y sus implementadores.
en Israel y el mundo.
Por favor, denle oportunidad
a la naturaleza.
Gracias.
(Aplausos)